Una veintena de altos cargos y diputados del partido salieron de la red financiada por Chávez y Maduro. Nuevo son diputados en el Congreso.
Hace más de un año que la fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS) echó el cierre. Aunque se produjo en una situación de crisis interna y externa, la red de profesores izquierdistas cesó sus actividades no sin antes cumplir su objetivo y el de Hugo Chávez, quien presupuestó para CEPS siete millones de euros en asesorías al gobierno de Venezuela. La intención última era incentivar en España la creación de «consensos de fuerzas políticas y movimientos sociales, propiciando en ese país cambios políticos aún más afines al gobierno bolivariano», según el documento desvelado por ABC.
Esa fuerza se llama Podemos, un partido en el que se han colocado una veintena de dirigentes e integrantes de CEPS, de los que nueve son actualmente diputados en el Congreso, empezando por el líder, Pablo Iglesias, que fue responsable de formación en CEPS. También Íñigo Errejón y Carolina Bescansa. Comparten bancada con Alberto Montero, el profesor de la Universidad de Málaga que contrató a Errejón para estudiar la vivienda en Andalucía sin moverse de Madrid.
Montero es la prueba de la gran influencia de CEPS en Podemos. Tras haber presidido el Centro de Estudios Políticos y Sociales, además de diputado es portavoz de Economía (también dirige este área en el partido), presidente de la Comisión de Empleo y secretario general de Podemos Málaga. Otros ex de CEPS con acta de diputado son Sergio Pascual, secretario de Organización del partido fulminado por Pablo Iglesias; Auxiliadora Honorato, secretaria de Administraciones Públicas de la formación morada; y los congresistas por Valencia Ángela Ballester y Txema Guijarro. El noveno diputado de Podemos que pasó por CEPS es el comunista andaluz Manolo Monereo.
Al margen del Congreso, el poder de la fundación se hace muy patente en la Comunidad Valenciana, donde nació CEPS. Quien fuera vicepresidente de la fundación, Rubén Martínez Dalmau, dio el salto a la política al ser elegido diputado en el Congreso en las generales de 2015. Natural de Teulada (Alicante), logró el escaño por su provincia en las filas de la coalición que formaron Compromís y Podemos. Su paso por la Cámara Baja fue efímero. En las elecciones del 26 de junio de 2016 fue en una posición más discreta en las listas que le dejó fuera del Parlamento, por lo que retornó a la Facultad de Derecho de la Universitat de València.
Dalmau fue propuesto por Podemos para ocupar una plaza en el Consell Jurídic Consultiu, un organismo asesor de la Generalitat Valenciana. La falta de acuerdo entre los grupos parlamentarios por la ausencia de paridad en las candidaturas ha postergado su elección. A pesar de los vínculos con el régimen venezolano, Ciudadanos está dispuesto a apoyarle.
Por su parte, Roberto Viciano Pastor fue uno de los principales dirigentes de CEPS en los años de mayor actividad de la fundación y ha sido uno de los pocos que ha optado por no dar el salto a la política. Con todo, PSPV. Compromís y Podemos lo incluyeron entre los asesores que deben perfilar una propuesta para la reformar del Estatuto de Autonomía. También está el profesor de Derecho Constitucional Antonio Montiel. Exdirectivo de CEPS, fue elegido el primer secretario general de Podemos en la Comunidad Valenciana. Montiel, natural de Jaén, encabezó la lista de la formación morada en las autonómicas de 2015. Es portavoz de su grupo parlamentario en las Cortes Valencianas. Alineado con las tesis de Íñigo Errejón, ya ha anunciado que no optará a la reelección como secretario general, pero tiene intención de agotar la legislatura.
Otros miembros de CEPS que pasaron al partido son Luis Alegre, secretario de Participación Interna de Podemos y exsecretario general de Podemos Madrid, y Ariel Jerez, coordinador del Consejo del Mundo Rural y Marino de Podemos. También el profesor Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde del ayuntamiento de Barcelona y mano derecha de la alcadesa Colau, socios de Podemos en la coalición Barcelona en Comú.
La fundación se disolvió por varios factores. Nicolás Maduro redujo sustancialmente los contratos con CEPS, a lo que se unió una fuerte división interna. Varios miembros de la fundación crearon a principios de 2014 el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) para hacer las mismas tareas de consultoría política para gobiernos latinoamericanos como Venezuela, Bolivia y Argentina.
