Ha ahorrado 400.000 euros en política y posee 4 casas y un Mercedes “de ocasión”. Se trata de Cristóbal Montoro, de quien el Grupo Popular del Congreso echa “pestes” tras haber reaccionado con “estupefacción” y “malestar” a su “inhibición” al permitir la detención de su ex compañero de gabinete, Rodrigo Rato, tras la investigación de la Agencia Tributaria, que le acusa de cinco delitos, uno fiscal por cada ejercicio entre 2009 y 2013, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes. “Podía haberse hecho de otra forma”, braman los diputados del PP, que no han ocultado su descontento a “Espía en el Congreso” y esperaban un “gesto” del propio Mariano Rajoy o su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, sobre lo que interpretan como “un escarnio” de su icono económico.
A juicio de los diputados del PP, este gesto ya se ha producido con dos decisiones muy rotundas: la movilización de los fiscales afines al partido, comenzando por la Fiscal General del Estado, Consuelo Madrigal y la fiscal anticorrupción Elena Lorente, y la declaración ante los máximos representantes de las empresas del Ibex 35, que se reunieron a almorzar este martes en la Moncloa con la presencia del diputado de CiU, Josep Sánchez Llibre, y la ex diputada del PP, Isabel Tocino entre ellos. Ambos se han encargado de difundir con precisión las palabras de Rajoy exculpando a Rodrigo Rato, apelando a su amistad y justificando su supuesta insolvencia, que le librará del embargo de sus bienes y cuentas, convenientemente puestos a salvo y a nombre de sus familiares más directos. Pero lo más revelador de la reunión fue el comentario que Rajoy realizó sobre su propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Según esta versión, cuando uno de los empresarios interpelantes empleó la palabra “crucifixión” para definir lo que en su opinión había padecido Rato, el presidente del Gobierno asintió y replicó: “ahora empieza la crucifixión de Montoro”.
La señal fue inequívoca y ha llegado hasta el Grupo Popular del Congreso. Tanto su nuevo portavoz, Rafael Hernando, como los diputados por Madrid y Sevilla, provincias por las que Montoro ha sido diputado, así como los de Jaén, de la que es oriundo, están al corriente de ello. Y los parlamentarios más críticos afirman enigmáticamente que la “cacería” de Rato no ha sido “ejemplar”: “Rodrigo está arruinado, Cristóbal se ha hecho rico en política aprovechándose de las ventajas, trabajo seguro y excedencias que le da su puesto como funcionario de la Universidad”. Y desvelan otro dato: “Nunca le perdonó a Mariano que no hiciera nada cuando Cospedal lo relegó de la lista de Madrid y lo envió como “cunero” a Sevilla. Y ahora se lo ha cobrado en especie”.
No es una acusación gratuita: Cristóbal Montoro ha pagado 40.000 euros a Hacienda porque a su sueldo de ministro le ha unido la “extra” que le da el PP: 42.742 euros. Además ha cobrado 3.500 euros por sus conferencias y artículos y 10.000 más por una vivienda que tiene alquilada. Montoro ha acumulado además un importante patrimonio en política: posee cuatro casas, tres en Madrid (dos en la capital y un chalet en la sierra) y otra en Alicante. En sus cuentas corrientes tiene 67.000 euros, un fondo de inversión de 40.000 euros y 3 fondos de pensiones con 120.000 euros. Además tiene otro plan de pensiones del Parlamento Europeo por valor de 126.000 euros. En acciones posee otros 7.200 euros. Su coche es un Mercedes 270 CDI, pero él suele matizar que lo compró “de ocasión” y tiene 10 años de antiguedad. Al Barclays le debía 360.000 euros por un crédito hipotecario, pero ya solo debe 14.000 euros.
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