IGLESIAS: EL QUE NACE JETA, MUERE JETA
“Papá, dile al mayordomo del que habla el tonto de Pablo Iglesias que me recoja la cena”, me whatsappeó mi hijo mayor entre grandes emoticonos de carcajadas el día que “el tonto” del secretario general de Podemos intentó descalificarme en directo en La Sexta Noche. “Tú, Inda”, vociferó fuera de sí después de que le metiera un meneíto verbal a cuenta de la vivienda en España, “no puedes hablar porque tienes mayordomo en casa”. Mi casa no da para tener mayordomo o mayordoma, que diría Irena Montera.
Y, además, si pudiera, no lo contrataría jamás, entre otras cosas porque me parece una horterada de nuevo rico, que apostillaría el gran Marhuenda. Al niño de papá metido a político le traicionó el subconsciente porque eso, contar con edecanes a su servicio, es lo que le gustaría a él, clasista como pocos y despectivo con los pobres como ninguno. Ahí tienen ese vídeo en el que se jacta de haber pegado “a gentuza de estrato social inferior”. Debió de ser con ayuda de tíos más grandes que él porque el pájaro no tiene ni media bofetada.
En el fondo, Iglesias es un niño malcriado, un hijo único que no soporta que le repliquen, que le lleven la contraria y que hace sistemáticamente lo contrario de lo que predica. Tiene bemoles que se defina como “un hijo de la clase obrera” el vástago de una pareja que posee seis inmuebles, uno de ellos en ¡¡¡el barrio de Salamanca, el más caro de Madrid!!!, y que no ha de preocuparse por la bajada de las pensiones porque tiene la vida resuelta gracias a papá y a mamá. En el colmo de lo macabro, el amoral caudillo podemita señaló en su tan surrealista como antisintáctico comunicado que la compra del chalete en Galapagar es perfectamente viable para Irene y para él porque sus sesentañeros padres “le dejarán una herencia que nos ayudará”. ¿Qué pretendía decir? ¿Que espera que sus padres mueran para financiar antes y mejor el casoplón de al menos 700.000 euros, 2.000 metros cuadrados de parcela, 270 de vivienda, piscinaca y casa para el servicio? No afirmo, pregunto.
Vayamos por partes. Por un lado, está el apartado ético. Por otro, el legal, que incluye los agujeros negros de una adquisición que tiene más trampas que una película de indios. Yo jamás discutiré que alguien adquiera una casa de 700.000 euros, de 7,7 millones ó 77 si se lo puede permitir y si el parné lo ha obtenido honradamente. Creo en la meritocracia, en el trabajo como motor del progreso individual y colectivo y, en consecuencia, sería tan cínico como él si negase el derecho de él e Irena Montera a vivir donde les dé la realísima gana. Pero es moralmente impresentable haber soltado por esa boquita las cosas que ha soltado acerca de “los ricos”, haber puesto a parir a Luis de Guindos por adquirir un ático más barato (600.000 euros) que su chaletaco, haber defendido ese delito que es la okupación y ahora trincar una vivienda con salón en dos ambientes, baño en el jardín modelo tinaja, alcoba a lo duque de Alba, mármol travertino y huerto pijoprogre.
¿Y qué decir de su clon Irena Montera, que habla y gesticula igual que él y suelta las mismas memeces? La enchufada portavoz de Podemos se define en su currículum del Congreso como “aprendiz de la lucha por el derecho a la vivienda”. Me parto. Yo reclamaría a la digitadísima sustituta de Íñigo Errejón que cambie inmediatamente el texto por un más coherente “catedrática en la lucha por el derecho a la vivienda”. Si Irene ha podido hacerse con un inmueble tan bestia como éste, tú, españolito de a pie, puedes. Claro que puedes. Grítalo bien alto, Juan Español: “¡¡¡Sí se puede!!!”.
Antes de disfrutar de tu dacha, me gustaría que aclarases algunas cuestiones. La primera es cómo has conseguido una hipoteca del euríbor + 0,50% cuando nadie en este país puede acceder a esas condiciones, ni siquiera los clientes ricachones y preferenciales, que se tienen que conformar con el 0,80% en el mejor de los casos. La segunda es cómo te las has ingeniado para que la Caja de Ingenieros te otorgue un crédito que representa al menos el 90% del importe total de la vivienda. Ningún banco pasa del 80%.
La Caja de Ingenieros, tampoco: nosotros le dimos al simulador, metimos tus datos y todo el rato nos salía en rojo lo mismo: “No puede concederse, excede el 80% del precio total”. Conclusión: tú eres casta, castuza pura y dura, más castuza que nadie. Eres uno más de esos “oligarcas” de los que tanto se te llena la boca cuando mientes por tierra, mar y aire, en la tele, en la radio, en los periódicos o en los mítines. Otra cuestión: ¿cuánto os van a costar las reformas que, según tú, le vais a meter a la vivienda? ¡Ah!, se me olvidaba: ¿estás seguro de que sólo habéis apoquinado 660.000 euros más el 10% de Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, actos jurídicos documentados, notaría, registro y gastos, es decir, 726.000? ¿Nos quieres hacer creer que sólo cuesta 700.000 pavos la finquita y el casoplón?
La última y te dejo en paz, que seguramente estás haciendo el mudanzón. ¿Has empleado parcial o totalmente los 272.000 dólares que la dictadura venezolana te transfirió al paraíso fiscal de las Islas Granadinas? O, lo que es lo mismo, ¿has abonado parte de la casa en billetes o ha sido todo en A? Simple curiosidad, amigo. Espero que despejes todas estas dudas porque, en el mientras tanto, todos continuaremos pensando que aquí hay gato encerrado. Tu última jugada es de una inmoralidad infinita, sólo comparable a tus patrañas y a tu demagogia.
Ahora quieres que sean los militantes de tu partido los que te blanqueen un casoplón sólo al alcance de los más pudientes sabiendo además, como sabes, cómo metéis el puchero en las votaciones los barandas de Podemos. Tranki, saldrá que “sí”. Basta que los 400 informáticos que tenéis en nómina para calumniarme en la red hagan una buena faena. Dicen que el que nace jeta, muere jeta. Siendo suave hay que concluir que jeta naciste, Pablo, y jeta morirá.
Eduardo Inda ( OKdiario )
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