Hace cuatro años, la Comisión Internacional de Derechos Humanos para Gays y Lesbianas, una organización privada que lucha por la no discriminación de los homosexuales en todo el mundo, enviaba un informe sobre la situación de los homosexuales en Irán al Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Dicho informe fue debatido en la 103 sesión de dicho comité, celebrada en octubre y noviembre de 2011.
En su informe sobre Irán, la Comisión Internacional de Derechos Humanos para Gays y Lesbianas denunciaba, entre otras cosas, que:
1. El Código Penal de la República Islámica de Irán criminaliza todos los actos homosexuales y castiga ciertos actos homosexuales con la muerte.
2. El Código Penal no distingue adecuadamente entre actos sexuales consentidos y no consentidos y, como resultado, en ocasiones se condena a las víctimas de violación.
3. Autoridades iraníes del más alto nivel han hecho repetidas declaraciones de carácter homofóbico, que constituyen una incitación a la violencia y a la discriminación contra los homosexuales.
4. Las personas de quienes se sospecha que pueden haber cometido actos homosexuales son sometidas a arrestos arbitrarios, torturas bajo custodia del Estado y denegación del derecho a un juicio justo.
5. Personas preocupadas por la violación de los derechos de los homosexuales (incluyendo familiares, periodistas y defensores de los derechos humanos) han sido amenazadas con ser detenidas y han sido intimidadas por la Policía y las fuerzas de seguridad.
6. La censura de la información relacionada con los derechos de los homosexuales es habitual, e incluye intercepciones telefónicas, cierre de páginas web y amenazas de detención.
7. Los derechos de reunión y asociación de las personas sospechosas de ser homosexuales están restringidos, no existiendo apenas actos públicos, realizándose redadas en los actos privados y efectuándose arrestos, habiéndose incluso producido intervención del estado para impedir los contactos a través de Internet.
Como resultado de esa y otras denuncias, el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas exigió a Irán:
– que derogara o enmendara toda la legislación que penaliza la homosexualidad
– que liberara a todos aquellos que están presos por actos sexuales consentidos
– que tomara las medidas necesarias para prohibir la discriminación por razón de orientación sexual
– y que informara al Comité de los progresos realizados a este respecto.
Sin embargo, a fecha de hoy, la situación penal y social de los homosexuales en Irán sigue siendo la misma.
Ayer, como probablemente sepan ustedes, se celebró en Madrid la manifestación del Día del Orgullo Gay, y allí estaba, luciendo sonrisa, Pablo Iglesias. El mismo Pablo Iglesias que colabora con la televisión pública de un país, Irán, en el que la homosexualidad es delito; en el que ese delito se castiga en determinados casos con la muerte; en el que se discrimina y persigue a los homosexuales y en el que se acosa a quienes luchan por la igualdad de derechos de los homosexuales.
Con todos los respetos, don Pablo, es usted un hipócrita y un caradura.
Aunque lo más sorprendente, para mí, no es que usted le eche morro a la vida, sino que no le echaran a usted con cajas destempladas de la manifestación de ayer.
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