miércoles, 1 de abril de 2015

Podemos traiciona lo que prometió: no consultará a sus bases sobre Andalucía


"En Podemos las principales decisiones las toma la gente", decía Pablo Iglesias

“En Podemos todos los acuerdos post-electorales los decidirá la gente mediante referéndum.” Lo decía Carolina Bescansa, responsable de la Secretaría de Análisis Político y Social de Podemos, el 19 de enero. El 10 de febrero lo reiteraba Teresa Rodríguez, cabeza de lista de Podemos en Andalucía, señalando que en dicho referéndum podría votar “cualquier ciudadano”.
Donde dije digo, digo Diego
Pues bien: ayer, preguntada sobre la posibilidad de organizar el prometido referéndum, Bescansa matizaba que “esto se parece poco o nada a un pacto de Gobierno”. Es decir, que no habrá consulta a las bases ni a los ciudadanos.
En la misma línea, el 27 de marzo Podemos Andalucía anunciaba las condiciones que pondrá a Susana Díaz, candidata del PSOE, para facilitar su investidura:
Para hacer esta oferta, Podemos Andalucía no organizó ninguna consulta. Ni entre los afiliados ni entre los ciudadanos en general. Las bonitas promesas, como ha venido ocurriendo con el PP, el PSOE y otros partidos, se las ha llevado el viento.
La dirección nacional de Podemos ningunea a la dirección andaluza
Tampoco hizo ninguna consulta la dirección nacional de Podemos para establecer una rebaja de sus condiciones para dicha investidura, convirtiéndolas en meras “propuestas”, en un abierto enfrentamiento con la dirección andaluza del partido, totalmente ninguneada desde Madrid. Al final, ha bastado que Podemos afronte la posibilidad de facilitar la continuidad de la casta corrupta andaluza, para mandar a paseo sus bonitas palabras sobre decisiones, asambleas y democracia.
Una serie de tuiteos que dejan en evidencia a los mandamases de Podemos
Para darnos una idea de la dimensión del engaño basta con dar un repaso a los siguientes tuiteos. Esto demuestra que igual que hacen los partidos que ellos tachan de “casta”, en Podemos se promete una cosa antes de las elecciones y se hace otra distinta después:
¿Quién era esa “gente” que iba a tomar las decisiones, don Pablo? ¿Usted y su camarilla de amiguetes? Por no permitir, Pablo Iglesias y la dirección nacional de Podemos ni siquiera aceptan que sean los diputados andaluces de su partido quienes dirijan las conversaciones con el PSOE. Al final ha ocurrido lo mismo que ocurrió durante el siglo XX allí donde se fueron implantando dictaduras del mismo signo ideológico que Pablo Iglesias: prometían asambleas para todo, y luego era un comité el que decidía a su antojo y sin convocar siquiera elecciones. Leninismo en estado puro.

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