sábado, 6 de enero de 2018

¿Se alejará la CUP de Junts x Catalunya?

De momento hay dos fechas muy importantes; el 15 y el 17 de enero. La primera puede tener repercusión en la segunda. El 15 de enero, se conocerá la sentencia del Caso Palau y se sabrá si los políticos de CDC saldrán "salpicados" y esto puede modificar los pactos entre los partidos independentistas para hacerse con la presidencia de la Generalitat y que no lleguen a materializarse.
¿La CUP dará su voto a Junts x Catalunya, en estas circunstancias? La otra alternativa, ¿Catalunya en Comú Podem se prestará a suplir a los antisistema con sus votos, después de haber dicho por activa y por pasiva que no apoyaría a un gobierno independentista? En política nunca dos más dos son cuatro, sino que depende.
La sentencia del Palau y la estancia de los diputados de ERC y Junts x Catalunya en Bruselas, y sin la posibilidad legal, de poder votar al candidato puede marcar la posible investidura del nuevo presidente de la Generalitat, que por mucho que lo reivindique para si Puigdemont, no volverá a ocupar de nuevo el cargo, por razones más que obvias.
Si todos no regresan como parece lo más probable, a no ser que en el último minuto aterrice un avioneta con todos ellos juntos, en la puerta del Parlament, ¿será posible? La situación no se dará. También queda la alternativa de que todos ellos renuncien, ocupen sus lugares los siguientes de las respectivas listas, sumen votos, y les apoyen los de la CUP, pero ¿quién será el candidato a presidente entonces? Estoy haciendo muchas conjeturas.
¿Pero qué puede ocurrir si la CUP no los vota por la sentencia del Palau? Esa es la cuestión que se puede presentar el día 17.
Tampoco hay que olvidarse, de la composición de la Mesa del Parlament y la elección de la persona que debe ocupar el sillón de la presidencia, que tampoco está nada claro. Siguen las negociaciones, pero parece que Carmen Forcadell, si no hay cambios, no será la elegida. El coste "emocional" que ha tenido en la anterior legislatura no le anima a estar en primera fila política, por lo que pueda pasar. Tampoco se lo han propuesto formalmente los partidos.



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