Defensa frenó la compra de 850 subfusiles y fusiles de asalto y de precisión y 5,4 millones de cartuchos en diciembre por su elevado número. Se pidió una explicación a la Generalitat y no hubo respuesta.
La Generalitat de Cataluña intentó una compra de munición y armas de guerra –fusiles y subfusiles de asalto y de precisión– a finales del pasado año que fue frenada por el actual Ministerio de Defensa por «el elevado número de unidades, extremadamente superiores a los pedidos lógicos que se habían realizado en años precedentes», según fuentes consultadas por ABC.
El Departamento de Interior de Carles Puigdemont trasladó el 31 de octubre –aún con el Gobierno en funciones– una petición al Ministerio del Interior para adquirir nueve tipos de armas, de las cuales cinco levantaron la alarma en el Ministerio de Defensa, cuya Dirección General de Armamento y Material (DGAM) también debía dar el visto bueno a la adquisición: 300 subfusiles calibre 9x19 mm, 400 fusiles 5,56x45 mm (HK G36, como el del Ejército), 50 rifles de precisión .338 Lapua MAG, 50 rifles de precisión Whisper, 50 fusiles 7,62x51mm (.308Win).
Pero el listado de la compra del Gobierno de Puigdemont –que en repetidas ocasiones ha apostado por la necesidad de crear un ejército propio en una hipotética Cataluña independiente– no acaba ahí. Para tales armas también requería una munición en cantidades «pocas veces vistas en un pedido de los Mossos d’Esquadra o la Ertzaintza»: cinco millones de cartuchos para el subfusil 9x19mm, 400.000 cartuchos para el 5,56x45mm, 20.000 cartuchos para el .338 Lapua MAG, 20.000 cartuchos para el 300 Whisper y 20.000 cartuchos para el 7,62x51 mm.
Se pidió una explicación... no hubo respuesta
Tras una inicial valoración de la DGAM, a cuyo departamento entró el listado de armas el 25 de noviembre, el Ministerio de Defensa envió al Departamento de Interior catalán un escrito solicitando una justificación para la compra de las armas y la munición. Se envió el 12 de diciembre. «A ese requerimiento, nunca se tuvo respuesta», indican las mismas fuentes. Por tanto, tal adquisición de armamento destinada a los Mossos d’Esquadra, con 16.783 agentes en su plantilla, no se ejecutó. En 2015, la Generalitat no realizó ningún pedido de este tipo de armas de guerra. En 2014 necesitó 200 subfusiles 9x19mm y 50 fusiles 5,56x45mm. Otro dato para contextualizar la magnitud del pedido: en 2007, después del atentado de Barajas, la Ertzaintza solo pidió 11 fusiles 5,56x45mm y 27 de 9x19mm.
Los fusiles y subfusiles requeridos por la Generalitat para armar a los Mossos son muy eficaces para la lucha contra el yihadismo o resolver situaciones como las acontecidas en los últimos años en París, Bruselas, Londres o la misma Barcelona y Cambrils este último verano. Pero también para organizar y armar a un regimiento de unos 2.000-3.000 efectivos o una compañía especial con pretensiones de ofrecer una resistencia urbana importante. No fue tanto la tipología de las armas sino la cantidad requerida lo que alertó a Defensa. Además de la falta de respuesta cuando se demandó una explicación.
Por ejemplo, el subfusil HK modelo UMP calibre 9x19mm –similar a una de las 300 unidades que querían comprar– tiene una cadencia de tiro de hasta 600 disparos por minuto y con poco más de 2 kilos de peso. Por su parte, el fusil 5,56x45 mm (HK G36) tiene un alcance de 4.000 metros y una cadencia de tiro de 750 disparos por minuto. Este tipo de armas suelen ser utilizados también por la Policía Nacional y la Guardia Civil, así como por las Fuerzas Armadas en sus misiones militares.
En el pedido de armas que no autorizó el actual Ministerio de Defensa también se requería la compra de 50 pistolas 5,7x28mm, 50 pistolas 9x19mm, 10 revólveres calibre .357 y 300 escopetas calibre 12. Este listado sí se percibió como normal en cuanto al número de unidades requeridas para la situación de seguridad que un cuerpo como los Mossos d’Esquadra deben afrontar en su actividad y con el yihadismo como principal amenaza.
Otros pedidos recientes
La Generalitat ha realizado recientemente otros pedidos de armas. Por ejemplo, el 2 de diciembre de 2016 el periódico «La Vanguardia» informó sobre una compra de 272 armas de fuerzas especiales incorporadas al arsenal de los Mossos d’Esquadra. Entre las armas adquiridas se mencionaba el subfusil HK modelo UMP calibre 9x19mm. Ante la imposibilidad de haber realizado el último pedido de armas, frenado por el Ministerio de Defensa, la probabilidad de adquirir este tipo de armas en el mercado negro son ciertamente pocas. «Para una compra de 850 subfusiles y fusiles debes dejar una huella muy grande que hace saltar las alarmas de los distintos servicios de Inteligencia», explican las fuentes.
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