La prioridad era sacar a Franco del Valle de los Caídos, señalan fuentes del Gobierno. Su argumentación es más que conocida. El Ejecutivo apunta que la presencia del dictador en un área destacada implicaba la conversión entera del Valle en un sitio de homenaje a Franco y el franquismo y que, por lo tanto, debía salir de allí camino del cementerio de El Pardo.
Pero existe una segunda argumentación que enlaza con la tumba de Primo de Rivera. El Valle de los Caídos acoge tumbas de fallecidos en la Guerra Civil. Y Franco, evidentemente, no murió allí. Pero sí José Antonio Primo de Rivera.
El Gobierno quiere desplazar ahora los restos de Primo de Rivera, pero el plan no puede ser el mismo que con Franco por ese mismo argumento: que el segundo sí murió en la Guerra Civil, cuestión que legalmente le habilita para permanecer en el Valle tal y como fue concebido este lugar. Pero Sánchez no quiere que esta segunda tumba siga estando protegida por los monjes benedictinos, ni que esté en un lugar destacado y venerado.
Especialmente a la vista de los encontronazos mantenidos con los monjes del Valle, que no han dejado de enfrentarse a las intenciones políticas de Sánchez e, incluso, de mostrar su rechazo a la decisión judicial del Tribunal Supremo.
Por ello, los restos de Franco son exhumados y trasladados a otro lugar -al cementerio de El Pardo-, dado que el dictador no fue víctima de la Guerra Civil, pero los de Primo de Rivera se pretenden juntar con el resto de tumbas que hay en el Valle.
En lugar no preminente
De este modo, la segunda batalla será ahora la del traslado de los restos del fundador de Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, que también serán exhumados según el propósito del PSOE. Hay que recordar que Primo de Rivera fue fusilado en el inicio de la Guerra Civil y que, por lo tanto, según los socialistas, puede compartir espacio con el resto de víctimas del bando franquista. Hasta ahora, Primo de Rivera había permanecido en la Basílica al lado de los restos de Franco, ante el altar de los benedictinos.
El presidente defiende que su Gobierno debe exhumar también la tumba de José Antonio Primo de Rivera y trasladarla a un lugar no preminente para que el Valle de los Caídos deje de ser un lugar de exaltación del franquismo. Y que, sin este segundo requisito, sigue habiendo lugares destacados para los franquistas y no para los republicanos. El Gobierno señala, además, que su compromiso con la creación de una Comisión de la Verdad, compuesta por expertos e historiadores, para fijar entre los seleccionados una versión de lo que aconteció durante la Guerra Civil y el Franquismo, respalda este segundo objetivo.
Sánchez también ha planteado ya su deseo de crear un museo de la Memoria Histórica, pero en un lugar distinto al Valle de los Caídos. El Gobierno no descarta, con este fin, que tras la batalla jurídica por la exhumación de Franco, pase a tramitarse como proyecto de ley en el Congreso de los Diputados una ampliación de la Ley de Memoria Histórica para incluir todos estos aspectos
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