La CUP no vota y permite que prospere la moción de los socialistas contra el Govern, apoyada por Ciudadanos.
El 'president', Quim Torra, junto a la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, este jueves.
La oposición en el Parlament ha reprobado este jueves al Gobierno de la Generalitat, al prosperar una moción impulsada por los socialistas catalanes que tacha de "inoperante" al Ejecutivo de Quim Torra. Todos los grupos de la oposición han instado al president a que se someta a una cuestión de confianza o que convoque elecciones, tras constatar la parálisis del Govern, que ha sido incapaz de presentar unos presupuestos. Torra, el miércoles, ya avisó de que no estaba dispuesto a hacer "ni una cosa ni la otra". La moción ha contado con los votos favorables de PSC, Catalunya en Comú-Podem, PP y Ciudadanos, que hasta el final no había desvelado cuál sería su posición. La CUP, en un duro discurso contra Torra en el que le ha exigido que adelante las elecciones, ha restado credibilidad al texto del PSC y no ha votado, lo que ha permitido que la moción se haya aprobado finalmente con 62 votos a favor y 61 votos en contra.
La moción impulsada por los socialistas catalanes es un duro revés a la gestión de Torra, que con esta votación ha constatado que no tiene la mayoría en el Parlament. Los grupos que han apoyado la moción, y que por lo tanto piden una moción de confianza o un adelanto electoral, han cosechado más votos que Junts per Catalunya y ERC, formaciones que sostienen al Govern y que, pese a tener 66 escaños, solo cuentan con 61 votos a causa del procés. Precisamente, los independentistas han lamentado que la moción haya salido adelante aprovechando que no cuentan los votos de cinco diputados que se encuentran en la cárcel o en el extranjero —huidos de la justicia— por el procés. Los socialistas han recordado que esta circunstancia es fruto de la decisión de estos políticos, que decidieron no designar a un sustituto en la Cámara, cosa que sí hicieron otros diputados como Oriol Junqueras o Raül Romeva.
El resultado de la moción no es vinculante, ya que solo compete al presidente de la Generalitat la posibilidad de someterse a una cuestión de confianza o de adelantar las elecciones. Así lo recordó ayer Torra en el pleno, donde retó a la oposición a presentar una moción de censura con un candidato alternativo a la investidura. Pese a que esta mayoría alternativa no existe en la práctica, la portavoz del PSC, Eva Granados, ha defendido su moción y ha asegurado que Torra "ha dimitido de sus responsabilidades". "¿Cómo puede retar a la oposición, si ustedes no gobiernan ni han presentado presupuestos?", se ha preguntado Granados. La portavoz de los socialistas ha instado a Torra a intentar revalidar su mayoría con una moción de confianza, o, "si quiere mirar a la ciudadanía a la cara directamente", convocar nuevas elecciones.
Las críticas de la oposición se han centrado en el hecho de que el Govern no ha presentado unos presupuestos para este año. Solo fue capaz de explicar en el Parlament las líneas maestras de su proyecto pero, consciente de que no podría aprobarlos, no los llevó a votación. "Mientras tanto, los catalanes vamos para atrás, continúa la desigualdad y aumentan las listas de espera. Cataluña está directamente en lista de espera", ha aseverado Granados.
En la misma línea se ha expresado la portavoz de Ciudadanos, Lorena Roldán, aunque antes de dar el "sí" a la moción ha dado un amplio rodeo en el que ha lanzado la caballería montada contra el PSC. “Un PSC que se ha tragado el marco separatista enterito”, les ha recriminado. Y ha seguido: “Si la pregunta es si compartimos el diagnóstico de que con Torra vamos a peor, ¿por qué le dieron coba desde el Gobierno de España con Pedro Sánchez mendigando reuniones con Torra?". En opinión de Roldán, el PSC es “cómplice” del abandono del Govern, aunque ha aclarado que su partido no renuncia "a defender los derechos de los catalanes", antes de anunciar que votarían a favor.
Los comunes también han aprovechado su intervención para criticar al PSC y, aunque han votado a favor de su moción, han asegurado que los socialistas son responsables de la "excepcionalidad política" que, entienden, está en el origen de la parálisis que vive el Ejecutivo catalán. Para superar esta parálisis, la portavoz Susanna Segovia ha pedido a Torra que se someta a una cuestión de confianza y, si no, que adelante las elecciones. Alejandro Fernández, del PP, ha puesto el acento en que el Govern ha perdido la mayoría en la Cámara, y ha recordado que Torra no ha cumplido ninguno de los puntos de su plan de Gobierno. "Yo puedo entender que la CUP se sienta estafada. Que ustedes no tengan mayoría parlamentaria se debe a que sus socios se han sentido traicionados sistemáticamente", ha asegurado.
Sin duda, el discurso más duro ha sido el de la diputada de la CUP, Maria Sirvent, quien ha anunciado la negativa a participar en la votación de la moción del PSC: “Los que hicieron a Soraya de Santamaría presidenta de la Generalitat del 155 no tienen legitimidad para nosotros. Es una tomadura de pelo y no participaremos en la votación. ¿Qué credibilidad tiene Iceta que defiende un referéndum y 24 horas después se desdice? ¿qué credibilidad puede tener usted para este país?”. El grupo, que se situó en la oposición el día de la investidura de Torra, ha dejado claro que su Gobierno ya no es una opción válida: “Es evidente que no gobiernan, que el país está en la intemperie, que este es un independentismo de business y que hacen falta nuevos liderazgos".
ELPAIS
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