La expresión “sentido común” suele asociarse con aquello que se considera razonable. Es una especie de don que permite discernir a las personas entre lo que es adecuado y lo que no lo es. Según el filósofo francés, Heri Bergson, el sentido común sería la facultad para orientarse de una forma práctica en la vida. Según el diccionario de la Real Academia Española, se definiría como el conjunto de creencias que son consideradas lógicas, prudentes y válidas en el seno de una determinada sociedad. También como la capacidad para juzgar los acontecimientos de una forma razonable.
Esta reflexión viene a colación porque Pablo Iglesias, el líder de Podemos, entiende, como de sentido común, que él sea ministro en el próximo gobierno de España que está por formarse. Iglesias supone que será un gobierno presidido por Sánchez, como candidato del partido más votado en las pasadas elecciones generales, aunque se encuentre muy lejos de lo que sería la mayoría absoluta, al contar con sólo ciento veintitrés diputados, cifra que dista mucho de los ciento setenta y seis que configuran dicha mayoría. Como la memoria suele ser frágil compañera, recuérdese que Rajoy había ganado las anteriores elecciones con una minoría superior a la de Sánchez -tenía ciento treinta y siete escaños- y no le resultó fácil conseguir la investidura y mucho menos gobernar. Entre otras razones porque el Sánchez jefe de la oposición se negaba a cualquier posibilidad de acuerdo con aquella frase lapidaria de “no es no”.
El sentido común de Pablo Iglesias, que le lleva a reclamar para sí una cartera ministerial, no parece tan razonable como señala el líder podemita. Los resultados de su formación en las pasadas elecciones generales supusieron un batacazo mayúsculo, al pasar de tener setenta y un escaños a quedarse con cuarenta y dos, algo más de la mitad. Como en algo más de la mitad se quedaron los votos obtenidos, pese a una participación mucho mayor. Por otro lado, resulta que el aporte de los diputados de Unidas Podemos no alcanza ni de lejos la ansiada mayoría que un ejecutivo necesita en el parlamento para poder gobernar.
¿Dónde queda, pues, lo razonable de su elevación al rango de ministro? ¿Dónde está el sentido común que afirma tener el hecho de que su persona lo sea?
Es posible que la explicación se encuentre en el sentido común que parece dictar algunas manifestaciones de referentes importantes de su formación, como la de afirmar -siendo una democracia el imperio de la ley- que cumplirán sólo aquellas leyes que les parezcan adecuadas, lo que supone saltarse a la torera aquellas que no les convenzan. Estos días los representantes de su formación en la mesa del Congreso de los Diputados han votado en contra de la pérdida de la condición de diputados a los electos independentistas que están siendo procesados. Pérdida que es obligada, según la legislación vigente, avalada incluso por un informe de los letrados.
La petición de Iglesias ha sido vapuleada, tras del varapalo electoral del domingo. Pero, una vez más parece que se hace bueno el dicho que es frecuente oír que dice que el sentido común, que según su definición debería acompañar al ser humano, es, sin embargo, el menos común de los sentidos. Al menos, es lo que trasluce la afirmación del líder de Podemos, a quien los electores han obligado a matizar.
(Publicada en ABC Córdoba el 29 de mayo de 2019 en esta dirección)
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Avicena o Ibn Siná (como fue llamado en persa y en árabe) nació en el año 980 en Afshana (provincia de Jorasán, actualmente en Uzbekistán). Cuando tan sólo contaba con 17 años ya gozaba de fama como médico por salvar la vida del emir Nuh ibn Mansur. Puede ser considerado el inventor de la traqueotomía, cuyo manual operatorio sería precisado por el célebre cirujano árabe Abū el-Kasis de Córdoba. Libros: El canon de medicina, El libro de la curación, Poema de la medicina
viernes, 31 de mayo de 2019
Sentido común
El duro mensaje de Herrera a Ábalos por equiparar a Vox con los “proetarras” de Bildu
El comunicador ha lanzado unas irónicas palabras al ministro, por decir que Vox y Bildu son "igual de inconstitucionales"
COPE.es
Carlos Herrera, el comunicador líder de la radio española, ha querido dirigirse de manera muy directa al ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, por sus palabras equiparando a Vox con Bildu. Para Ábalos, ambos partidos son igual de inconstitucionales por poner en duda el actual modelo autonómico.
