Las alcaldesas de Madrid y Barcelona también se desviaron de la normativa europea cuando decidieron inyectar con cientos de miles de euros las arcas de Open Arms para unos fines irregulares. La fundación Pro-Activa Open Arms fue creada en Barcelona, en 2015, propiciada por el especulador de las finanzas George Soros. El filántropo multimillonario instaló también en la Ciudad Condal la sede para Europa de Open Society Foundation.
La ya ex alcaldesa Carmena aprobó para el ejercicio 2017 una "subvención directa" de 70.000 euros a favor de la asociación Pro-Activa Open Arms, con el objeto de "fomentar" la labor que desarrolla esta asociación "consistente en el rescate de personas refugiadas y migrantes que transitan la ruta Libia-Italia". La resolución estaba firmada, en nombre de Carmena, por Javier Martín Nieto, el subdirector general de Ciudadanía Global y Cooperación Internacional al Desarrollo del Ayuntamiento.
En el decreto municipal se destacaba así mismo el objetivo principal de la subvención: "Ayudar a migrantes y refugiados que realizan la ruta Libia-Italia en embarcaciones precarias, rescatando al mayor número de personas posibles de las aguas y evitando la pérdida de vidas de dichas personas".
Al mismo tiempo, sólo de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la ong obtuvo en 2019 una subvención de 497.020 euros para el proyecto "Protecció per presència, rescat humanitari i comunicació d’emergència". La ayuda barcelonesa cubría el 35,40% del presupuesto final de la misión de 1,4 millones. Al medio millón había que sumarle 100.000 euros del ejercicio anterior, como ya denunciaron algunos medios catalanes.
Humanismo de dudosa legalidad
El gesto humanitario de las dos gestores municipales resultaba a todas luces encomiable pero los equipos de Carmena y Colau, según fuentes de la oposición del ayuntamiento catalán, obviaban que con esa subvención estaban contraviniendo la doctrina de la Unión Europea en materia de inmigración ilegal.
Por la irregularidad de sus operaciones en aguas mediterráneas el barco ‘Open Arms’ ha sido dos veces confiscado en puertos italianos por orden judicial. Al mismo tiempo, su organización se enfrenta a dos expedientes sancionadores abiertos por los gobiernos de España e Italia. Unas diligencias administrativas que conllevan fuertes multas por las actividades del barco en el Mediterráneo Central cerca de la costa de Libia y por el posterior traslado de inmigrantes ilegales a puertos italianos.
La Fundación Proa, propietaria del barco ‘Open Arms’, con casi cinco años de actividades, fue creada por el catalán Óscar Camps, que actúa como director de la ong y como capitán del barco. La organización humanitaria, que se niega a hacer públicas sus cuentas internas, maneja grandes cantidades de dinero de organismos públicos españoles.
Las subvenciones catalanas
Sin ir más lejos, en el último año, Open Arms ingresó casi un millón de euros procedentes de ayuntamientos y otras instituciones públicas españolas. Una buena parte de todo ese dinero recolectado por Óscar Camps procede del Fons Català de Cooperació al Desenvolupament (Fondo Catalán de Cooperación al Desarrollo), organismo público formado por la unión de 287 ayuntamientos catalanes, 14 consejos comarcales y las cuatro diputaciones catalanas, entre otros. Según sus estatutos, su misión es la de financiar con dinero de las arcas municipales acciones humanitarias "en los pueblos de los países más desfavorecidos".
En 2018, Proactiva Open Arms recibió subvenciones del Fondo catalán para operaciones de "salvamento marítimo" en el Mediterráneo Central, en la ruta de Malta, dentro de la misión conocida como Astral. La mayoría de los municipios participantes forman parte del movimiento independentista en Cataluña.
El diario italiano Il Giornale publicó el año pasado que la ong catalana había ingresado también, sólo en 2017, la cifra de 3,6 millones de euros. Esos fondos, según el periódico de Milán, habían sido abonados principalmente por Richard Gere y el Manchester City, cuyo entrenador es Josep Guardiola.
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