Según fuentes de CEPS, Errejón, los citados Sergio Pascual y Auxiliadora Honorato, y Alfredo Serrano Mancilla, simpatizante de la formación, «crearon Celag en secreto y con total deslealtad y se quedaron desde 2014 con parte de los contratos que CEPS tenía con administraciones públicas de, principalmente, Ecuador y Venezuela, pasando Celag a cobrar y gestionar el dinero».
En el cierre de CEPS también influyó el gran protagonismo mediático que alcanzó la fundación, que terminó quemando las siglas. Además, una vez creado Podemos, que tiene su propia fundación, CEPS estaba más que amortizada.
Esa fuerza se llama Podemos, un partido en el que se han colocado una veintena de dirigentes e integrantes de CEPS, de los que nueve son actualmente diputados en el Congreso, empezando por el líder, Pablo Iglesias, que fue responsable de formación en CEPS. También Íñigo Errejón y Carolina Bescansa. Comparten bancada con Alberto Montero, el profesor de la Universidad de Málaga que contrató a Errejón para estudiar la vivienda en Andalucía sin moverse de Madrid.
Montero es la prueba de la gran influencia de CEPS en Podemos. Tras haber presidido el Centro de Estudios Políticos y Sociales, además de diputado es portavoz de Economía (también dirige este área en el partido), presidente de la Comisión de Empleo y secretario general de Podemos Málaga. Otros ex de CEPS con acta de diputado son Sergio Pascual, secretario de Organización del partido fulminado por Pablo Iglesias; Auxiliadora Honorato, secretaria de Administraciones Públicas de la formación morada; y los congresistas por Valencia Ángela Ballester y Txema Guijarro. El noveno diputado de Podemos que pasó por CEPS es el comunista andaluz Manolo Monereo.
Dalmau fue propuesto por Podemos para ocupar una plaza en el Consell Jurídic Consultiu, un organismo asesor de la Generalitat Valenciana. La falta de acuerdo entre los grupos parlamentarios por la ausencia de paridad en las candidaturas ha postergado su elección. A pesar de los vínculos con el régimen venezolano, Ciudadanos está dispuesto a apoyarle.
Por su parte, Roberto Viciano Pastor fue uno de los principales dirigentes de CEPS en los años de mayor actividad de la fundación y ha sido uno de los pocos que ha optado por no dar el salto a la política. Con todo, PSPV. Compromís y Podemos lo incluyeron entre los asesores que deben perfilar una propuesta para la reformar del Estatuto de Autonomía. También está el profesor de Derecho Constitucional Antonio Montiel. Exdirectivo de CEPS, fue elegido el primer secretario general de Podemos en la Comunidad Valenciana. Montiel, natural de Jaén, encabezó la lista de la formación morada en las autonómicas de 2015. Es portavoz de su grupo parlamentario en las Cortes Valencianas. Alineado con las tesis de Íñigo Errejón, ya ha anunciado que no optará a la reelección como secretario general, pero tiene intención de agotar la legislatura.
Cortes Valencianas
Otra que dio el salto de CEPS a Podemos fue Fabiola Meco. Por las filas de la formación morada fue escogida diputada en las Cortes Valencianas en mayo de 2015. En el Parlamento ejerce de número dos de Montiel. Especializada en Derecho Civil, la Facultad de Derecho no le renovó la plaza de profesora asociada al entender que no era compatible con su cargo de diputada.Otros miembros de CEPS que pasaron al partido son Luis Alegre, secretario de Participación Interna de Podemos y exsecretario general de Podemos Madrid, y Ariel Jerez, coordinador del Consejo del Mundo Rural y Marino de Podemos. También el profesor Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde del ayuntamiento de Barcelona y mano derecha de la alcadesa Colau, socios de Podemos en la coalición Barcelona en Comú.
La fundación se disolvió por varios factores. Nicolás Maduro redujo sustancialmente los contratos con CEPS, a lo que se unió una fuerte división interna. Varios miembros de la fundación crearon a principios de 2014 el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) para hacer las mismas tareas de consultoría política para gobiernos latinoamericanos como Venezuela, Bolivia y Argentina.
Según fuentes de CEPS, Errejón, los citados Sergio Pascual y Auxiliadora Honorato, y Alfredo Serrano Mancilla, simpatizante de la formación, «crearon Celag en secreto y con total deslealtad y se quedaron desde 2014 con parte de los contratos que CEPS tenía con administraciones públicas de, principalmente, Ecuador y Venezuela, pasando Celag a cobrar y gestionar el dinero».
En el cierre de CEPS también influyó el gran protagonismo mediático que alcanzó la fundación, que terminó quemando las siglas. Además, una vez creado Podemos, que tiene su propia fundación, CEPS estaba más que amortizada.
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