jueves, 8 de febrero de 2018

El Gobierno advierte a Torrent de que su situación es "muy delicada




El presidente del Parlament, Roger Torrent / EFE© EFE El presidente del Parlament, Roger Torrent 
El Gobierno aguarda los próximos pasos del independentismo elaborando "análisis sobre hipótesis". Trabaja en varias pistas en un intento de estar preparado para las imprecedibles piruetas de Puigdemont. Y a la espera de nuevos números circenses, alerta al director de escena de las responsabilidades y de los riesgos que asume si permite ejercicios fuera de cartel.
Roger Torrent tiene en su mano la batuta. En opinión del Gobierno, como advierte Sáenz de Santamaría, la posición del presidente del Parlament entra ya en el terreno de lo "muy delicado".
Torrent no mueve ficha para desbloquear la situación y propiciar la salida del limbo político y jurídico en el que se ha sumido Cataluña, e insiste en mantener en pie la candidatura del prófugo Carles Puigdemont a la investidura.
Para la vicepresidenta, no cabe ninguna duda de que Roger Torrent no puede permitir una investidura simbólica de Puigdemont, tal y como sugieren ahora las fuerzas secesionistas, sin incumplir de lleno las decisiones del Constitucional. "No", rotundamente. Así se pronunció ayer en conversación con un grupo de periodistas en el Senado cuando se le planteó el nuevo escenario que proponen los fieles del ex president huido. "Torrent sabe muy bien lo que le ha dicho el TC", recalcó.
Para el Gobierno es meridiano que la investidura en Cataluña está reservada para diputados que cumplen la ley y se presentan ante la Cámara para exponer su programa y solicitar su confianza. En definitiva, nada más lejos de un personaje como Puigdemont "fugado de la Justicia y con una orden de búsqueda y captura por los delitos de rebelión, sedición, malversación, prevaricación y desobediencia".
Tampoco es viable la sugerencia de propiciar por vía de urgencia un cambio en la Ley de la Generalitat para que Puigdemont pueda ser desde Bélgica presidente de un "consejo de la república catalana". Desde el Gobierno se recuerda que para modificar leyes es necesaria la formación previa de un Ejecutivo porque sólo después de este paso imprescindible se pueden constituir en la Cámara las oportunas comisiones legislativas en las que deben tramitarse los cambios de las normas con rango de ley. El Reglamento del Parlament establece en concreto que las comisiones legislativas se constituyen siete días hábiles después de la formación del Govern.
Además, a Torrent se le advierte desde el Gobierno de que no puede mantener bloqueada la situación sine die. El Parlament está paralizado aguardando un informe inminente de los letrados -que no es de obligado cumplimiento- sobre el momento a partir del cual, en un escenario en el que no ha habido ni pleno ni votación de investidura, debe empezar a contabilizarse el plazo de dos meses al término del cual, en ausencia de Gobierno, se disuelve automáticamente la legislatura y se convocan nuevas elecciones.
Torrent ha desoído hasta ahora las voces que le reclaman admitir la realidad y el contenido de la decisión del TC y, en consecuencia, dar por imposible la investidura de Puigdemont y emprender una nueva ronda de consultas con las fuerzas representadas en el Parlament para proponer otro candidato "viable y sin cargas judiciales".
El impás, en opinión del Gobierno, no puede mantenerse más tiempo porque, como señala Santamaría, sólo evidencia que el independentismo sitúa el interés de una sola persona -el prófugo Puigdemont- por delante del de todo el pueblo catalán. "Si en lugar de estar todos pendientes de Puigdemont estuvieran pendientes de Cataluña, otro gallo les cantaría", remachó este martes.

No hay comentarios: