jueves, 12 de marzo de 2015

Podemos, IU, AGE y Bildu votan contra una condena de los crímenes chavistas

La moción condena el asesinato del niño Kluiverth Roa por un policía chavista

 

     
El Parlamento Europeo ha votado hoy una moción de condena de la represión chavista en la que “condena la muerte por impacto de bala de Kluivert Roa”, niño de 14 años (en la foto) asesinado por un policía chavista, “y seis estudiantes más, y transmite su pésame a las familias”.
 
La moción también pide que acabe el maltrato a los presos políticos
La moción pide al gobierno de Venezuela “que revoque la recientemente promulgada Resolución 8610, que permite a las fuerzas de seguridad el uso de la fuerza potencialmente mortal, ya sea con armas de fuego o de otro tipo capaces de matar, en el control de manifestaciones de civiles”. En referencia al encarcelamiento de presos políticos civiles en cárceles militares, como ha ocurrido con el caso del líder opositor Leopoldo López y del alcalde de Caracas Antonio Ledezma, la moción recuerda que “la retención de civiles detenidos en una prisión militar es incompatible con las normas internacionales”, y que “Venezuela tiene la obligación de garantizar la vida, un trato humanitario y la seguridad de todas las personas privadas de libertad, así como unas condiciones de detención que estén en consonancia con las normas internacionales aplicables”. Así mismo, pide a las autoridades venezolanas “que velen por que Antonio Ledezma, Leopoldo López, Daniel Ceballos y todos los demás presos políticos reciban cualquier tipo de atención médica que puedan necesitar y obtengan un acceso inmediato, privado y periódico a sus familias y a los abogados de su elección”.
Podemos, IU, AGE y Bildu votan en defensa de la represión en Venezuela
Además de lo ya citado, la moción pide al Gobierno chavista “que deje de perseguir y reprimir políticamente a la oposición democrática y de violar las libertades de expresión y de manifestación, e insta a que se ponga fin a la censura de los medios de comunicación, y recuerda a las autoridades venezolanas que “las voces opositoras son indispensables para una sociedad democrática”. Esta moción -apoyada por populares, socialistas, liberales y conservadores- ha contado con un apoyo abrumador, con 384 votos a favor, 75 en contra y 45 abstenciones. Como ya ocurrió en diciembre, la extrema izquierda se opuso a condenar los mismos crímenes y abusos que también se ha negado a condenar en el caso de la dictadura comunista cubana. Los eurodiputados de Podemos, IU, AGE y Bildu votaron en contra de la moción, actuando una vez más como simples palmeros de la dictadura chavista, de la que dirigentes de Podemos han recibido 4,3 millones de euros en los últimos años a través de diversos medios (la fundación CEPS, los contratos de asesoramiento de Monedero y ayudas en “B” para la compra de un canal de televisión en España).
Esa moción es ahora un anuncio de lo que podrían hacer si gobiernan
Os animo a leer la resolución de condena (ya es la segunda que rechazan, pues votaron contra otra similar en diciembre). No sólo es una ajustada descripción del horror dictatorial que están sufriendo los venezolanos a manos del tirano Nicolás Maduro: esa resolución de condena se ha convertido ya en un relato de lo que a la ultraizquierda española le parece admisible para reprimir al pueblo si algún día tiene la oportunidad de gobernar. Si los eurodiputados de Podemos, de Izquierda Unida, de Alternativa Galega de Esquerdas y de Bildu se niegan a condenar el asesinato de niños, el encarcelamiento de presos políticos en cárceles militares, los maltratos y torturas a éstos y la represión brutal contra la oposición democrática en las calles de Venezuela, es simplemente porque esos abusos del chavismo les parecen algo irreprochable. La paradoja es que esos mismos que se niegan a condenar la represión chavista luego dicen que España es una “dictadura de los mercados”, e incluso critican la llamada “Ley Mordaza” hecha en España por el gobierno del Partido Popular, para después defender en Venezuela la aplicación de medidas mucho más brutales contra los que no opinan como ellos. Sus apelaciones a la democracia y a los derechos humanos quedan, pues, como mera palabrería en la que no creen y a la que sólo recurren para engañar al pueblo y hacerse con el poder, para luego ostentarlo y ejercerlo igual que sus colegas chavistas en Venezuela o sus colegas castristas en Cuba
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