La empresa Task Force cuadruplicó sus pérdidas con ella de consejera
Pedro Sánchez y Begoña Gómez
La experiencia de la mujer de Pedro Sánchez ha sido alegada como decisiva en procesos de contratación posteriores como el llevado a cabo por la Universidad Complutense. Y lo cierto es que esa experiencia es descriptible: Begoña Gómez entró como consejera de la consultora empresarial Task Force cuando la firma tenía beneficios y acabó esa etapa como consejera con un desplome de la compañía y un incremento imparable de las pérdidas. Taskforce quedó de tal manera que fue absorbida por Inmark, firma que pactó el mantenimiento en sus cargos de algunos de los directivos pero que lo primero que hizo fue esconder durante un tiempo a Begoña Gómez por las implicaciones que podía suponer a causa de su matrimonio con el entonces ya secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.
Las cuentas de Task Force, comprobadas por OKDIARIO, revelan la evolución de la firma desde la entrada de Begoña Gómez como consejera. Ella se incorpora en esa posición el 22 de noviembre de 2012. El mismo momento en el que se suma, además, como secretaria del Consejo. Y sale de ambos cargos en la misma fecha en la que se lleva a cabo la extinción de la firma y la absorción por Inmark: en octubre de 2014.
Hay que recordar que Pedro Sánchez fue elegido secretario general del PSOE en julio de ese mismo año. Es decir, que cuando Inmark decidió mantener en un cargo directivo a Begoña Gómez, él ya era el líder de un Partido Socialista que lideraba la oposición y que contaba con claras expectativas de llegar al Gobierno en algún momento. Begoña Gómez, de hecho, se acabó quedando en Inmark como directora de consultoría en outsourcing comercial.
Pues bien, durante su paso por la cúpula de la absorbida Task Force, las cuentas de la compañía pasaron de los beneficios a las pérdida cuantiosas. Así, si en 2011 y ya en plena crisis la empresa cerró con un ebitda positivo de 61.928,43 euros y un resultado neto de 38.988,24 euros, las cosas cambiaron tras su entrada. En 2012, los números negros dieron paso a un ebitda negativo de 105.666,01 euros y unas pérdidas netas de algo más: 112.356,29 euros. Y en 2013 -último año con cuentas cerradas anuales antes de la absorción- las pérdidas se dispararon: ebitda negativo de 246.070,69 euros y resultado neto en rojo de 139.328,83 euros.
Y todo ello, en un periodo de tiempo en el que, sin embargo, el mercado laboral y el PIB español iniciaron su remontada dejando atrás los peores años de la crisis iniciada en la etapa de Rodríguez Zapatero.
Pero en ese mismo periodo de tiempo, lejos de mejorar la salud económica de la compañía de Begoña Gómez, lo cierto es que donde había casi 62.000 euros de ebitda positivo y casi 40.000 euros de beneficios netos, pasó a haber casi 140.000 euros de pérdidas netas y casi 250.000 euros negativos en Ebitda -más de cuatro veces el registro positivo previo a la incorporación de la mujer de Pedro Sánchez-.
No sería justo atribuir en exclusiva ese resultado a Begoña Gómez. Pero, evidentemente, tampoco hablar de su gran experiencia empresarial, cuando ella fue uno de los miembros del equipo directivo top en aquel momento en el que la empresa se fue a pique.
Y, pese a ello, lo cierto es que la Complutense ha esgrimido oficialmente su “experiencia” como factor clave para contratar para dirigir másteres y dar clases de títulos propios universitarios a una persona que no tiene titulación oficial alguna y que, además, ha falsificado una licenciatura inexistente, tal y como ha adelantado OKDIARIO.
Hay que añadir que Inmark, el grupo empresarial en el que siguió trabajando Begoña Gómez, logró 12 millones de dinero público para ayudar al Servicio Público de Empleo Estatal y a la Fundación Tripartita -donde se integran los sindicatos- a insertar parados, según la documentación que ya ha sido publicada por OKDIARIO.
Mientras su marido luchaba frontalmente contra la reforma laboral del Partido Popular y todas las medidas puestas en marcha para reducir el desempleo, el grupo Inmark, en el que se inserta Inmark Europa, en el que tenía rango de directora Begoña Gómez, recibía dinero de las administraciones públicas para reinsertar personas desempleadas en el mercado laboral. A la vez que recibía estas subvenciones, el grupo de la empresa de la mujer de Sánchez, que copa la actividad en España, realizó ajustes de plantilla que le permitieron recortar sus costes laborales en un 44%.
A lo largo de ese periodo, de hecho, el grupo Inmark decidió ocultar en su portal de Internet que Begoña Gómez contaba con cargo directivo en la compañía. Así, la web de Inmark Europa pasó de ofrecer un amplio currículum de su directora de consultoría comercial, a dejarlo en una mera referencia que, encima, ahora sabemos que era falsa: Begoña Gómez Fernández tan sólo aparecía como licenciada por la Escuela Superior de Marketing y Negocios, y Máster de ESIC en Dirección de Empresas.
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