La Agencia Tributaria Catalana quiere mediar con la estatal para ingresar y luego transferir IRPF, el impuesto de Sociedades e IVA. Los empresarios temen que el Govern ingrese impuestos estatales por su cuenta y controle datos de las compañías. Hacienda sigue muy de cerca estos pasos.
El control de los impuestos es vital para la viabilidad de cualquier Estado y es por ello que la Hacienda catalana se ha convertido en pieza clave del puzzle de la «desconexión». La consejería de Economía y Hacienda de la Generalitat ha preparado un programa para que 145 empresas con participación mayoritaria de la Generalitat paguen sus impuestos estatales a la Agencia Tributaria Catalana (ATC). Los tributos en cuestión son el Impuesto de Sociedades, IVA y retenciones del IRPF. La Hacienda catalana recibiría así los formularios y datos correspondientes de las empresas, ingresaría la recaudación, y se lo transmitiría a su vez a la Agencia Tributaria Estatal. Así lo describe la guía para empresas elaborada por la Generalitat que ha sido remitida a las compañías públicas, a la que ha tenido acceso ABC. [Consulta aquí el programa de la Generalitat para que las empresas paguen a la ATC]
La intención de este programa, señalan fuentes de la consejería de Hacienda catalana, es homogeneizar los procesos. No obstante, fuentes empresariales consultadas por este periódico señalan que la Generalitat ha comenzado a pedir lo mismo a compañías privadas y autónomos, que han recibido esta guía desde la Hacienda catalana con estupor, ante la inminencia de la próxima campaña de presentación de modelos en Sociedades e IVA a la Agencia Tributaria que acaba el 20 de octubre.
174 empresas públicas
Desde la Generalitat niegan este supuesto y subrayan que el programa es voluntario y solo se ha remitido a empresas públicas. La consejería de Economía y Hacienda que dirige el vicepresidente Oriol Junqueras arrancó este programa piloto hace meses con cuatro empresas públicas, a las que ahora ha añadido 141 más. En total, la Generalitat cuenta con 174 empresas en las que tiene una participación mayoritaria, a lo que se añaden entes locales. Desde el Instituto de Estadística de Cataluña hasta la Agencia de Residuos de la comunidad se han comprometido a pagar sus impuestos a la ATC. La Generalitat pretende ampliar en el futuro este perímetro de empresas a las universidades presentes en la comunidad, apuntan estas fuentes.
En la propia guía remitida por la Generalitat a las empresas, se describe que tanto las autoliquidaciones como los ingresos pasarán por el portal electrónico de la Agencia Tributaria Catalana. Los modelos que habilita la Generalitat son los 111, 123, 115 y 116 –de retenciones de IRPF–, los 303, 349, 322 y 353 de IVA y el 202 de Sociedades.
Temor al control de la información
Al final, la ATC pretende actuar de ventanilla ante las empresas catalanas para servir de intermediario con la AEAT. Los temores de las fuentes empresariales contactadas apuntan a que el movimiento de la ATC sea un primer paso para que la Generalitat ingrese los impuestos estatales por su cuenta y contar con la información de las compañías. La semana pasada, la falta de seguridad jurídica fue una de las razones más esgrimidas por más de una decena de grandes empresas que emprendieron la huida de Cataluña hacia otros puntos de España. Como fuere, en la guía para las empresas públicas, la ATC especifica que en caso de no seguir el calendario de presentación, las firmas se pueden enfrentar a una «presentación fuera de término a la AEAT», que realmente es la que gestiona los tributos.
Avisos de Montoro
Curiosamente, las 145 empresas públicas que comenzarán a presentar sus datos a la ATC están especialmente vigiladas por el Ministerio de Hacienda. El departamento dirigido por Cristóbal Montoro remitió hace unas semanas una orden a los bancos en la que les pide controlar toda operación financiera de la Generalitat y de las empresas públicas correspondientes. Ello atañe a estas 145 compañías, que deben presentar un certificado de la intervención recogiendo que las citadas operaciones no sirven para financiar actividades ilegales, en referencia al proceso independentista. Hacienda controla ahora los 1.466 millones mensuales de recursos la Generalitat del sistema de financiación por impuestos como IRPF o IVA. El Ministerio paga directamente servicios públicos, funcionarios y proveedores.
Como ocurre con otros organismos autonómicos, la Agencia Tributaria Catalana recauda los impuestos propios de la Generalitat, además de otros cedidos como Sucesiones y Donaciones, Actos Jurídicos y Documentados o Patrimonio. La ATC cuenta con cerca de 700 empleados. Sin embargo, no es usual que una agencia autonómica gestione tributos estatales. La Agencia Tributaria Estatal cuenta en Cataluña con casi 4.000 empleados.
Guiño económico
Reforzar la Agencia catalana ha sido una obsesión de la Generalitat con Carles Puigdemont y, antes, con Artur Mas, con vistas a ampliar las competencias tributarias. Si en 2016 la plantilla era de 400 personas, a cierre de 2018 el número es posible que se duplique. Las ofertas económicas para técnicos de la ATC son superiores a la de la AEAT y, de hecho, la Generalitat ha tratado de atraer personal de la Hacienda estatal para su propia agencia. Octubre es el mes que marcará el futuro de la Hacienda catalana por el alza de procedimientos que gestionará frente al anterior recorrido de la ATC.
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