El partido de Pablo Iglesias pide derogar el delito de apología del terrorismo
Podemos no tolera que discutas la ideología de género, pero acepta que grites ‘gora ETA’
La afinidad de Podemos con las las cloacas más infectas del mapa político español ha vuelto a quedar hoy en evidencia con una petición para derogar el delito de apología del terrorismo.
Defienden esta medida junto a un ultra que fantaseaba con quemar iglesias con gente dentro
“Es completamente inadecuado y habla mal de nuestra calidad democrática que en este momento la Audiencia Nacional esté juzgando a más gente por enaltecimiento del terrorismo que cuando ETA actuaba y llevaba a cabo atentados terroristas”, argumenta Podemos. Antes bien, lo que demuestra eso es que se han disparado las manifestaciones de apología del terrorismo entre la ultraizquierda, el punto del mapa político en el que se ubica Podemos. Que cada vez más gente afín a Podemos considere legítimo ensalzar a terroristas no significa que eso tenga que ser legal. Lo que significa es que Podemos está rodeándose de gente despreciable capaz de soltar barbaridades que rebasan el límite de lo tolerable en una democracia. Un ejemplo de ello se puede encontrar en la cuenta de Twitter de una de las personas que acompañaron hoy a Iglesia en el Congreso para defender esta medida: Facu Díaz, un ultra de izquierdas que en 2013 escribió el siguiente tuiteo:
Podemos quiere que sea legal justificar el terrorismo y humillar a sus víctimas
Para conocer al detalle las salvajadas que propone legalizar el partido morado, basta con leer el contenido del Artículo 578 del Código Penal que pide derogar Podemos:
“El enaltecimiento o la justificación públicos de los delitos comprendidos en los artículos 572 a 577 o de quienes hayan participado en su ejecución, o la realización de actos que entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas de los delitos terroristas o de sus familiares, se castigará con la pena de prisión de uno a tres años y multa de doce a dieciocho meses. El juez también podrá acordar en la sentencia, durante el período de tiempo que él mismo señale, alguna o algunas de las prohibiciones previstas en el artículo 57.”
Es decir, que Podemos quiere que sea legal ensalzar y justificar atentados terroristas y a los criminales que los cometen, y eso mientras Europa está siendo azotada por una ola de terrorismo yihadista (recordemos que Podemos rechazó suscribir el Pacto Antiyihadista, tachando de “venganza” el refuerzo de la seguridad española contra esa lacra terrorista). De la proposición presentada por el partido de ultraizquierda se deduce, además, que Podemos quiere que sea legal menospreciar y humillar a las víctimas del terrorismo por serlo, una labor de humillación a la que se han dedicado durante años los proetarras en el País Vasco y Navarra, y que sirve para destruir moralmente a aquellas personas a las que no han podido liquidar físicamente.
También quiere revisar los delitos de injurias y de calumnias
A esta reforma, que Podemos defiende invocando la “libertad de expresión”, se añade también otra petición del partido morado: “revisar inmediatamente los delitos relativos a las injurias y calumnias, y sus tipos cualificados, así como otras disposiciones jurídicas que puedan limitar o coartar el derecho a la libertad de expresión”. La paradoja es que esta petición llega después de la demanda de Pablo Iglesias contra el periodista Alfonso Rojo por llamarle “gilipollas”, que es precisamente la palabra que usó Iglesias para insultar a millones de votantes del PP y del PSOE en este tuiteo:
Es decir, que una injuria le parece mal cuando se la dirigen a él, pero no cuando él se la dirige a millones de personas por el mero hecho de no haber votado lo que a él le gustaría.
Libertad de expresión para humillar, injuriar y calumniar, pero no para discutir la ideología de género
Como acabamos de ver, el plan de podemos para legalizar la apología del terrorismo, las injurias y las calumnias se basa en la creencia de que la libertad de expresión incluye ensalzar a asesinos, humillar a sus víctimas, insultar gravemente o acusar a una persona de delitos que no ha cometido a sabiendas de que es mentira. Creo que todo esto retrata a la perfección la clase de personas que dirigen el partido morado y la clase de sociedad que pretenden imponernos. Pero el contraste entre esto y ciertas prácticas de Podemos retrata todavía mejor la falta de escrúpulos de sus dirigentes. Recordemos que hace sólo dos semanas Podemos organizó un acto de acoso contra la profesora Alicia Rubio en su lugar de trabajo simplemente porque ha escrito un libro desmontando la ideología de género. En el colmo de la desfachatez, este ataque contra la libertad de expresión lo hicieron acusando de “odio” e “intolerancia” a la acosada. Así mismo, Podemos ha apoyado mociones en la Asamblea de Madrid y y el Congreso contra la libertad de expresión de HazteOir.org por decir que los niños tienen pene y las niñas tienen vulva, una afirmación de sentido común pero que contradice los postulados de la ideología de género.
¿PP, PSOE y C’s seguirán ayudando a estos ultras de izquierda a atacar nuestras libertades?
Así pues, ahora nos queda todavía más claro que Podemos considera legítimo gritar “gora ETA” o ensalzar a cualquier otro grupo terrorista -eso es precisamente lo que castiga el artículo del Código Penal que pretende derogar-, pero no tolera que nadie discuta la ideología de género. Y aún hay gente que se escandaliza cuando digo que Podemos es un partido de extrema izquierda. Los hechos demuestran que lo es, y con todas las consecuencias, incluida la afinidad con quienes ensalzan a terroristas ideológicamente afines, que viene siendo una de las características de ese margen del escenario político. Lo que deberían plantearse algunos es qué pintan ciertos partidos que se dicen democráticos (PP, PSOE, Ciudadanos…) votando con Podemos la aprobación de leyes que recortan derechos fundamentales, como la ley de adoctrinamiento sexual aprobada en Madrid el año pasado por esos cuatro partidos. Es especialmente chocante ver que algunos que pedían el voto para frenar a Podemos, han acabado abrazándose al partido de ultraizquierda para lesionar derechos como la libertad de educación, la libertad de expresión y el derecho de los padres a elegir la formación religiosa y moral que prefieren para sus hijos. ¿Qué dirán ahora ante este proyecto de Podemos para legalizar la apología del terrorismo, la injuria y la calumnia? Es el mismo Podemos al que se arrimaron para atacar nuestras libertades. No es Podemos el que ha cambiado. Son ellos quienes han traicionado a sus votantes al aliarse con esos ultras chavistas.
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