Varias madres de la escuela Mosén Albert Vives de La Seu d'Urgell (Lleida) denunciaron al juzgado que profesores de 4º de Primaria explicaron el 2 y el 3 de octubre en horario lectivo a niños de en torno a nueve años que "la Guardia Civil es mala y pega a la gente" y también justificaron la huelga con expresiones como "han pegado a la gente que quería votar y han matado a una persona". Cinco docentes de la Mosén Albert Vives y tres de otros colegios están citados a declarar hoy ante el juez por presuntos delitos de incitación al odio dentro de las aulas.
El juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de La Seu d'Urgell llama a declarar a los docentes tras oír a los progenitores de diferentes alumnos. Hay un matrimonio de guardias civiles cuyo hijo estudia en 2º de Primaria en el Mosén Albert Vives y que relató también que la profesora les dijo en clase que había que hacer la "vaga" (huelga) el día 3 de octubre y que "los guardias civiles y los policías son malos, que los únicos buenos son los Mossos y que la Policía pega a la gente", según consta en el relato de los hechos que recoge la Alta Inspección de Educación en Cataluña.
El niño le rogó a su madre, con lloros, que no hablara con la profesora ni con la dirección del centro porque tenía miedo a que le pegaran. El propio menor le manifestó a su madre que la maestra les indicó el 5 de octubre a los alumnos que no dijeran nada a sus padres u otras personas de lo que les había comentado en clase. Así consta textualmente en uno de los requerimientos que el Ministerio de Educación envió a la Generalitat porque "se ha constatado que, desde las aulas y las direcciones de los centros educativos, se permite y fomenta el adoctrinamiento del alumnado menor de edad".
El juez señala que este alumno "habría sufrido humillaciones, insultos e incluso agresiones al ser su madre miembro de la Guardia Civil y ser este hecho conocido por el resto de alumnos y profesores".
En su auto considera que "podría ser" que los docentes "incitaran de manera directa a sus alumnos (de edades muy tempranas y, en consecuencia, moldeables, máxime por quien ostenta un principio de autoridad frente a ellos) a la comisión de hechos mínimamente concretados de los que pueda predicarse la discriminación, el odio, hostilidad o la violencia" contra el Instituto Armado.
Este diario se puso en contacto con el colegio Mosén Albert Vives pero el director, Isidor Alberich, rehusó dar su versión. El docente, que también es concejal de Deportes en el Ayuntamiento, escribió el 1-O en su cuenta de Facebook unas palabras condenando las cargas policiales: "No discutiré, no entraré en debates, pero si alguno de mis contactos defiende lo que han hecho hoy las fuerzas de ocupación en contra de mi país, que me elimine de sus contactos. Será un placer decir: adiós".
Una parte de la escuela catalana se ha volcado para defender a los docentes llamados a declarar por el juez, entre los que también se encuentran un profesor y la directora de la escuela Pau Claris, Ester Coma, así como la responsable del colegio La Salle, Anna Sansa.
El alcalde Albert Batalla, que el pasado día 26 anunció que se daba de baja del PDeCAT por el anuncio luego no realizado de la convocatoria de elecciones por Carles Puigdemont, aseguró ayer que "la escuela de La Seu ha sido siempre un modelo de cohesión social, de buen aprendizaje, de colaboración entre los diferentes centros educativos, así como un buen modelo de ascensor social".
La Comisión de Apoyo a la Escuela Catalana de este municipio de apenas 12.000 habitantes había recogido ya más de 70.000 firmas en internet, mientras que la consellera de Enseñanza cesada, Clara Ponsatí, puso en Twitter desde Bruselas que no tolerará "acoso judicial a los maestros" y que "la libertad de expresión también es educación".
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