lunes, 13 de abril de 2020

La mujer del médico del SAMU fallecido: "Sánchez, no vas a silenciar la muerte de mi marido"


Actualizado
Responsabiliza al Gobierno central por su falta de previsión que provocó que el personal sanitario careciera de los medios de protección. Confirma que siempre le negaron el test del coronavirus pese a pedirlo varias veces
Enriqueta y Vicente, junto a sus dos hijos, también médicos. E.M.
Enriqueta Cuchillo responsabiliza de la muerte de su marido al Gobierno de Pedro Sánchez. No lo hace por despecho, ella es médico del SAMU -igual que su esposo- y, como profesional que ha vivido en primera persona los problemas del contagio, culpa a la innecesaria exposición a la pandemia que han sufrido los facultativos por la falta de material de protección, motivada por la imprevisión de la gestión del presidente de España.
Considera que el fallecimiento de Vicente Sánchez se produjo porque no le proporcionaron los medios necesarios para atender a los pacientes. Confirma que en su equipo sólo disponían de una mascarilla que compartían entre varios y nunca recibieron formación para usar los tres EPI que, por órdenes expresas, sólo debían usar con contagiados del Covid-19, a pesar de que carecían de pruebas para saber quién era portador del virus.
En la presente carta redactada para EL MUNDO, Enriqueta, de forma muy cruda, recuerda que Vicente, además de marido y padre, fue un gran médico que dio su vida para salvar a los demás. Su relato denuncia que Vicente trabajó, durante los primeros días de la expansión del coronavirus -antes del 10 de marzo comenzó a sufrir fiebre-, en el Servicio de Asistencia Médica de Urgencias sin que le proporcionasen ninguna protección efectiva.
Pese a ser personal del riesgo, la sanidad pública le negó el test del Covid-19 alegando que no cumplía los criterios. Ante esta negativa se vieron obligados a acudir a un hospital privado donde, al final, murió.

Carta de Enriqueta

Sánchez, no vas a silenciar la muerte de mi marido
Me dirijo a Pedro Sánchez, el cabecilla de ese gobierno socialcomunista al que hago responsable de la muerte de mi marido.
Mi esposo, Vicente Sánchez, era mi vida. Una persona buena, honesta, trabajadora, que estrujaba la vida al máximo, deportista, viajero, siempre ayudando a los demás, enamorado de su trabajo como oftalmólogo y como médico del SAMU en Valencia. Querido por todos los que le han conocido. He podido apreciar, y aprecio, cuanto y cuanto lo querían. Teníamos una familia maravillosa y feliz, y ¡nos han arrebatado todo!
No estoy dispuesta a que su muerte sea silenciada por los medios de comunicación controlados por este inepto gobierno.
Vicente trabajaba en el SAMU sin que le proporcionasen ningún medio de protección, cuando el 10 de marzo comenzó con fiebre. Sanidad le negó el test del Covid-19 alegando que no cumplía criterios. Dos días después, como seguía con fiebre, acudimos al centro de salud y lo catalogaron como posible Covid, mandándolo a casa. Nos dijeron que en un par de días, como mucho, vendrían a casa a hacerle el test... Nunca vinieron, ni llamaron. Por cierto, a mí me dijeron lo mismo y todavía los estoy esperando. Pasaron dos días más y acudimos a la sanidad privada, al Hospital 9 de Octubre. Allí enseguida le realizaron placa de tórax, analítica y test. Como salió todo bien, recomendaron aislamiento en domicilio con tratamiento sintomático. Al día siguiente nos llamaron, el test era positivo. Quedó en aislamiento domiciliario. Como seguía con fiebre, tras cuatro días volvimos al hospital y ya presentaba neumonía. Estuvo 4 días en planta y al empeorar pasó a la UCI, donde pasó catorce días. Catorce días de una angustia y desesperación indescriptibles. Intubado, sedado, sin poder ir allí para nada, esperando la llamada del mediodía con el corazón encogido y borracho de lágrimas, para saber cómo evolucionaba, hasta que el día 7 de abril se produjo el fatal desenlace. Vicente se fue para siempre.
Yo hago responsable de la muerte de Vicente y de miles de personas a este inepto gobierno socialcomunista, por no habernos proporcionado los medios de protección necesarios para atender a los pacientes. Yo también soy médico del SAMU, y no nos proporcionaban mascarillas. Teníamos una, precintada, que solo debíamos usar si era absolutamente necesario, y si no lo era, la pasábamos al compañero del relevo entrante. Nos pasaron información escrita sobre los EPIs, pero no nos formaron para usarlos. Además, no teníamos nada más que tres EPIs que solo se debían usar si era un Covid diagnosticado, pero nosotros atendemos a toda clase de pacientes, respiratorios, infartos, ictus, accidentes... ¿Cómo sabíamos quién contagiaba y quién no?
Es sabido que, desde el 30 de enero, si no antes, el gobierno conocía la gravedad del proceso y no actuó. Se quedó de brazos cruzados sin un plan de provisión de medicación, material de protección para sanitarios, respiradores, etc. Ni siquiera, cuando ya en Italia estaban en una situación catastrófica cerró fronteras y Valencia se llenaba de turistas italianos, mascletàs y manifestaciones feministas.
Aún hoy en día, mis compañeros se tienen que proteger por su cuenta con máscaras de buceo, bolsas de basura, mascarillas caseras, y sin poder hacerse el test del Covid cuando los políticos se hacen un test tras otro.
Con ayuda de todos los medios de comunicación afines a este gobierno, se está tendiendo un tupido velo sobre tantas y tantas personas que están falleciendo solas y ocasionando un inmenso dolor en tantas y tantas familias, y ¡yo no me voy a callar!
Pedro Sánchez es un presunto homicida. Deseo que se haga justicia muy pronto y sea debidamente condenado por el daño que ha causado a mi familia. Tenían todas las recomendaciones y no hicieron caso. Son una banda de negligentes e incompetentes.
Nos han enviado a todo el personal sanitario a la guerra sin protección.
Igual que la Generalitat Valenciana, tanto el presidente Puig, que además nos impone censura sobre las críticas a su actuación como en tiempos franquistas, como la Consejera de Sanidad, Ana Barceló, fueron requeridos e informados para que adoptasen las medidas de prevención necesarias. Su presunta negligencia, y más que evidente incompetencia y soberbia, son culpables de la muerte de mi marido, Vicente Sánchez.
Y digo que Pedro Sánchez, su lamentable gobierno y la Generalitat Valenciana son unos "presuntos" homicidas porque esta gentuza y su aparato mediático son capaces de arruinar, todavía más, la vida de esta familia por no utilizar la palabra "presunto", manda narices. Pero todos sabemos lo que son. Sobre sus conciencias recaen la muerte de Vicente Sánchez y la de miles de personas, y cada una de ellas con su desgarradora historia. No nos pueden silenciar.
Hago cómplices a los medios de comunicación afines de querer silenciar nuestro llanto.
Espero que la Justicia y la sociedad española les condenen muy pronto.
EL MUNDO

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