“Y luego, ha dicho Ábalos, que ha dejado otra perla, que Vox es tan inconstitucional como Bildu. ¿Y qué le ha llevado a Ábalos a pensar... a este talento de la política contemporánea, a este gran estadista... a pensar que Vox es lo mismo que Bildu? Pues no lo sé. Porque cuestiona el modelo territorial. Pero, ¿el modelo territorial no es cuestionable? Claro que sí, si se reforma desde la Constitución y estamos todos de acuerdo. Como los referéndums de autodeterminación. Los referéndums de autodeterminación tienen un problema, que no los contempla la Constitución, pero si se cambia y estamos todos de acuerdo....”, ha empezado diciendo Herrera.
Tras esto, el comunicador ha querido explicarle a José Luis Ábalos, una diferencia muy clara entre el partido de Abascal y los “proetarras” de Bildu. “Y, además, hay una sutil diferencia entre Vox y Bildu. Que Vox no ha matado a nadie ni se ha negado a condenar atentados. Esa es la sutil diferencia”, ha terminado de manera demoledora el comunicador.
NEGOCIACIONES NAVARRA
Todo ha salido a relucir a raíz de Navarra. Sobre los pactos en la Comunidad Foral, el secretario de Organización del PSOE ha afirmado que los socialistas "no negociarán con Bildu" y ha explicado que el PSOE es la formación progresista, no nacionalista, que tiene más respaldo después de Navarra Suma (PP, UPN y Cs).
Ábalos ha recordado que el actual gobierno de Geroa Bai ha perdido y ahora se trata de "equilibrar" un gobierno que "no sea nacionalista, pero sí de impronta progresista. Y nosotros estamos reivindicando la presidencia, obviamente".
Sólo un partido critica la traición de Zapatero y del PSOE ante ETA
Abascal: "Es infame lo que confirman las actas secretas de sus negociaciones"
El consenso perverso: sólo un partido critica la traición de Zapatero y del PSOE ante ETA
Una de las palabras más manidas y devaluadas de las cuatro décadas que llevamos de democracia en España es “consenso”. Se ha utilizado para todo, incluso para las cosas más infames.
Unas actas incautadas en 2008 y que seguían siendo en parte secretas
En enero ya os hablé aquí de las actas sobre la negociación entre el gobierno de Zapatero y ETA, actas que no publicó ni ese ejecutivo, ni el de Rajoy ni el de Sánchez. El caso es que la copia de las actas que conservaba ETA fue incautada en una operación policial en Burdeos el 20 de mayo de 2008. Se conocieron entonces las condiciones puestas por ETA al Estado para dejar de asesinar: legalización de Batasuna, fin de las detenciones de terroristas, liberación de terroristas presos como De Juana Chaos y Bolinaga, derogación de la doctrina Parot -que establecía que las reducciones de penas se aplicaban al total de la condena y no al máximo permitido de estancia en prisión- y la creación de un “teléfono de seguridad” al que podrían recurrir los terroristas en caso de verse en problemas con la Justicia. Sin embargo, parte del contenido de esa copia de las actas había sido mantenido en secreto hasta ahora por la Audiencia Nacional, al ser parte del sumario judicial de la investigación de esa negociación entre el PSOE y el gobierno de Zapatero.
El PSOE ofreció a ETA la fusión de las provincias vascas y Navarra
Este miércoles Europa Press tuvo acceso a dichas actas, ya desclasificadas: los documentos confirman que Zapatero hizo una negociación política con ETA, incluso prometiendo la fusión de Navarra y las provincias vascas. Recordemos que en una entrevista emitida el 7 de junio de 2007 por el canal Cuatro, Zapatero negó haber admitido esos objetivos políticos: mintió. De hecho, ese ofrecimiento de promover la fusión de Navarra y la comunidad autónoma vasca, usando a sus habitantes como simples peones, fue planteado por los representantes del PSOE en aquellas reuniones sólo unos días antes de esa entrevista, unas negociaciones que tuvieron lugar entre el 18 y el 21 de mayo de 2007. A esto hay que añadir que el documento demuestra que Zapatero y el PSOE continuaron su negociación política con ETA incluso después de que los etarras asesinaron a dos personas en el atentado de la T4 de Barajas el 30 de diciembre de 2006.
