Sí, no me queda más remedio que felicitarle. En ningún caso por su labor al frente de su Gobierno que ha sido desastrosa, sino por haber conseguido su objetivo de lo que hace años era ya impensable: enfrentarnos a los españoles y dividirnos ideológicamente en dos bandos, que a Vd. le gustaría fueran irreconciliables. Es Vd. un artista. Ha logrado romper la convivencia que con tanto sacrificio y trabajo lograron nuestros padres y abuelos durante los 40 años de la capitanía del Generalísimo Franco y que la Transición política materializó en una Constitución en la que, a pesar de sus imperfecciones, cabíamos todos. Ha conseguido que hoy en las conversaciones privadas y en las tertulias televisivas se hable de la guerra civil de hace 80 años, como si fuera algo reciente. Es curioso, Vd. que nació después de la muerte de Franco y, consecuentemente, no tiene ni la más remota idea de quién fue y lo que representó, ha puesto su figura en la realidad más inmediata. Si bien reconozco que colocando al Generalísimo en el centro de la polémica ha conseguido lo que antes le decía: dividirnos a los españoles en opiniones encontradas; claro que también ha conseguido despertar a bastante más de media España que, sin darse cuenta, comienza a añorar muchas de las políticas de aquel Régimen. Aquella por Vd. odiada “dictadura”(como Vd. la llama) que sacó a España de la miseria e ignorancia, y que cuando murió su capitán en una cama de un hospital de la Seguridad Social, era la octava potencia industrial del mundo, es hoy un sistema político cada vez más estudiado y conocido por nuestros jóvenes de todo sesgo ideológico. A Vd. se lo debemos. Sí, un Régimen autoritario pero cada vez más comprendido como un sistema circunstancial y necesario para sacar a España de la pobreza y de la indigencia cultural. No insistiré en esto. Es vana tarea el que Vd. comprenda esto. Su odio e incapacidad cultural no harán posible que le convenza.
Nos encontramos ahora enzarzados en una campaña electoral en la que, a través de todos sus ramales mediáticos, insiste un día sí y otro también en ahondar las diferencias ideológicas entre españoles tal que si nos encontráramos en los finales de los años treinta. Sucede que yerra Vd. por completo, pues es evidente que los postulados que defiende son trasnochados y la España depauperada e inculta de aquellos años ya no es la de hoy. Vd. y sus colegas aburguesados con las barrigas bien llenas y con suntuosas “dachas” no lograrán engañar al españolito medio que, por otro lado, ya no es tampoco el de entonces gracias, en primer lugar, a la enorme obra social de su odiado Régimen y a algunas políticas posteriores que desde luego no son las suyas. También hay que reconocer que tanto Vd. como sus correligionarios ideológicos adolecen del nivel cultural e intelectual de muchos de sus antecesores de aquellos tiempos, si bien su sectarismo llega incluso en ocasiones a superarles.
Una de sus últimas felonías consiste en estos momentos en tratar de identificar a determinados partidos políticos – especialmente los emergentes y VOX en concreto – con la FNFF, con la única finalidad de presentarlos como una extrema derecha radical. De nuevo va a errar Vd. Esos partidos a los que Vd. pretende demonizar están recogiendo sencillamente el legado de una España que se resiste a morir en sus manos: la España que trabaja para el futuro, la España que siente sus raíces cristianas, la España que quiere permanecer unida. Y sí, esos ideales son los que desde la FNFF defendemos desde la historia que Vds. pretenden borrar con su Ley de Memoria Histórica pero esto no quiere decir en ningún caso que formalmente ni VOX ni la FNFF estén ligados más que por las circunstancias expresadas. VOX es un partido político y la FNFF no es más que una Fundación con vocación de defender nuestra historia. Nada más.
Vd., Sr. Sánchez, lejos de las corrientes europeístas que se dividen entre los que optan por una globalización de las relaciones internacionales y de otra por los que apuntan más a una reconsideración del Estado-Nación, nos retrotrae a 80 años atrás estableciendo una divisoria prehistórica entre una izquierda marxista y una derecha capitalista, conceptos ya casi obsoletos. Se ha quedado Vd. en las catacumbas. Ya decía al comienzo de estas líneas que le reconozco éxito en su alocada y trasnochada intención. Así veo lo que está sucediendo en estos tiempos preelectorales en España, si bien no sé si es Vd. consciente de que va a pinchar en hueso. Esta FNFF no está sola en la defensa de la España unida y trabajadora, de la España de bien y siempre contra las ideas marxistas bolivarianas que nos quiere imponer. Sí, se avecinan tiempos malos para nuestra Patria con su presencia en las Instituciones, toda vez que no es bueno para ninguna nación tener a un Presidente en el Gobierno que gobierna odiando a todos aquellos que no piensan como él. Un Presidente sectario, en definitiva, que además no respeta la historia de su pueblo. Sus intentos fallidos, hasta el momento, de exhumar los restos del Generalísimo Franco del Valle de los Caídos, de desacralizar la Basílica y, en definitiva, derribar la inmensa Cruz de Cuelgamuros, no son más que una muestra de la incompetencia manifiesta de su Gobierno. Pudiera suceder que ganara Vd. las elecciones y que con cuatro años por delante las circunstancias cambiaran al tener más tiempo y actuara deslegitimando el ordenamiento jurídico presente pero en cualquier caso siempre tendrá enfrente unos irreductibles españoles que no olvidamos ni olvidaremos a tantos Caídos cuya muerte no será nunca en vano.
Sí, Sr. Sánchez, aquí estaremos siempre luchando por Dios y por España.
De momento ha logrado Vd. dividir a nuestra sociedad en buenos y malos pero entérese: algunos nunca nos rendiremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario