a alianza del PSOE con Podemos lastra la política exterior del Gobierno español
Reveladora callada del gobierno de Sánchez a dos preguntas de Vox sobre Venezuela e Irán
El gobierno de Pedro Sánchez está jugando con fuego en política exterior a causa de su alianza con la extrema izquierda. Dos preguntas de un diputado de Vox abordan precisamente esa cuestión.
El gobierno calla ante una pregunta de Vox sobre si apoyará a Guaidó
Francisco José Contreras, Catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad de Sevilla y diputado de Vox en esa provincia andaluza, señaló el pasado jueves en su perfil de Facebook: «Presentamos hace semanas esta pregunta al Gobierno. No ha respondido». El diputado mostraba en ese mensaje una copia fotográfica de la pregunta por escrito presentada por él en el Congreso de los Diputados el 8 de enero. En el escrito se señalaba que el 5 de enero «unidades del ejército venezolano impidieron el acceso al Palacio Legislativo de cuarenta diputados anti-chavistas, dificultando la elección de la nueva Junta Directiva de la Asamblea Nacional, así como la previsible reelección de Juan Guaidó como «presidente encargado». La dictadura bolivariana ha intentado neutralizar a la Asamblea Nacional, última institución que escapa a su control absoluto».
Ante estos hechos, Vox preguntaba al ejecutivo de Sánchez: «¿Va a tomar el Gobierno de España alguna medida de apoyo al presidente interino de Venezuela (reconocido por España el 4 de febrero de 2019), Juan Guaidó, y de condena pública del nuevo atropello a la democracia y a la Constitución cometido por el dictador Nicolás Maduro?» El silencio del gobierno ante esta pregunta era ya revelador. Finalmente, este fin de semana Sánchez ni siquiera ha recibido a Guaidó y, además, el ministro de Transportes y secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha protagonizado un espectáculo bochornoso reuniéndose con la vicepresidenta de Maduro, mintiendo repetidas veces sobre ese encuentro y, finalmente, tirando de chulería para rechazar dimitir. Unos hechos que sólo se explican por el miedo del PSOE a que el régimen de Maduro se vaya de la lengua sobre sus vínculos con Podemos, una información que podría hacer tambalearse al ejecutivo a sólo unas pocas semanas de haberse formado.
Silencio del gobierno ante otra pregunta de Vox sobre la represión en Irán
Pero por si no teníamos bastante con Venezuela y con Bolivia -recordemos el incidente protagonizado el 27 de diciembre en La Paz por personal de la Embajada de España-, hay otro país sobre el que el ejecutivo socialista-comunista no parece dispuesto a decir ni pío. Y es que ese diputado de Vox también presentó otra pregunta sobre Irán el 2 de enero. En este caso, el escrito firmado por Francisco José Contreras señala que según información de la agencia Reuters publicada el 24 de diciembre, «la represión de las manifestaciones contra el régimen iraní habría producido 1.500 muertos en los últimos dos meses». Ante estos graves hechos, Vox preguntó: «¿Va a expresar el Gobierno de España su solidaridad con las víctimas y su condena del régimen teocrático de Irán, que pisotea los derechos humanos en general, y especialmente los de las mujeres y los homosexuales?» Como se puede ver en la web del Congreso, esta pregunta tampoco ha tenido respuesta.
Los vínculos de Podemos con la dictadura iraní
Igual que en el caso de Venezuela, Podemos también ha tenido vínculos con el régimen iraní. Recordemos que un año antes de la fundación de ese partido de extrema izquierda, Pablo Iglesias reconoció que se había dejado usar por Irán para desestabilizar España, comparándose a sí mismo con Lenin en la operación en la que los alemanes le enviaron en un tren a Rusia para desestabilizar a sus enemigos durante la Primera Guerra Mundial. Así mismo, siendo ya presidente de Podemos, Iglesias ha estado presentando hasta fecha muy reciente un programa en el canal de televisión iraní HispanTV, cuyas emisiones en TDT en España fueron prohibidas en 2013 debido a que el responsable de ese canal, Ezatola Zarghami, ha sido acusado por la Unión Europea de violaciones de derechos humanos.
Las amistades antidemocráticas de Podemos están lastrando la política exterior española
Empeñado en seguir en el palacio de La Moncloa al precio que fuese, Pedro Sánchez decidió aliarse con un partido de ultraizquierda vinculado a regímenes antidemocráticos que violan los derechos humanos, y ahora España está pagando las consecuencias con su política exterior, con episodios que dejan en muy mal lugar a nuestro país. Hay que decir que Sánchez no es el único responsable de esa alianza: ni un solo diputado del PSOE quiso votar en contra o abstenerse siquiera en la sesión de investidura, mostrando así que todos son cómplices de esa alianza con el chavismo español. Como consecuencia de ello, el Gobierno de España está dando la espalda a las personas que -arriesgándose a ser detenidas, torturadas e incluso asesinadas- están pidiendo libertad en Venezuela y en Irán.
La política exterior de Sánchez y de sus socios, lastrada por las amistades antidemocráticas de Podemos, debería provocar vergüenza a cualquier demócrata, y además augura algo muy preocupante y que ya ha empezado a asomarse en la política del ejecutivo: que el apoyo a dictaduras extranjeras acabe traduciéndose en una imitación de su desprecio por los derechos humanos por parte del Gobierno de España, un desprecio que ya ha quedado de manifiesto con los ataques de socialistas y comunistas contra la libertad de educación, un derecho amparado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos y por la Constitución Española.
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