Zapatero alertó a ETA de una operación policial francesa
Por si no era ya bastante grave lo que conocimos el miércoles, ayer jueves Europa Press reveló más contenido de esas actas, concretamente que Zapatero avisó a ETA a través de un mediador de una operación policial que se preparaba en Francia contra la banda terrorista. El chivatazo fue dado por el entonces presidente del gobierno a finales de mayo de 2005. Recordemos que por entonces el ejecutivo socialista seguía negando siquiera que hubiese contactos con ETA. En el documento, Zapatero aparece citado como “Gorburu”, un nombre en clave que el entonces presidente habría utilizado durante la negociación con los etarras. Una de las actas refleja lo siguiente: “Gorburu le dice al mediador que le han dicho fuentes policiales francesas que después de la detención de Alain tenían preparada un golpe operativo importante contra la Organización“. Según apunta Europa Press, “Alain” era el nombre en clave usado por el etarra Ramón Sagarzazu Gaztelumendi, jefe del aparato internacional de la banda terrorista, detenido por la Policía francesa el 23 de mayo de 2005 en Romans-sur-Isere. La operación revelada por Zapatero pudo ser la que acabó con la detención de Jon Joseba Trotiño, uno de los jefes de ETA, y de otros tres etarras el 28 de julio de 2005 en Brive la Gaillarde, a manos de la Policía francesa.
La verdad sobre el final del terrorismo de ETA: fue ceder ante un chantaje
Los hechos revelados por los documentos desclasificados por la Audiencia Nacional son de suma gravedad. Tengamos en cuenta que la información facilitada por las autoridades francesas al gobierno español sobre operaciones policiales en curso es reservada, y que Zapatero habría usado esa información reservada para alertar a un grupo criminal. Si revisamos el Código Penal, con ese chivatazo a ETA Zapatero podría ser acusado de los delitos de traición (Art. 584, prisión de seis a doce años), revelación de secretos (Art. 598, prisión de uno a cuatro años), colaboración con organización terrorista (Art. 577, cinco a diez años de prisión) y encubrimiento (Art. 451, prisión de seis meses a tres años). Pero además, estos documentos echan por tierra otra idea que se ha repetido mucho estos últimos años: el final de la actividad terrorista anunciado por ETA el 20 de octubre de 2011 no fue el producto de una política de firmeza del Estado de Derecho, sino la consecuencia de ceder ante los criminales en el cumplimiento de la ley, permitiéndoles colarse en las instituciones democráticas sin haber condenado siquiera los crímenes de esa banda asesina. Nos mintieron: el Estado cedió ante un chantaje de ETA. Y eso es un ultraje a las víctimas.
Sólo Vox ha alzado su voz para denunciar esta infamia
Lamentablemente, ese chantaje, que consiste en que ETA deje de matar mientras permitamos que su brazo político haga lo que le dé la gana, ha sido asumido por casi todo el arco parlamentario. Prueba de ello es que estos dos últimos días sólo un partido con representación en las Cortes ha alzado la voz para denunciar la traición de Zapatero y del PSOE con ETA: Vox. Ayer Santiago Abascal denunciaba en su cuenta de Twitter: “De las múltiples traiciones de Zapatero y Rajoy a España, la peor fue rendirse ante ETA. Es infame lo que confirman las actas secretas de sus negociaciones con los etarras. Es un insulto a los muertos y un crimen de Estado que deberá ser juzgado algún día”. Así mismo, el único senador de Vox, Francisco José Alcaraz, que es víctima de ETA, recordaba ayer: “Me sentaron en la Audiencia Nacional por llamar a Zapatero traidor y actuar como embajador de ETA y ahora resulta que las actas me vuelven a dar la razón y esto es tan solo la punta del iceberg”. Aquella querella se la puso a Alcaraz una asociación de abogados próxima al PSOE en octubre de 2007, y el entonces presidente de la AVT ratificó sus palabras ante la Audiencia Nacional. La querella fue archivada en marzo de 2009: la Audiencia Nacional consideró justificadas las críticas de Alcaraz a Zapatero. Sin embargo, el que cometió aquella traición aún no se ha sentado en el banquillo de los acusados.
