El profesor de Derecho Financiero de la Universidad Abat Oliba CEU, Esaú Alarcón, rebate para ABC los argumentos del presidente catalán
Los párrafos más polémicos de la carta "A los españoles" de Artur Mas
Artur Mas y su equipo electoral han utilizado el género epistolar para hacer un repaso a sus clásicos "agravios" respecto al Estado español y cómo réplica a una carta previa del expresidente Felipe González, en la que advertía de los riesgos de una Cataluña independiente. El profesor de Derecho Financiero de la Universidad Abat Oliba CEU, Esaú Alarcón, analiza y rebate para ABC los argumentos utilizados por el presidente catalán en su misiva "A los españoles".
"Cataluña ha amado España y la sigue amando. Cataluña ha amado la solidaridad y la fraternidad con España y con Europa. Y en el caso de España lo ha hecho a pesar de la ausencia de reciprocidad"
Ante una situación de crisis económica brutal como la que se sufría entonces en España en lugar de remar juntos lo que han hecho los representantes de nuestra tierra, Cataluña, ha sido enardecer a las masas con el sueño quimérico de la independencia. De hecho, esto asimila un poco la actitud de Mas con lo que hizo Lluís Companys, que aprovechó la revolución de Asturias del 34 para proclamar el estado catalán para deshacer, patéticamente, sus palabras al cabo de pocas horas. Ahora le dan la vuelta al argumento y dicen que los que han colaborado son ellos cuando, en realidad, quienes querían aprovechar el mal momento para “largarse de España”, fueron ellos.
"Cataluña ha amado a pesar de no ser amada, ha ayudado a pesar de no ser ayudada, ha dado mucho y ha recibido poco o nada, si acaso las migajas cuando no el menosprecio de gobernantes y gobierno"
Los impuestos los pagan las personas y no los territorios, como plantean los autores del escrito. Esto es absolutamente relevante porque, a pesar de que una persona o sociedad tenga una adscripción a un territorio, o sea, sea residente fiscal en un ayuntamiento o comunidad, lo que debería determinar su aportación al conjunto del Estado no viene determinado por esa residencia sino por dónde obtiene los ingresos. En efecto, imaginemos Caixabank. Tiene su residencia fiscal en Cataluña y, por tanto, pasaría por ser el paradigma de ese supuesto desagravio pues Caixabank es muy importante para el conjunto del Estado por los millonarios ingresos que genera. ¿Significa ello que Cataluña se puede identificar con Caixabank, igual que el Barça con Messi? No. Ni mucho menos. ¿Por qué? Pues porque Caixabank tiene multitud de oficinas en todo el territorio nacional, de forma que los ingresos que a día de hoy se “imputan” a Cataluña por ser ésta su residencia, pasarían a ser ingresos de cada uno de los territorios donde se obtuvieran los beneficios.
"Cataluña ha persistido en ofrecer colaboración y diálogo frente a la imposición y ha eludido, pese al hartazgo, responder a los agravios acentuando el desencuentro".
A la hora de calcular las balanzas fiscales, Cataluña utiliza determinadas hipótesis absolutamente ficticias que hacen que el saldo siempre conlleve un agravio. Por ejemplo, sólo tienen en cuenta los gastos “catalanes” que se pueden territorializar, de modo que consideran los gastos no territorializables como “gasto de Madrid”, como si por ejemplo las fuerzas armadas sólo defendieran la Castellana o los diputados y senadores de las cortes sólo trabajaran para beneficiar al territorio de Madrid. Eso, como comprenderás, es irreal
"Cataluña es y va a seguir siendo una sociedad democrática, que respeta la voluntad de sus ciudadanos. La tradición democrática viene de lejos, incluso en épocas pretéritas fue también así"
Nuevamente se personifica a Cataluña de forma irreal cuando, lo cierto, es que en las épocas dictatoriales los grandes ejes del poder catalán también formaban parte del Movimiento.
"No hay vuelta atrás, no Tribunal Constitucional que coarte la democracia, no Gobierno que soslayen la voluntad de los catalanes. Ellos van a decidir sin ningún género de dudas"
Otro aspecto que merece atención por lo miserable que resulta es el argumento de que Cataluña ha ayudado mucho y que todo este montaje independentista se debe al menosprecio, la ausencia de colaboración y la sentencia del TC. Todo eso es mentira. La realidad, y no hace falta irse muy lejos, es que Artur Mas mal interpretó la manifestación del 11-S del 2012 y, desde entonces, no ha sabido salir de la carrera en la que le han metido hacia la independencia.
"Se trata de decidir nuestra relación con el conjunto de España. Porque España no solo nos une la historia y la vecindad sino también y especialmente el afecto y vínculos familiares e íntimos. En este nuevo país que queremos se podrá vivir como español sin ningún problema, mientras que ahora es casi imposible ser catalán en el Estado español".
Se advierte una diferencia irreal, al final del texto, entre España y el estado español. España no es el problema, lo es el estado. Por Estado o estado hay que entender el aparato administrativo de un país o una nación, ¿Cómo va a estar sometida Cataluña, es decir, los catalanes a un aparato administrativo? ¿Acaso tenemos a funcionarios del estado observando por la mirilla de casa de todos los catalanes? Nuevamente se confunde el todo -España como país- con una parte -el Estado español, o sea, la burocracia de la que precisamente es representante constitucional el President de la Generalitat que firma la nota-.
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