domingo, 2 de septiembre de 2018

Jueces en cuestión


¡Menudos jueces… los de Schleswig-Holstein! En su rechazo a considerar la existencia de los delitos de rebelión y sedición que les pedía el juez Larena en la euroorden emitida para su entrega a España se equiparaba la sedición y rebelión de que están acusados los dirigentesindependentistas catalanes con las protestas habidas en Alemania como consecuencia de la ampliación de las pistas del aeropuerto de Frankfurt. Señalaban que la condena sería meramente simbólica. Por increíble que pueda parecer ese era uno de los argumentos utilizados en su resolución por los jueces del tribunal de Schleswig-Holstein. Es algo inexplicable en un tribunal de un país de la Unión Europea. La respuesta, por elevación, a esos jueces de Schleswig-Holstein se la ha dado la Sala de Apelaciones del Supremo en un auto dictado como respuesta al recurso interpuesto por Jordi Sánchez contra la decisión del juez Larena de denegarle la libertad.
Van a perdonarme la extensión del texto recogido del auto en cuestión, pero no tiene desperdicio y coloca a los jueces de Schleswig-Holstein en el lugar que se merecen después de haber protagonizado una verdadera astracanada judicial: «En nuestro caso no se trataba de ampliar o no una de las pistas del aeropuerto de El Prat de Llobregat, y que ello generara la protesta de miles de manifestantes para impedirlo. Lo que aquí realmente sucedía era que después de más de dos años dedicados a laminar el ordenamiento jurídico estatal y autonómico, y oponerse frontalmente al cumplimiento de sentencias básicas del Tribunal Constitucional, se culminaba el proceso secesionista dentro de un país de la Unión Europea, con una democracia asentada, poniendo las masas en la calle para que votaran en un referéndum inconstitucional oponiéndose a la fuerza legítima del Estado que protegía unos supuestos colegios electorales… Si los hechos que se han venido cometiendo en España se hubieran perpetrado en un Land de Alemania…no parece muy factible que todo ello se saldara con una sentencia condenatoria meramente simbólica», como se dice en la resolución del tribunal de Schleswig-Holstein.
Estos párrafos del auto no tienen desperdicio. No sólo argumentan contra el recurso de Sánchez sino que también dan un soberano repaso a unos jueces que, por circunstancias que ignoramos, pero que en cualquier caso no parecen las más adecuadas para quienes dictan sentencias de graves consecuencias, establecieron una impresentable comparación entre las protestas generadas en Alemania por la ampliación de un aeropuerto y los gravísimos incumplimientos, protagonizados por Puigdemont y sus adláteres, de la legalidad de un Estado del que él era representante en una comunidad autónoma, que es el estatus de Cataluña en nuestro ordenamiento constitucional, refrendado por los españoles, incluidos los catalanes cuando fue votada la Constitución que está en vigor.
Fueron muchos los españoles que se sintieron burlados por la actuación de los jueces de Schleswig-Holstein cuando señalaron que sólo encontraban indicios de malversación, en modo alguno de rebelión y sedición, en el fugitivo Puigdemont y comparaban los altercados vividos en Cataluña el pasado otoño con las protestas vividas en Alemania por la ampliación de un aeropuerto. Sólo la existencia de fuertes prejuicios alentados por viejos tópicos que presentan a la España de hoy según planteamientos trasnochados, y en modo alguno asumibles por alguien cuya misión es impartir justicia, explican la resolución de esos jueces alemanes.
(Publicada en ABc Córdoba el 1 de septiembre de 2018 en esta dirección)

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