jueves, 16 de marzo de 2017

Podemos quiere equiparar a España con países comunistas echando a los capellanes militares

El partido de ultraizquierda ataca ahora la libertad religiosa de los militares

Podemos quiere equiparar a España con países comunistas echando a los capellanes militares

      
En el marco de la campaña anticatólica que está desarrollando Podemos, el exJEMAD Julio Rodríguez ha apoyado hoy la eliminación de los capellanes militares de nuestras Fuerzas Armadas.
Podemos intenta infiltrarse en las Fuerzas Armadas, y avisa: “se van a llevar un susto”
Pablo Iglesias creía que elogiar a militares era una “invitación a un golpe de Estado”
¿Quieren que sigamos el ejemplo de Cuba, China, Vietnam y Corea del Norte?
A la pregunta de si suprimiría los capellanes militares, Rodríguez, miembro del consejo ciudadano de Podemos, ha respondido que sí (ver vídeo, minuto 1:28). Hay que decir que una medida así violaría el Anexo I de los Acuerdos entre España y la Santa Sede de 1979, firmados por nuestro país para desarrollar los derechos y libertades de la amplia mayoría de los españoles, que se declaran católicos. Pero además de quebrantar ese tratado internacional, la supresión de los capellanes militares igualaría a nuestro país con las dictaduras comunistas -unos regímenes sin libertad religiosa y que tampoco ofrecen este servicio de asistencia espiritual a sus soldados-, pues todas las democracias de nuestro entorno tienen capellanes en sus ejércitos, incluso los Estados más marcadamente laicistas. Sirvan los siguientes como ejemplo:

Francia
En las Fuerzas Armadas del país más laicista de Europa se les conoce como aumôniers militaires. Hay 200 capellanes católicos, 76 capellanes protestantes, 30 judíos, 35 musulmanes y 1 ortodoxo. Todos ellos son nombrados por el Ministerio de Defensa, previa designación de su idoneidad por sus respectivas confesiones religiosas. Visten uniforme militar. Sobre estas líneas vemos una foto de Claude Truong-Ngoc en la que aparecen, de izquierda a derecha, un capellán judío, un capellán musulmán y un capellán católico del Armée de Terre.

Estados Unidos
Las Fuerzas Armadas de la primera potencia mundial son, sin duda alguna, las que disponen del más amplio y variado cuerpo de capellanes militares: unos 2.900 sirven en sus filas, incluyendo la reserva y la Guardia Nacional. La mayoría son cristianos de diversas confesiones (principalmente católicos, protestantes y ortodoxos), y también los hay judíos, judíos mesiánicos, musulmanes, budistas e hindús. Visten uniforme militar, luciendo rango militar y la insignia de su respectiva confesión. Son empleados de las Fuerzas Armadas pero son designados para el servicio religioso por sus respectivas confesiones. Sobre estas líneas, capellanes judíos del Ejército de EEUU en una celebración del Sabbath en Irak.

Rusia
Tras la caída de la Unión Soviética, la llegada de los capellanes militares al antiguo Ejército Rojo tuvo que esperar hasta 2009, cuando Dmitry Medvedev firmó un decreto para designar a 240 capellanes de distintas confesiones religiosas, en su mayoría clérigos ortodoxos. Ese número ha ido aumentando con el tiempo, pues en el Ejército ruso un 70% de los soldados se declaran creyentes.

Polonia
Los capellanes militares, instaurados en 1919 tras la independencia del país, fueron eliminados durante la dictadura comunista y repuestos en 1991. Actualmente Polonia tiene 140 capellanes militares, en su mayoría católicos, pero también los hay ortodoxos y protestantes. Cada confesión tiene su propio ordinariato. Los capellanes son miembros de las Fuerzas Armadas, visten uniforme y su sueldo lo paga el Estado.

Alemania
Los Militärgeistlicher del Bundeswehr son capellanes católicos y protestantes. No tienen rango militar, pero visten uniforme y les paga el sueldo las Fuerzas Armadas. Legalmente tienen condición de funcionarios del Ministerio de Defensa. Sobre estas líneas una foto de Resolute Support Media que muestra a dos capellanes católicos alemanes en Afganistán.

Noruega
Las pequeñas Fuerzas Armadas de este país nórdico establecieron su Capellanía en 1953. Durante años hubo únicamente capellanes luteranos -es la religión oficial del Estado-, pero hace poco se han nombrado capellanes de las confesiones islámica y católica y también “humanistas”, para no creyentes. Los capellanes militares noruegos son legalmente funcionarios del Estado, visten uniforme militar y llevan rangos militares. Sobre estas líneas, tres capellanes militares noruegos junto al Inspector general de la Guardia Nacional.
Finlandia
El país tiene una larga tradición de capellanes militares, desde el siglo XVI. Finlandia tiene capellanes militares luteranos y ortodoxos. Visten uniforme militar y legalmente son empleados del Estado. No tienen rangos militares.

Suecia
Este país cuenta con capellanes militares desde 1545. Los capellanes militares suecos son luteranos, de la Iglesia de Suecia (la confesión oficial de este reino nórdico). Visten uniforme militar y son empleados de las Fuerzas Armadas, pero su coste se reparte entre éstas y la Iglesia de Suecia. Como esta denominación religiosa también ordena a mujeres, Suecia también dispone de capellanas. En la foto sobre estas líneas, dos capellanes del Ejército sueco y uno del Ejército finlandés (derecha) en una celebración de Adviento en Afganistán.

Suiza
El país alpino tiene armeeseelsorger -capellanes militares- católicos y protestantes. Todos ostentan el rango de capitán y visten uniforme militar. Están obligados a tener formación religiosa y también militar. Sobre estas líneas, un capellán militar suizo en Kosovo.
Austria
El país tiene una larga tradición de capellanes militares, habiendo tenido históricamente no sólo capellanes católicos (la religión mayoritaria del país), sino también protestantes, ortodoxos y musulmanes desde el siglo XIX (los capellanes judíos sólo se incorporaban en tiempo de guerra). Actualmente la mayoría de los capellanes son católicos (22), pero hay también seis capellanes protestantes y dos imanes musulmanes.

Bélgica
Las Fuerzas Armadas belgas tienen once capellanes católicos, uno protestante, uno judío y uno misulmán. Visten uniforme militar y se les considera empleados de las Fuerzas Armadas. Sobre estas líneas, un capellán católico del Ejército belga (derecha) junto a un soldado en Afganistán.

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