jueves, 12 de marzo de 2020

Varios ministros admiten que la manifestación del 8-M “no debió celebrarse”

El Gobierno tenía constancia la víspera de que el coronavirus había comenzado a expandirse “sin control” y por eso Moncloa dio orden de reducir la presencia de miembros del Ejecutivo.
Ministros del Gobierno de Sánchez en la manifestación feminista del 8-M.

Primeras críticas internas en el Gobierno sobre las medidas adoptadas para evitar la expansión del coronavirus. Varios ministros han admitido en privado que fue un “error” permitir la celebración de las manifestaciones del 8-M con los datos que ya manejaba entonces el Ejecutivo y que alertaban de un escenario que “iba a peor”.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, señaló unas horas antes de la celebración del 8-M que España seguía todavía en “fase de contención”. Por eso no se recomendaba “suspender eventos sociales”, incluso aunque supusieran grandes aglomeraciones.
La única prevención es que se siguieran una serie de medidas para evitar que hubiera contagios masivos en eventos de este tipo. Además, cualquier persona que presentase síntomas respiratorios, como tos o fiebre, debía abstenerse de acudir.

Comenzó a expandirse “sin control”

Sin embargo, Confidencial Digital ha podido confirmar por dos fuentes distintas del Gobierno que el Ministerio de Sanidad tenía constancia, el sábado a última hora, de que el coronavirus había comenzado a expandirse “sin control”, especialmente en la Comunidad de Madrid.
Horas antes de la manifestación principal en la capital, el Ejecutivo había recibido información, concreta y actualizada, de que se había superado ya la barrera de la decena de fallecidos y que los contagios se situaban por encima del medio centenar.

Fue un “error” permitir la marcha

Ante ese repunte generalizado, especialmente en Madrid, Barcelona decidió en ese momento posponer para el mes de octubre la maratón que tenía previsto celebrar el próximo 15 de marzo.
En cambio, Sanidad no anunció ninguna otra medida referente a eventos masivos, por lo que las manifestaciones con motivo del 8-M se mantuvieron en una veintena de ciudades españolas.
Varios ministros han comenzado a admitir en privado en las últimas horas que, al menos, la marcha de Madrid no debió celebrarse. Acudieron alrededor de 120.000 personas.
“Fue un error, sobre todo en un momento en el que no sabíamos muy bien hacia dónde íbamos, pero sabiendo que el escenario iba a peor y las medidas restrictivas iban a tener que llegar irremediablemente en las horas siguientes”, explica a Confidencial Digital un miembro del Ejecutivo.
Al día siguiente, la Comunidad de Madrid había duplicado en solo 24 horas la cifra de fallecidos y contagiados por coronavirus. El lunes se contabilizaban 17 muertos y 578 los casos en la región. El domingo eran 202 infectados y 8 fallecidos.

Orden de reducir la presencia del Gobierno

El cambio de escenario por la expansión del coronavirus trastocó los planes de Moncloa. Hay que recordar que, a lo largo de la semana pasada, Presidencia se había movilizado para lograr una imagen de unidad de los ministros varones contra el machismo durante la manifestación del 8-M, forzando incluso a asistir a algunos que se mostraban reticentes, como el titular de Seguridad Social, José Luis Escrivá.
Conscientes de las decisiones que ya se habían empezado a negociar con las autoridades madrileñas para dar a conocer al día siguiente, especialmente el cierre de colegios, Moncloa consideró conveniente reducir a última hora la presencia de ministros en la manifestación. El único varón que acudió fue el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Se explicó a los miembros del Ejecutivo que iba a resultar “incoherente” de cara a la opinión pública, reconocen a ECD desde el equipo de uno de ellos, la asistencia del Gobierno en pleno a un acto multitudinario, “como si no pasase nada”, con el anuncio a las pocas horas de drásticas medidas para suspender eventos sociales en Madrid.

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