Un poderoso y perverso motivo para aislar y estigmatizar a Vox
El silencio de los demás partidos demuestra que entre los perversos consensos que se han ido estableciendo en nuestra democracia se incluye la peligrosa idea de que no estuvo mal ceder ante ETA para lograr el fin del terrorismo, que el fin justifica los medios. Eso explica que durante su mandato Rajoy no publicase las actas, aunque por razón de su cargo tenía que conocer sí o sí su contenido. El gobierno del PP no sólo ocultó la infamia cometida por Zapatero, sino que incluso le condecoró en 2012 con el Collar de la Orden de Isabel la Católica, otorgando a sus ministros la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III. Fue el colmo: en vez de censurar sus vilezas y sus mentiras, le otorgaron un premio. Hoy todos los partidos del Parlamento, menos uno, aprueban con su silencio esta canallada. Tal vez a eso responde, entre otras cosas, tanto interés en aislar y estigmatizar a Vox, ya sea por activa (con agresiones, cordones sanitarios y campañas de difamación) o por pasiva (callando y mirando hacia otro lado mientras otros hacen el trabajo sucio). No quieren que Vox estorbe ni que rompa ese consenso perverso, por cuya causa el cumplimiento de la ley, inflexible para los españoles honrados, ha acabado siendo negociable en el caso de los terroristas. Por lo que a mí respecta, esa solitaria voz disidente en medio de la infamia hace que me sienta aún más orgulloso de ser votante de Vox.
De tiranos a socialdemócratas: así se disfrazó el comunismo de la antigua Europa marxista
Diez antiguos partidos únicos son socios del Partido de los Socialistas Europeos
De tiranos a socialdemócratas: así se disfrazó el comunismo de la antigua Europa marxista
La izquierda europea acusa sin cesar de “fascista” y “ultraderechista” a todo partido conservador que discute los dogmas progresistas. Pero casi nadie llama nunca “comunista” a esa izquierda.
Sin embargo, en la Europa central y oriental que estuvo sometida al yugo soviético durante décadas hay muchos motivos para llamar “comunistas” a los que hoy se dicen socialdemócratas. Y es que allí muchas formaciones políticas que hoy se presentan como socialdemócratas son herederas de partidos que ejercieron el poder en las dictaduras comunistas, con excepciones como los partidos comunistas de la República Checa, Georgia, Moldavia, Bielorrusia y Rusia, que son directos herederos de sus predecesores, además del Partido Socialista de Rumanía, hoy denominado así porque le prohibieron usar el término “comunista”. Veremos a continuación qué disfraces eligieron otros partidos únicos de las dictaduras comunistas europeas, entre ellos diez miembros del Partido de los Socialistas Europeos.
El dictador comunista albanés Enver Hoxha en el desfile del 1 de mayo de 1983. Su partido único, el Partido del Trabajo de Albania (PPSH), se convirtió en un partido socialdemócrata en sólo 24 horas tras la caída del comunismo (Foto: ATA).
Albania: el partido único se convirtió en socialdemócrata en 24 horas
La pequeña república bañada por las aguas del Mar Adriático fue uno de los estados más herméticos del mundo durante la dictadura comunista de Enver Hoxha, que se mantuvo fiel al estalinismo. En aquella época el Partido del Trabajo de Albania (PPSH) ejerció el poder absoluto en el país. Tras la caída del comunismo, el PPSH se disolvió el 12 de junio de 1991, y al día siguiente se formó el Partido Socialista de Albania (PPSh), actualmente asociado al Partido de los Socialistas Europeos. Tras una gran pérdida de apoyos en la primera mitad de la década de 1990, el nuevo partido ganó las elecciones parlamentarias de 1997, 2001, 2013 y 2017. Una curiosidad: el Partido Socialista de Albania copió el logotipo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), también miembro del Partido de los Socialistas Europeos.
Alemania: de comunistas opresores a socialistas “democráticos” el mismo día
En la Alemania Oriental, controlada por Moscú, el partido único fue el Partido Socialista Unificado de Alemania (SED): el 16 de noviembre de 1989 cambió su nombre por Partido del Socialismo Democrático (PDS), una cínica denominación teniendo en cuenta la brutal opresión que ejerció el SED en la RDA, que convirtió al país en una gran prisión. En 2005 el PDS pasó a llamarse Partido de la Izquierda (Die Linkspartei), y en 2007 dio lugar a su marca actual, La Izquierda (Die Linke), un partido de extrema izquierda asociado a la Izquierda Unitaria Europea. Los vínculos entre esta nueva marca y el antiguo partido único de la RDA son tan evidentes que el antiguo periódico oficial del SED, Neues Deutschland, es hoy propiedad de Die Linke y mantiene la misma cabecera y la misma línea editorial filocomunista.
