Firma pactos con violentos y con partidos que apoyaron el golpe del 1-O
Mientras demoniza a Vox, el PSOE suscribe acuerdos con partidos que odian a España
El cambio político iniciado hoy en muchos ayuntamientos, gracias a los votos de Vox, ha hecho que el PSOE vuelva a recurrir una vez más a su costumbre de tachar a ese partido de “ultraderecha”.
Carmen Calvo apela a la “cordura” mientras su partido la tira por la ventana
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha declarado que “en Europa se le habría cerrado el paso con cordura a la ultraderecha”. También ha señalado que en París, Londres o Berlín “se le habría cerrado el paso con cordura democrática a la ultraderecha”, a la que ha identificado expresamente con Vox. Antes estas declaraciones, cabe preguntarse si en París, Londres o Berlín el partido del Gobierno habría aceptado pactar con quienes odian Francia, al Reino Unido y a Alemania y buscan romper esos países recurriendo a medios ilegales y violentos. Porque el problema aquí no es Vox, que es un partido liberal-conservador que defiende la Constitución y la legalidad vigente: incluso lo ha hecho a través de los tribunales contra los autores del golpe separatista en Cataluña. Lo escandaloso es ver con qué clase de partidos pacta el PSOE, tirando por la ventana esa “cordura” de la que habla Carmen Calvo. Veamos algunos ejemplos.
El historial golpista, proetarra y violento de los socios del PSC en Badalona
En Badalona (Barcelona) los socialistas han pactado hacerse con la alcaldía gracias a ERC y a la CUP. Hay que recordar que ambos partidos apoyaron el golpe separatista del 1 de octubre de 2017; de hecho, a raíz de ello, el presidente de ERC está en prisión preventiva y la diputada de la CUP está en Suiza huida de la Justicia. Tanto ERC como la CUP apoyaron un proceso ilegal para saltarse la legalidad constitucional y romper la unidad nacional, unos hechos que están siendo ahora juzgados por el Tribunal Supremo y que tienen todos los visos de acabar en condenas por rebelión o, como mínimo, por sedición, ambos delitos muy graves.
A eso hay que añadir que la CUP es un partido extremista que apoya abiertamente el uso de la violencia con fines políticos. De hecho, sus juventudes, Arran, han atacado sedes del PSC en diversos lugares de Cataluña: el mismo PSC que ahora gobernará Badalona con su apoyo. Al miserable historial de la CUP se le añaden cosas como llamar “presos políticos” a asesinos etarras y acusar a la Policía catalana de “ejecutar extrajudicialmente” a los terroristas yihadistas abatidos durante los atentados en Cataluña en 2017. Así mismo, en una marcha de la CUP en septiembre de 2017 quemaron banderas de España, de Francia y de la Unión Europea mientras rendían homenaje a etarras. Que el PSOE pacte con esta gentuza le descalifica como partido para dar lecciones de democracia y de respeto a la legalidad.
El PSOE vuelve a unir sus votos a los de Bildu, esta vez en Álava
En la Comunidad Autónoma Vasca también se han registrado pactos perversos de los socialistas. En Samaniego (Álava), un concejal del PSOE ha dado la alcaldía a EH Bildu. El PSOE ha dicho que tomará medidas contra ese concejal, pero no es la primera vez que los socialistas unen sus votos a los de ese partido separatista de extrema izquierda: en octubre del año pasado el PSOE votó junto a Bildu en el Congreso a favor de legalizar los ultrajes a España y la apología del terrorismo, apoyando ambos partidos una propuesta de Podemos que, además, permitiría legalizar los delitos de humillación a las víctimas del terrorismo, las vejaciones a los creyentes, los ultrajes a España y las injurias y amenazas a los Ejércitos y a las Fuerzas de Seguridad y a las instituciones del Estado: todo para conservar el apoyo de Bildu que necesitaba el gobierno de Sánchez. Así mismo, en marzo de 2019 el PSOE votó junto a Bildu contra la presencia del buque “Juan Carlos I” en Guecho (Vizcaya), al que Bildu calumnió afirmando que “siembra miseria y muerte”.
El PSOE pacta con el BNG, que convocó un acto “contra la Constitución”
En Galicia, el PSOE ha apoyado a alcaldes del BNG en Pontevedra y en Puenteareas, repartiéndose en ambos casos las funciones de gobierno. A cambio, el BNG apoya al PSOE en Ferrol y en Lugo. Por si algunos no están al tanto de la actividad de ese partido separatista, el pasado mes de diciembre el BNG convocó un acto “contra la Constitución”, a la que tachó de “antidemocrática” en un delirante comunicado, y eso después de apoyar el golpe separatista del 1 de octubre de 2017 en Cataluña. Recordemos, además, que el BNG mantiene relaciones con un grupo terrorista palestino (lo de terrorista no es que lo diga yo: lo dice la Unión Europea). Así mismo, el año pasado la única eurodiputada del Bloque deseó palizas, “violaciones múltiples” y “torturas” a Pablo Casado, presidente del PP en un mensaje publicado en Twitter.
¿Se imagina alguien a los partidos que gobiernan en Alemania, Francia o el Reino Unido firmando acuerdos de gobierno con partidos tan extremistas como los citados? ¿Qué tal si se lo pregunta Carmen Calvo a sus colegas europeos, a ver qué opinan?
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Foto: Separatistas catalanes quemando banderas de España y de Francia en un mitin el 11 de septiembre de 2011.
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