El futuro president reconoce que no sabe si podrá ocupar el despacho oficial de la presidencia por las reticencias de Puigdemont
El candidato a la presidencia de la Generalitat, Quim Torra, ha adelantado este viernes las que van a ser sus prioridades si finalmente resulta investido el próximo lunes. Y estos objetivos pasan por continuar el pulso con el Estado. En una entrevista a TV3, Torra ha dicho que entre sus medidas estará el impulso de “un proceso constituyente” y continuar lo que él ha denominado “proceso de construcción republicana”. Esto lo hará tras hacer una evaluación del impacto que han tenido sobre las estructuras de la Generalitat los seis meses de intervención a través del artículo 155 de la Constitución. El candidato ha asegurado: "Estamos hablando de una crisis humanitaria, tenemos gente en la prisión y en el exilio". Torra no ha sido capaz de aclarar si su intención es agotar la legislatura ni hasta qué punto estará tutelado por Carles Puigdemont, que aspira a seguir gobernando desde Berlín.
Torra ha explicado que el gobierno de la Generalitat tendrá tres fuentes de acción política. Por este orden, el primero es el que denomina “espacio exterior”, o sea, el entorno de Puigdemont y del gobierno cesado por el 155. El segundo son las propias instituciones catalanas. Y el tercero a través de la “ciudadanía movilizada”. Ha afirmado que su intención es dejar clara la situación de excepcionalidad que vive la política catalana, por lo que piensa en medidas visibles como instalar un gran lazo amarillo en la fachada de la Generalitat. Él mismo ha comparecido en la primera entrevista luciendo uno de estos símbolos en apoyo a los políticos independentistas encarcelados. También ha anunciado que piensa poner “gran énfasis” en la “internacionalización” de la situación política catalana.
Son muchas las preguntas que Torra no ha aclarado. Entre ellas si ocupará o no el despacho del presidente de la Generalitat que Puigdemont ha pedido que quede vacío para visualizar la crisis política catalana. “Como presidente yo trabajaré en las dependencias de la Generalitat, aunque desconozco donde”, ha dicho Torra. Tampoco ha aclarado si piensa mantener la vía de la desobediencia como su antecesor. “Yo solo contemplo la posibilidad de obedecer al Parlamento de Catalunya” , ha dicho para responder a la pregunta de si obedecerá o no el marco constitucional. En este sentido, ha insistido en que el referéndum ilegal del 1 de octubre les “obliga” a iniciar un proceso constituyente. “Y lo haremos”, ha dicho.
La elección de Torra por parte de Puigdemont para sucederle en el cargo ha llegado cargado de polémica, especialmente por los tuits de carácter xenófobo que el diputado de Junts per Catalunya ha escrito de forma reiterada. Sobre esta polémica Torra se ha limitado a “pedir disculpas si alguien lo ha entendido como una ofensa” . “Lamento mucho que toda una trayectoria pública y profesional se vea bajo vigilancia por seis tuits publicados hace seis años”, ha dicho obviando que los tuits polémicos fueron muchos más y publicados de forma reiterada.
Torra pertenece al ala más dura del independentismo, no está encuadrado en ningún partido y despierta todo tipo de recelos incluso dentro del movimiento secesionista. Tanto el PDeCAT, el partido de Carles Puigdemont, como Esquerra Republicana han recibido con frialdad el nombramiento de Torra. Con todo, no se espera que ningún diputado de estos partidos se descuelgue en la votación que se realizará mañana y que previsiblemente se repetirá el lunes para hacer la investidura efectiva.
El País
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