El Partido Socialista Unificado de Alemania (SED), partido único de la Alemania comunista, se transformó en “Partido del Socialismo Democrático” (PDS) el mismo día de su disolución. El periódico oficial del SED, “Neues Deutschland”, sigue siendo hoy el periódico oficial de la actual marca electoral del PDS, Die Linke (Foto: DDR Museum).
Bulgaria: el Partido Comunista se hizo socialdemócrata… y se alió con los nuevos comunistas
Durante la dictadura comunista, el partido único de este país fue el Partido Comunista de Bulgaria (BCP). El mismo día de su disolución, el 3 de abril de 1990, se transformó en Partido Socialista de Bulgaria (BSP). Su primer presidente fue Aleksandar Lilov, el último presidente del BCP y uno de los máximos dirigentes de la dictadura comunista. El partido logró la mayoría absoluta en las elecciones constituyentes convocadas en 1990 tras la caída del comunismo, consiguiendo 211 de los 400 escaños de la Asamblea Nacional, pero pasó a la oposición un año después tras las primeras elecciones legislativas. El BSP, que forma parte del Partido de los Socialistas Europeos, volvió a gobernar en 1994, 2005 y 2013 formando coaliciones izquierdistas. El nombre de Partido Comunista de Bulgaria fue adoptado por una nueva formación de carácter marxista-leninista en 1996, que ha venido aliándose con el BSP en todas las elecciones parlamentarias desde 2001, en coaliciones a las que también se han sumado partidos como la Unión de Comunistas de Bulgaria y el Partido de los Comunistas Búlgaros.
Croacia: el partido único se disfrazó de socialdemócrata
Aunque se mantuvo independiente de la URSS, en Yugoslavia hubo también una dictadura comunista, cuyo partido único era la Liga de los Comunistas de Yugoslavia. Su rama croata era la Liga de los Comunistas de Croacia (SKH), que se disolvió el 3 de noviembre de 1990, transformándose en el Partido Socialdemócrata de Croacia. El nuevo partido ganó las elecciones en 2000 y en 2011. Está asociado el Partido de los Socialistas Europeos.
Eslovaquia: el partido único se transformó en “izquierda democrática”
Durante la dictadura comunista, en el territorio eslovaco ejerció como partido único el Partido Comunista de Eslovaquia (KSS), que era la sección eslovaca del Partido Comunista de Checoslovaquia (KSČ). Tras la Revolución de Terciopelo que llevó a la caída del comunismo en Checoslovaquia, el KSS se disolvió el 22 de noviembre de 1990 y ese mismo día formó el Partido de la Izquierda Democrática (SDL), asociado al Partido de los Socialistas Europeos. En 2004 el SDL se integró en el partido Dirección-Socialdemocracia.
Eslovenia: el partido único se disfrazó de “Renovación Democrática”
Igual que en Croacia, la sección local del partido único de la dictadura comunista, la Liga de los Comunistas de Eslovenia, se disolvió el 4 de febrero de 1990, formando ese mismo día el Partido de la Renovación Democrática. A pesar de ese nombre, el partido no hizo una declaración distanciándose de su pasado comunista hasta 2006. Actualmente se hace llamar Social Demócratas, y forma parte del Partido de los Socialistas Europeos. Es un partido minoritario.
Estonia: el Partido Comunista se hizo “laborista democrático”
Tras la invasión soviética de esta República Báltica en 1940, el Partido Comunista de Estonia (EKP) se hizo con el poder, actuando como la rama estonia del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). El EKP se dividió en 1990 entre los partidarios de la independencia de Estonia y los partidarios de mantener los vínculos con la URSS. En 1992, la facción partidaria de la independencia formó el Partido Laborista Democrático Estonio (EDTP), que acabó asociándose con otros partidos comunistas y de ultraizquierda en el Partido de la Izquierda Europea en 1995. En 2004 se convirtió en el Partido de la Izquierda Estonia (EVP). Hoy en día es un partido marginal. La facción del EKP fiel a la URSS acabó siendo ilegalizada tras apoyar el golpe de Estado prosoviético de agosto de 1991.
