El socio de Podemos celebra el centenario de la primera dictadura comunista
El comunista Alberto Garzón ensalza el golpe de Estado que impuso la dictadura de Lenin
Hoy se cumplen 100 años del golpe de Estado que los bolcheviques dieron para hacerse con el poder en la democracia rusa surgida del derrocamiento del zar Nicolás II.
Una dictadura salvaje que mató a más de un millón de personas en seis años
Tras aquel golpe de Estado, en Rusia se instauró la primera dictadura comunista del mundo, encabezada por Lenin: un régimen brutal que en seis años asesinaría a más de un millón de personas por motivos políticos, provocando entre 3,8 y 6 millones de muertos por hambre a causa de las requisas impuestas por los bolcheviques. En sólo tres años los comunistas multiplicaron por 18 el volumen del aparato represivo del zarismo. Si la Ojrana, la policía secreta zarista, había tenido un máximo de 15.000 agentes, la Cheka comunista llegó a los 40.000 a finales de 1918 y alcanzó los 280.000 dos años más tarde. Lenin fue también el autor de la primera gran red de campos de concentración de la historia: el Gulag, unas instalaciones en las que serían encarcelados, torturados y asesinados multitud de disidentes.
Garzón cree que esa dictadura sirvió a los trabajadores para “liberarse de sus cadenas”
Indiferente a los hechos históricos, hoy el diputado comunista Alberto Garzón, del grupo de Unidos Podemos, ha ensalzado ese golpe de Estado y la dictadura resultante, afirmando que el día del golpe “el sol salió por el Este animando a la clase trabajadora de todo el mundo a liberarse de sus cadenas”. Ha acompañado este texto con una imagen del dictador Lenin llegando a Rusia en el tren que le pusieron los alemanes para que desestabilizase a su enemiga Rusia:
Alberto Garzón
✔
@agarzon
Hoy hace 100 años que el sol salió por el Este animando a la clase trabajadora de todo el mundo a liberarse de sus cadenas. #Revolución100
Alguien que apoya a una dictadura no merece estar en un Parlamento
Es indignante que un político cuyo sueldo procede de nuestros impuestos haga apología de unos regímenes totalitarios que provocaron 100 millones de muertos, sembrando una parte del mundo de miseria, opresión y muerte. Un mensaje así es intolerable y Garzón debería dimitir por ello, de igual forma que no merecería seguir en su puesto cualquier diputado que hubiese ensalzado al Tercer Reich. No cabe esperar respeto por nuestros derechos y libertades individuales de un político que ensalza a una dictadura como aquella. Nadie puede obligarnos a los españoles a sostener con nuestro trabajo a políticos que creen que un golpe de Estado es un medio legítimo para alcanzar el poder y que un dictadura es un medio legítimo para ejercer la autoridad.
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