Sánchez ha fulminado a Gómez por «deteriorar la imagen» del PSOE con asuntos que huelen a corrupción. Y eso sin estar imputado. Los expresidentes andaluces están en los ficheros de los ERE y del Supremo
Si Tomás Gómez ha sido apartado, -como ha proclamado el secretario de Organización del PSOE, César Luena- por haber provocado un «deterioro grave» de la imagen pública del partido, por asuntos como la «Operación Púnica» o el sobrecoste del tranvía de Parla (Madrid), la lógica más ramplona deduce que Pedro Sánchez está tardando en hacer lo propio con Manuel Chaves y José Antonio Griñán habida cuenta de su todavía presunta relación con la trama de los ERE de Andalucía.
Es más. Gómez ha sido suspendido de forma fulminante sin haber sido imputado en el caso de analiza el sobrecoste del mencionado tranvía y tampoco en la Púnica, causa en la que sí figuran como imputados doce de los que fueron sus concejales. Pero es que Chaves y Griñán, ambos expresidentes andaluces, están siendo investigados por el Tribunal Supremo junto a los exconsejeros Mar Moreno, José Antonio Viera y Gaspar Zarrías. En enero, la juez Mercedes Alaya elevó al TSJA también los indicios que existen contra otros cuatro exconsejeros de la Junta: Carmen Martínez Aguayo, Francisco Vallejo, Antonio Ávila y Manuel Recio.
Desde el PP, el portavoz del Comité de Campaña del PP, Pablo Casado, ha instado al líder del PSOE, Pedro Sánchez, a que tenga la misma vara de medir con Andalucía que la que ha mostrado con el PSM dando «un golpe de mano» y apartando a Tomás Gómez.
Y es que, sí Pedro Sánchez ha decidido resucitar su maltrecho liderazgo convirtiéndose en un héroe anticorrupción y lo ha hecho sacrificando primero a quien tanto le apoyó, cabe pensar que todo puede ser un preparativo para apartar a continuación a los que, a su vez, han sido los dos penúltimos presidentes del PSOE. Aunque resulta más masticable un simple cálculo electoral: si la investigación del dichoso tranvía de Parla «pinta mal» para Gómez -y así lo sugieren fuentes judiciales a ABC-, mejor provocar la explosión ahora que en plena campaña.
Gómez apuntaló candidatura de Pedro Sánchez, deseoso de llevarse bien con un secretario general a diferencia de como había ocurrido con Rubalcaba. Pero apartar a Chaves y Griñán es otra cosa. El choque frontal con Susana Díaz puede ser demasiado como para luego poder levantarse. La presidenta no había hecho declaraciones a primera hora de la tarde de hoy. Sánchez tampoco.
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