miércoles, 29 de abril de 2020

CASTAÑAZO CON PEDRO Y PABLO



El PSOE fue pionero del populismo progresista. Empezó con Zapatero. De manera ilusa, el contador de nubes creía que la economía siempre iría bien.
Así que olvidó los números y se dedicó a la ideología: ingeniería social y cancha para los nacionalismos disgregadores.
Desde entonces, el PSOE ha sido un partido anumérico. Ahí está Sánchez: en el poder desde 2018 e incapaz de aprobar unos presupuestos.
Sus prioridades eran Franco, la eutanasia, el feminismo, indultar de tapadillo a Junqueras y arreglar el cambio climático desde un país de 47 millones de habitantes en un mundo de 7.700 millones.
En economía, solo un tic: más impuestos «a los poderosos». Ahora llega una recesión de caballo. La gestión económica vuelve a ser vital.
Pero nos pilla con el PSOE, romo en la materia, empeorado por el populismo populachero y colectivista de Iglesias.
Luis Ventoso ( ABC )

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