La Cámara catalana vota una propuesta de la CUP que apuesta por la desobediencia
Ernest Maragall y Carlos Carrizosa discuten al final del pleno. En vídeo, Torra grita "libertad" junto al resto de independentistas en el Parlament. Silvia Jardí (ACN)
Ernest Maragall y Carlos Carrizosa discuten al final del pleno. En vídeo, Torra grita "libertad" junto al resto de independentistas en el Parlament. Silvia Jardí (ACN)
El debate de política general que se celebraba este jueves en el Parlamento de Cataluña ha terminado con una monumental bronca entre los diputados y con gritos de "libertad" del presidente, Quim Torra, y otros diputados independentistas dirigidos a los activistas detenidos el pasado lunes y que se encuentran en prisión acusados de terrorismo. La escena, que ha acabado con la expulsión del diputado de Ciudadanos Carlos Carrizosa, ha cerrado un pleno que ha aprobado defender "la legitimidad de la desobediencia civil e institucional" como respuesta a la sentencia del juicio del procés cuyo fallo se conocerá previsiblemente en octubre.
La sesión ha recordado a los momentos más broncos que se han vivido durante los últimos años en la Cámara catalana. El Parlament ha aprobado por 69 votos a favor y 25 en contra una propuesta de resolución de la CUP en la que se defiende "la legitimidad de la desobediencia civil e institucional, como instrumentos en defensa de aquellos derechos civiles, políticos y sociales que puedan ser lesionados". El texto también defiende que "el Parlamento de Cataluña reconoce que Cataluña ejerció el derecho a la autodeterminación" en el referéndum celebrado el 1 de octubre de 2017 que anuló el Tribunal Constitucional.
35 diputados de Ciudadanos no han participado en la votación, que ha intentado evitar el PSC al considerar que se podían estar desoyendo los continuos requerimientos que en los últimos meses ha realizado el Tribunal Constitucional. Sin embargo, no ha prosperado la petición socialista para que la Mesa de la Cámara reconsiderase la admisión a trámite de la resolución de la formación anticapitalista.
El texto aprobado se reafirma en "la resolución 1/XI de 2016" que declara el carácter "plenamente soberano" del Parlament, "rechazando las imposiciones antidemocráticas de las instituciones del Estado español, y en especial, de su Tribunal Constitucional y Tribunal Supremo". El diputado de la CUP Carles Riera explicó que cometieron un error en la redacción del texto y que se querían referir a la resolución 1/XI del 2015 que anuló el Tribunal Constitucional y que supuso el inicio del proceso soberanista en Cataluña.
El texto aprobado por el Parlament califica de "legítimo y legal" el referéndum, del que se dice que fue "la violencia física, ambiental y jurídica expresada por el Estado español la que impidió la celebración de la votación en las mejores condiciones de normalidad democrática, y que en lugar de perseguir a los culpables de aquella violencia, se ha encarcelado y forzado al exilio a muchas de los responsables" de aquella consulta.
La sesión ha acabado de forma especialmente bronca. Primero han sido los cuatro diputados de la CUP los que han abandonado el hemiciclo del Parlament, en plenas votaciones de las propuestas de resolución, en protesta por la prisión provisional decretada para los siete miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR) detenidos el lunes. Al terminar las votaciones, Gemma Geis (JxCat) y Sergi Sabrià (ERC) han solicitado, como había propuesto la CUP, la celebración de una reunión de la Junta de Portavoces para abordar una respuesta a la decisión del juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón de decretar prisión provisional para estos siete miembros de los CDR.
Acto seguido, diputados de JxCat y ERC, algunos de ellos en pie, han lanzado gritos de “libertad” entre ellos el presidente de la Generalitat, Quim Torra, al lado de un vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, más comedido, lo que ha desatado una bronca con la bancada de la oposición, especialmente con el grupo de Ciudadanos, cuyo presidente, Carlos Carrizosa, ha manifestado su "inmensa vergüenza" por estas muestras de apoyo a los encarcelados y ha dicho sentirse "amenazado por aquellos que respaldan el terrorismo".
La misma propuesta de resolución impulsada por la CUP y aprobada por todo el independentismo tiene otro aspecto que choca con la tradición europeísta que tradicionalmente han reivindicado algunos de estos partidos. Concretamente, se defiende que dentro del ejercicio al "derecho a la autodeterminación" se tendrá que "debatir" y "eventualmente tomar una decisión sobre la pertenencia o no a la Unión Europea, a la Unión Monetaria y Económica, la OTAN y otros organismos internacionales".
El texto aprobado se reafirma en "la resolución 1/XI de 2016" que declara el carácter "plenamente soberano" del Parlament, "rechazando las imposiciones antidemocráticas de las instituciones del Estado español, y en especial, de su Tribunal Constitucional y Tribunal Supremo". El diputado de la CUP Carles Riera explicó que cometieron un error en la redacción del texto y que se querían referir a la resolución 1/XI del 2015 que anuló el Tribunal Constitucional y que supuso el inicio del proceso soberanista en Cataluña.
El texto aprobado por el Parlament califica de "legítimo y legal" el referéndum, del que se dice que fue "la violencia física, ambiental y jurídica expresada por el Estado español la que impidió la celebración de la votación en las mejores condiciones de normalidad democrática, y que en lugar de perseguir a los culpables de aquella violencia, se ha encarcelado y forzado al exilio a muchas de los responsables" de aquella consulta.
La sesión ha acabado de forma especialmente bronca. Primero han sido los cuatro diputados de la CUP los que han abandonado el hemiciclo del Parlament, en plenas votaciones de las propuestas de resolución, en protesta por la prisión provisional decretada para los siete miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR) detenidos el lunes. Al terminar las votaciones, Gemma Geis (JxCat) y Sergi Sabrià (ERC) han solicitado, como había propuesto la CUP, la celebración de una reunión de la Junta de Portavoces para abordar una respuesta a la decisión del juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón de decretar prisión provisional para estos siete miembros de los CDR.
Acto seguido, diputados de JxCat y ERC, algunos de ellos en pie, han lanzado gritos de “libertad” entre ellos el presidente de la Generalitat, Quim Torra, al lado de un vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, más comedido, lo que ha desatado una bronca con la bancada de la oposición, especialmente con el grupo de Ciudadanos, cuyo presidente, Carlos Carrizosa, ha manifestado su "inmensa vergüenza" por estas muestras de apoyo a los encarcelados y ha dicho sentirse "amenazado por aquellos que respaldan el terrorismo".
La misma propuesta de resolución impulsada por la CUP y aprobada por todo el independentismo tiene otro aspecto que choca con la tradición europeísta que tradicionalmente han reivindicado algunos de estos partidos. Concretamente, se defiende que dentro del ejercicio al "derecho a la autodeterminación" se tendrá que "debatir" y "eventualmente tomar una decisión sobre la pertenencia o no a la Unión Europea, a la Unión Monetaria y Económica, la OTAN y otros organismos internacionales".
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