El vicepresidente Pere Aragonès había solicitado una reunión en Alemania y la multinacional le ha respondido que su interlocutor es “el delegado del grupo en España”
Pere Aragonés, vicepresidente de la Generalitat
El vicepresidente económico de la Generalitat, Pere Aragonès, y el conseller de Trabajo, Chackir el Homrani, anunciaron hace una semana que estaban estudiando la petición que les había trasladado el comité de empresa de SEAT-Martorell para que viajaran a Alemania a entrevistarse con directivos de Volkswagen.
Desde el Govern se explicó entonces que el objetivo de la cita era tranquilizar a los directivos de la matriz de SEAT sobre la situación política y social de Cataluña, tras los últimos disturbios por la sentencia del ‘procés’, y también recabar información sobre los planes de futuro de la multinacional para la factoría de Martorell.
La reunión se iba a producir después de que el presidente de SEAT, Luca De Meo, advirtiera hace unos días de que los altercados en Cataluña proyectan una imagen que perjudica la inversión en la comunidad.
Volkswagen no va a recibir al Govern
Pues bien. Según ha podido confirmar Confidencial Digital por fuentes próximas a la multinacional alemana, Volkswagen recibió hace unos días la petición de reunión de la Generalitat.
Pero la respuesta que ha trasladado a Barcelona no se ha hecho esperar, y ha supuesto un portazo a la comitiva que preparaba el Govern para visitar la sede de la compañía en Alemania y abordar allí el futuro de SEAT-Martorell: el interlocutor –les han contestado- debe ser “el delegado del grupo en España”, en este caso, el presidente de SEAT, Luca de Meo.
Volkswagen ha explicado que no procede que los dos altos cargos de la Generalitat sean recibidos por los máximos ejecutivos de la multinacional en la sede de Wolfsburgo.
Hay otras opciones además de Martorell
Hay que recordar que la inquietud se ha instalado entre los trabajadores de SEAT, que ven peligrar sus puestos de trabajo, tras las recientes palabras del presidente de la compañía, Luca De Meo, recordando que el grupo Volkswagen tiene opciones alternativas a la fábrica de Martorell.
El directivo ha mostrado abiertamente su inquietud por que los cortes de carreteras que se han producido en Cataluña durante las últimas semanas, en protesta por la sentencia del 1-O, hayan podido afectar a la confianza empresarial.
El máximo dirigente de la firma automovilística ha sido contundente: “Si esto sigue, el grupo tiene otras opciones”, ya que “dispone de plantas en casi toda Europa”.
Paros en Martorell
De Meo realizó estas declaraciones, en una entrevista el pasado lunes en La Vanguardia, en referencia al episodio vivido en la planta de Martorell el pasado 18 de octubre.
Esa jornada, la factoría tuvo que parar la producción de la fábrica debido a los problemas en la circulación de vehículos provocadas por las marchas independentistas, durante la huelga general en Cataluña.
El dirigente de SEAT ha reiterado que decidió cerrar la planta de Martorell “por prudencia”, porque no sabía si todas las piezas podrían llegar, lo que provocó un daño económico de “decenas de millones de euros”.
La Generalitat insiste en que está cerrando la visita
Pese a ello, fuentes de la Generalitat insisten a ECD en que Pere Aragonès y Chakir El Homrani están ultimando las gestiones de un viaje a Alemania para reunirse con responsables del Grupo Volkswagen y tratar de asegurar la permanencia de SEAT en Cataluña los próximos años.
Sin embargo, ni Vicepresidencia, ni las consellerias de Economía y Trabajo confirman cuál es la fecha prevista para el desplazamiento de la comitiva del Govern.
El vicepresidente mundial de compras se vio con Rajoy
Volkswagen nunca ha querido correr el más mínimo riesgo a la hora de aprobar sus inversiones en sus plantas españolas. Una de las factorías se localiza en el área metropolitana de Barcelona y se encuentra, por tanto, bajo la amenaza independentista, que mantiene inquietas a las grandes multinacionales. A esa fábrica de Volkswagen en El Prat de Llobregat se suma la planta de SEAT en Martorell.
En mayo de 2015, el grupo alemán anunció una inversión de 4.200 millones de euros en España. Suponía un récord con pocos precedentes y beneficiaba particularmente a Cataluña y Navarra, donde el grupo está ubicado, y a las industrias auxiliares.
Sin embargo, antes de hacer público el acuerdo, el vicepresidente mundial de compras del consorcio alemán, Francisco Javier García Sanz, se lo anticipó al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una cita discreta en el Palacio de la Moncloa.
En ese encuentro, la cúpula de Volkswagen Audi España transmitió a Rajoy su inquietud por la deriva independentista iniciada en aquel momento por Artur Mas en Cataluña, ya que el plan de la compañía era que la planta de SEAT en Martorell (Barcelona) recibiera más de la mitad de la inversión.
Un traslado a Madrid
La firma solicitó en ese encuentro garantías sobre las consecuencias que pudieran derivarse, para las grandes corporaciones con sede en Cataluña, de la dinámica independentista abierta por la Generalitat.
Consideraban “incierto” el escenario que se presentaba ante una hipotética independencia de Cataluña: salida de la zona euro, problemas de aduanas, rechazo del resto de España, etc.
Rajoy dio en aquel momento garantías al vicepresidente mundial de compras.
Los recelos de la multinacional alemana ante la situación en Cataluña vienen de lejos. Hay que destacar que, tal y cómo se contó en ECD, Volkswagen llegó a diseñar en 2013 una operación para trasladar a Madrid su sede corporativa desde El Prat de Llobregat (Barcelona).
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