La cúpula del Partido Socialista Obrero Húngaro (MSzMP) en el desfile del 1 de mayo de 1961 en Budapest. Ese partido único se hizo socialdemócrata el mismo día de su disolución (Foto: Sziklai Dezső).
Hungría: el partido único se hizo socialdemócrata el día de su disolución
Durante la dictadura comunista, el partido único del país fue el Partido Socialista Obrero Húngaro (MSzMP), formado en 1956 tras la reorganización del Partido Obrero Popular Húngaro a raíz de la revolución anticomunista que sacudió el país ese año. Tras la caída del comunismo, el MSzMP se disolvió el 7 de octubre de 1989, y ese mismo día sus dirigentes decidieron fundar el Partido Socialista de Hungría (MSZP), cuyo primer presidente fue Rezső Nyers, hasta entonces presidente del partido único y último dictador comunista de Hungría. El MSZP forma parte del Partido de los Socialistas Europeos.
Letonia: del ilegalizado Partido Comunista al Partido Socialdemócrata
Tras la invasión soviética de Letonia en 1940, el Partido Comunista de Letonia (LKP) se hizo con el poder, convirtiéndose más adelante en la rama letona del PCUS. El LKP fue ilegalizado tras la independencia de Letonia en 1991. Un poco antes de que eso ocurriese, una parte del partido se escindió para acabar formando el Partido Socialdemócrata de Letonia (LSP), de ideología comunista y nacionalista, acabó integrándose en 1999 en el Partido Socialdemócrata de los Trabajadores de Letonia (LSDSP), que forma parte del Partido de los Socialistas Europeos como observador, y que siempre ha sido muy minoritario y a día de hoy no tiene representación en el Parlamento letón.
Lituania: la Navidad que convirtió a comunistas en laboristas “demócratas”
Igual que en Letonia, la invasión soviética de Lituania en 1940 llevó al poder al Partido Comunista de Lituania (LKP). Ejerció como el partido único en el territorio lituano como la rama local del PCUS, declarándose independiente de éste el 24 de diciembre de 1989, durante la Revolución Cantada que devolvió su independencia a Lituania. En esas mismas fechas navideñas, los dirigentes del LKP fundaron el Partido Democrático Laborista de Lituania (LDDP), de ideología comunista, que en 2001 se acabó integrando en el Partido Socialdemócrata de Lituania (LSP), que en la actualidad es muy minoritario en el país y forma parte del Partido de los Socialistas Europeos.
Montenegro: el partido único de convirtió en “socialista democrático” y no ha abandonado el poder
Igual que ocurrió en Croacia, la sección local del partido único de la dictadura comunista, la Liga de los Comunistas de Montenegro, se disolvió el 22 de junio de 1991 y ese mismo día formó el Partido de los Socialistas Democráticos de Montenegro (DPS). El nuevo partido siguió dominando el Parlamento de Montenegro por mayoría absoluta hasta 1998, y desde entonces ha seguido estando en el gobierno mediante coaliciones. Está asociado al Partido de los Socialistas Europeos.
El décimo congreso del Partido Obrero Unificado Polaco (PZPR) en julio de 1986. Ese partido único se convirtió en “Socialdemocracia de la República de Polonia” 24 horas después de su disolución (Foto: Yuri Somov / RIA Novosti).
Polonia: el partido único se convirtió en socialdemócrata en 24 horas
Durante la dictadura comunista impuesta por Stalin en Polonia, el partido único era el Partido Obrero Unificado Polaco (PZPR). Desaparecido en 1990, sus antiguos dirigentes crearon una nueva marca sólo un día después de la disolución del PZPR: la Socialdemocracia de la República de Polonia (SRP), hoy socio del Partido de los Socialistas Europeos. El primer presidente de la SRP fue Aleksander Kwaśniewski, que había sido ministro de la dictadura comunista. El nuevo disfraz socialdemócrata fue muy eficaz: Kwaśniewski acabó convirtiéndose en presidente de Polonia sólo seis años después de la caída del comunismo, mediante una coalición llamada Alianza de la Izquierda Democrática (SLD). Aunque no tiene representación en el Parlamento polaco, esta marca fue en coalición con partidos de diverso signo en las elecciones europeas del pasado domingo, logrando un escaño en Bruselas para otro antiguo dirigente de la dictadura comunista: Leszek Miller.
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