La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, destina 150.000 euros de los presupuestos para la Asociación Catalana de Municipios (ACM), que preside Miquel Buch, exalcalde de Premià de Mar y que concurrió en las listas de Junts per Catalunya el pasado 21 de diciembre. Buch (PDeCAT) ha sido uno de los máximos defensores de la vía unilateral encabezada por Carles Puigdemont dentro del partido y ha anunciado que dejará la presidencia a principios de año, con vistas a integrarse en su futura ejecutiva.
En los últimos meses, coincidiendo con el punto álgido del desafío secesionista, la asociación, representativa del mundo municipal de Cataluña, se ha declarado abiertamente partidaria de la independencia.
En septiembre, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) admitió a trámite la querella presentada por la Fiscalía contra Buch y la presidenta de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), Neus Lloveras, por contribuir presuntamente con sus actos a la celebración del referéndum del 1 de octubre, suspendido por el Tribunal Constitucional.
En la querella, la Fiscalía atribuía a los responsables de la AMI y la ACM haber “realizado actos inequívocos de promoción y organización de esta inconstitucional convocatoria referendaria”, con lo que se les señalaba por los delitos de desobediencia, malversación y prevaricación y se solicitaba, como medida cautelar, el cierre de las webs de ambas asociaciones por considerar que se daba “una apariencia de cobertura legal y de normalidad a la celebración de un referéndum secesionista”.
Las asociaciones organizaron también el viaje de 200 alcaldes a Bruselas, a principios de noviembre, para protagonizar un acto con el expresidente Carles Puigdemont, pocos días después de su fuga. En el evento, que tuvo que celebrarse en una sala cultural de la capital belga tras las reticencias del Parlamento Europeo, se protestó por lo que se consideró una “persecución judicial e ideológica al Gobierno catalán”, tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
Buch se ha convertido en un hombre clave en la estrategia del president cesado. De hecho, estuvo presente en la reunión, en el Palau, convocada para decidir sobre la declaración de independencia en el Parlament, algo que se produjo el 27 de octubre.
Además, lideró el ‘cierre de las’ de los alcaldes independentistas con el procés, encabezando iniciativas como la recepción de Puigdemont a los regidores investigados por firmar decretos de apoyo al referéndum.
La asociación ha promovido distintas mociones municipales a favor de la independencia, una de ellas, el 22 de octubre, en la que se instaba a los consistorios a “manifestar el apoyo al Gobierno de Cataluña y el Parlamento para hacer efectivo el mandato popular del pasado 1 de Octubre”.
La ACM presume de unas cuentas ciertamente saneadas, sin duda, por las cuantías de los “socios”, es decir, los ayuntamientos catalanes a través de sus presupuestos municipales.
Así, en su última auditoría, correspondiente a 2016, se declaran unos ingresos de 4.782.839 euros, de los cuales 1.810.907 corresponden a cuotas de sus socios, 1.936.333 a “prestación de servicios”, 726.976 a “otros ingresos de explotación”, 45.155 a “ingresos financieros” y 263.466 a “ingresos extraordinarios”.
En el mismo ejercicio, los gastos ascendieron a 3.776.960 euros, con lo que la asociación registró un superávit de más de un millón de euros.
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