Lo de Rita Maestre no es activismo, es vandalismo
Hay una diferencia fundamental entre el activismo y el vandalismo: El primero busca reivindicar derechos pisoteados, el segundo pisotear los derechos existentes; y lo de Rita Maestre asaltando la capilla de Somosaguas pertenece sin género de duda a la segunda categoría.
Rita Maestre: “vamos a quemar la Conferencia Episcopal”, “menos rosarios y más bolas chinas”, “arderéis como en el 36″
Entrar en una capilla y ejecutar actos de profanación contra los sentimientos religiosos de una comunidad no sólo es un delito, es que además no reivindica ningún derecho, salvo que se quiera defender el derecho al acoso a todos aquellos que no comparten la particular visión del mundo del vándalo.
No hace falta estudiar leyes para entender que, con todo lo que se pueda decir de la Constitución Española, la defensa de la libertad y la pluralidad y de las costumbres y raíces culturales de cada cual es absoluta. Basta comenzar a leerla para encontrarse ya en su primer renglón (Preámbulo):
La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran,
Ya dejando a uno lado el concepto de “justicia” al que pueda hacerse alusión, “libertad, seguridad y promover el bien de cuantos la integran” no alberga muchas dudas de que no son precisamente principios que se hayan respetado en el acto vandálico referido. Por si esto no fuera suficiente, el texto continúa sólo dos líneas más abajo:
Proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.
No me detendré en la parte en la que el texto dice claramente que se han de proteger las culturas y tradiciones de los ciudadanos. Sólo veamos, por si no resulta tan evidente como lo anterior lo que nos indican los derechos humanos… Baste el artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
¿En verdad alguien puede sostener que el comportamiento de Rita Maestre ha sido muy “fraternal”? Si me dicen que sí, permítanme que les compadezca por los hermanos que les ha tocado padecer…
Por no mencionar el artículo 18 que ahonda aún más en la cuestión:
Artículo 18
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.
¿A ustedes les parece que estas libertades se han respetado en el caso del ataque de Rita Maestre a la capilla de Somosaguas? ¿En serio? ¿De verdad se lo parece?
El acto de Rita Maestre no es activismo, es vandalismo; porque no defiende ningún derecho socavado, defiende socavar el derecho de los asistentes a los oficios religiosos de culto católico de la capilla a poder hacerlo en libertad y sin ser acosados por tal circunstancia.
Que Pablo Iglesias, máximo dirigente del partido instrumento PODEMOS, defienda la actuación de Rita Maestre, no sólo evidencia su absoluta falta de convicciones democráticas, sino que evidencia además que hace mucho tiempo (si es que alguna vez fue de otro modo) que este señor no debería haber sido profesor de nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario