lunes, 1 de diciembre de 2014

Las cadenas denuncian en privado fuertes presiones del Gobierno para ‘suavizar’ las críticas a Rajoy

Las cadenas de televisión han venido denunciando en círculos privados fuertes presiones de parte de órganos del Ejecutivo y de la propia Presidencia de Gobierno para que suavicen sus críticas al PP y al propio Mariano Rajoy. Con TVE absolutamente maniatada, en Moncloa quieren ‘crítica cero’ en las televisiones y para ello buscan incidir en las tertulias y programas políticos que han proliferado en las privadas en los últimos meses. De momento las cadenas resisten gracias al respiro que ha dado el buen comportamiento de la publicidad.
 
 
El equipo de Mariano Rajoy ha trasladado de manera insistente durante las últimas semanas a los principales directivos de las cadenas privadas que ‘no quiere críticas ni estridencias en época electoral’. Los problemas de Mariano Rajoy son principalmente con los debates y las tertulias que han proliferado en diferentes cadenas y que poco a poco van haciendo mella en la imagen pública del Ejecutivo. El equipo de Rajoy considera que las cosas ‘van mejor’ y que las cadenas no lo están reflejando.
 
Con los diarios controlados se han lanzado a por las cadenas, conscientes de que son ellas realmente las que pueden hacer ganar o perder votos entre el grueso de la población. De momento, las cadenas intentan ser inmunes a las presiones gracias al importante crecimiento de los ingresos publicitarios (casi un 10% en lo que va del año) que han logrado darles una tranquilidad económica que hace un año no tenían.
 
¿Las armas de Moncloa? Recuperar la publicidad a TVE o quitar nuevas cadenas de TV fruto de un último fallo de la justicia que ha quedado en el aire. En el caso del primer argumento las privadas incluso considerarían un alivio dejar de aportar ingresos vía tasas a la Corporación RTVE, y en el caso de las pérdidas cadenas en las privadas exigen que primero se aclare el concurso de licencias que en principio comenzaría en enero del próximo año.
 
La situación es tensa y amenaza con desembocar en una nueva guerra –como la de la retirada de las cadenas de TDT en mayo de este año- entre la patronal de las televisiones y el Ejecutivo. A favor de las cadenas juega una mejor situación económica que hace un año. En contra de Moncloa juega el tiempo y sólo un año para las elecciones y un cabreo cada vez más creciente de la población.




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