¿Se puede regar con agua de mar?
Al parecer sí, y no hablamos de agua de mar tratada y purificada, sino de agua marina tal cual se la encuentra en estado natural.
Según las Naciones Unidas, actualmente 783 millones de personas no tienen acceso a agua fresa y casi 2 mil 500 millones no pueden acceder a una sanitización adecuada. Es por esto que el Banco Mundial, ONGs, activistas, y casi todo el mundo, consideran a la escasez de agua como el mayor problema que enfrenta la humanidad. Sumémosle como dato que la mayor cantidad de agua que hay en el mundo es agua de mar, por lo que poder utilizarla en la producción de alimentos sería un salto muy importante para la historia de la humanidad.
No es nuevo que se trate de potabilizar el agua marina, de hecho el 70% del agua potable de Arabia Saudita corresponde a agua salada procesada. Pero hay que tener unos bolsillos abultados -como los Ricos Saudíes tienen- para poder financiar ese tipo de procesos que por otro lado dejan desechos nada de buenos.
Ante esta realidad, a un agricultor y un par de científicos holandeses se les ocurrió hacer el proceso inverso, y en lugar de tratar de adaptar el agua a los alimentos están buscando que los alimentos se adapten al agua salinizada.
Lo concreto es que Marc van Rijsselberghe, un agricultor orgánico de 59 años, de la región norte de Holanda, junto a dos científicos, Dr. Arjen de Vos y Dr. Jelte Rozema, han creado una papa capaz de crecer con agua de mar diluida.
Este descubrimiento está en su primera fase, lo han logrado en la granja de Marc, pero el proyecto aspira a probarlo en diferentes regiones del mundo para saber si es posible en regiones menos favorables. Semillas de esta papa han sido llevadas a Paquistán, donde su éxito dependerá en si pueden adaptarse al clima asiático o no.
Una de las inquietudes fundamentales que tiene la gente, una vez conocida esta noticia, es si los tubérculos absorben la sal en cantidades que podrían afectar la salud de las personas que los consumen. Al respecto, los médicos del equipo de van Rijsselberghe, señalan que una persona se tendría que comer muchos kilos de esa papa para que eso suceda. Además, añaden que la mayor parte de las veces la sal del agua se queda retenida en las hojas de las plantas.
Lo cierto es que no todos están tan eufóricos, para Glenn, Brown y O’Leary, quienes fueron pioneros en este tipo de agricultura, hay que ser cuidadosos en reivindicar el uso del agua de mar en la agricultura porque la que se usa en esta experiencia no es pura. Como se sabe, estos investigadores presentaron una experiencia similar en 1998 con una planta halofita que crece en agua salina, pero concluyeron que no estaba lista para un desarrollo comercial. Por ello, temen que este esfuerzo holandés sea solo anecdótico y no esté en capacidad de ser viable económicamente.
Estas críticas parecen no quitarle el ánimo a Van Rijsselberghe que le gusta la idea de ser visto como un empresario que crea valor que puede ser útil incluso para resolver los problemas propios de Holanda con el agua y su forma de producir alimentos.
Los investigadores además están probando con otros cultivos. Ya han probado con fresas salinas que sabrán dulces y no muy saladas a pesar de ser cultivadas con agua de mar. Otra cosa que dijo el agricultor que puede llevarse a cabo en un futuro, es pasto salino, que puede ser regado sin la necesidad de desperdiciar agua dulce.
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