viernes, 10 de febrero de 2017

Las curiosas cosas que dirían los estatutos del PP si citasen las raíces de su viraje ideológico

El origen de la ideología de género, el aborto legal y los vientres de alquiler

 

      
 
¿Humanismo cristiano? ¿Liberalismo? El PP se ha ido distanciando de las que fueron sus raíces ideológicas. Sin decir nada, en su lugar se han instalado otras que tal vez no imaginas.
La cúpula del PP prepara una trampa para consolidar su deriva progre en su congreso
Vientres de alquiler: el PP defiende ahora lo que tachó de ‘tráfico de recién nacidos’
A vueltas con la mención al humanismo cristiano en los estatutos
Este viernes dará comienzo el XVIII Congreso Nacional del Partido Popular. Llega con un gran debate ideológico que la dirección del partido intenta evitar. Como ya señalé el domingo, la cúpula del PP intenta evitar un debate que podría desencadenar una pérdida de votos hacia su derecha, al consolidarse en posiciones ideológicas cada vez más próximas a las que viene sosteniendo la izquierda. Ayer mismo la dirección del PP intentaba negociar un apaño para disimular, en cierto modo, la mención al humanismo cristiano en sus estatutos, una mención que Cristina Cifuentes -una dirigente en ascenso en el partido- ya pidió suprimir en 2012.
Las raíces ideológicas de lo que defiende hoy el PP
Soy de la idea de que un partido político debe, ante todo, hacer un ejercicio de sinceridad. No tiene sentido que el PP mantenga la mención al humanismo cristiano mientras asume posiciones anticristianas. Ayer se conoció, por ejemplo, que sin esperar al congreso, el partido renuncia a oponerse a la eutanasia, escamoteando a sus afiliados ese debate y cediendo así, una vez más, ante la “cultura de la muerte”, como acertadamente la llamó Juan Pablo II. Imaginemos por un momento que la actual cúpula del PP decidiese dejarse de fingir que quiere tener alguna relación con la derecha política y reconociese sin tapujos cuáles son los antecedentes ideológicos de las posiciones que está adoptando. Más de uno se iba a llevar una desagradable sorpresa:
  • Ideología de género: surgida del feminismo marxista. El PP ha asumido la peregrina idea de que los roles asociados al sexo no vienen determinados por la biología, sino que son una mera construcción social que debe ser derribada. Muchos lo ignoran, pero esta ideología fue formulada por la feminista y marxista radical Shulamith Firestone (1944-2012). Esta señora pretendía acabar con la maternidad y con la familia, usando el aborto como un medio para provocar que las madres se deshiciesen de sus hijos por nacer. Firestone pretendía aplicar la tesis marxista de la lucha de clases a los sexos, hasta la desaparición de “la distinción de sexos misma: las diferencias genitales entre los seres humanos ya no importarían culturalmente.” El PP ha asumido esta aberrante ideología en todos sus frentes, desde el “feminismo de género” hasta los privilegios para homosexuales y transexuales a costa de recortar derechos fundamentales como las libertades de expresión, de educación, de expresión y de religión.
  • Aborto legalizado: surgido del comunismo leninista. La Unión Soviética fue el primer país del mundo que legalizó el asesinato de hijos por nacer. Lo hizo el 19 de noviembre de 1920, bajo la brutal dictadura de Lenin. Su impulsora fue la feminista radical Alexandra Kollontai. La URSS enmarcó esta medida en un plan para destruir la familia, a la que consideraba una institución burguesa y opresiva. Se eliminó el derecho de herencia. Los hijos pasaron a ser una propiedad del Estado, que las familias -hasta su definitiva abolición- simplemente tenían a su cargo para funciones básicas de crianza: el Estado obrero vendrá a reemplazar a la familia, la sociedad gradualmente asumirá todas las tareas que antes de la revolución caían sobre los padres individuales”, decía Kollontai en “Comunismo y familia” (1920). En el mismo panfleto afirmaba: La madre-trabajadora debe aprender a no diferenciar entre los tuyos y míos; debe recordar que sólo hay nuestros niños, los niños de la Rusia de los trabajadores comunistas”.
  • Vientres de alquiler: surgidos de la esclavitud. Esta práctica, que convierte a la madre y al niño que lleva en el vientre en una mercancía, tiene un antecedente histórico mucho más antiguo que el del comunismo. En la Biblia encontramos un primer rastro de esta aberrante práctica relacionada con una lacra como es la esclavitud. Esto leemos en los primeros versículos del capítulo 16 del libro del Génesis: “Saray, mujer de Abram, no le daba hijos. Pero tenía una esclava egipcia, que se llamaba Agar, y dijo Saray a Abram: «Mira, Yahveh me ha hecho estéril. Llégate, pues, te ruego, a mi esclava. Quizá podré tener hijos de ella.» Y escuchó Abram la voz de Saray.” Otra mención más la encontramos en el capítulo 30 del mismo libro, también a costa de una esclava. Hoy los vientres de alquiler suelen ser de madres en situación de pobreza que se ven empujadas por la necesidad y la desesperación -cuando no forzadas por redes de prostitución- a vender a sus hijos. Es una moderna forma de esclativud que ha sido condenada por el Consejo de Europa. El actual viraje ideológico del Partido Popular en esta cuestión es tan incoherente como el de los puntos antes citados. En octubre de 2015 el PP tachó esta práctica de “tráfico de recién nacidos” y una forma de “comercialización de la maternidad” durante un debate en el Congreso de los Diputados. Y después de eso, ahora el ala progre del PP quiere que el partido defienda su legalización.
¿Citarán el marxismo en vez del humanismo cristiano en sus estatutos?
Así pues, si la dirección del PP quiere seguir por esta senda, que tenga al menos la honradez de no disfrazarla como “humanismo cristiano” y “liberalismo”. No está bien engañar ni a los afiliados del partido ni a sus votantes, arrogándose unas raíces ideológicas que han sido totalmente traicionadas. Incluya, señor Rajoy, en sus estatutos una mención al leninismo, al feminismo marxista y a la usurpación de la maternidad en condiciones de esclavitud. Obvia decir que con todo eso no se ganará la adhesión ni de los comunistas, ni de los socialistas ni de los progres partidarios de liquidar la maternidad y la familia. Le seguirán odiando como hasta ahora.

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