jueves, 14 de agosto de 2014

Sobre Jordi Pujol

Lo dado a conocer por la prensa estos últimos días sobre la fortuna de los Pujol en Andorra confirma todos los argumentos esgrimidos por los llamados grupos o partidos "populistas", término despreciativo por el que son denominados por la clase política convencional los hombres y mujeres que dicen en voz alta lo que piensa todo el mundo.

Estos argumentos son, que en España existen los ciudadanos de a pie que deben cumplir las leyes vigentes y los personajes políticos que ostentan poder a quienes se les aplican otras leyes a su gusto. No existen diferencias ideológicas o de partido, todos los políticos que ostentan o han ostentado poder son gentes privilegiadas, es la nueva aristocracia. Pueden presionar a la prensa, a determinados jueces, a la banca, a otros políticos, con el fin de obtener los medios necesarios para encontrarse, como dicen los franceses, "au dessus de la melee", por encima de la ciudadanía.
La consecuencia inmediata de esta noticia hoy conocida por el pueblo pero ya muy conocida por otros medios desde hace mucho tiempo, es la destrucción de la figura histórica de Jordi Pujol, ya que se ha comprobado que ha utilizado Cataluña y su gobierno como una finca particular y quien pretendía hacer negocio en su finca debía abonar el correspondiente derecho de pernada. La ideología, el sentimiento de lo catalán, de las reivindicaciones históricas y demás argumentos político- sentimentales, los utilizaba para mantenerse en el poder y enriquecerse.
Otra consecuencia inmediata es que no existe ninguna afirmación o negación venida por ningún político que ostente poder que sea fiable. En principio cualquier afirmación que provenga de ellos es mentira, mentira por definición. Ningún político que ostente poder es fiable. Todo el gobierno actual de Cataluña, los altos cargos del partido y es especial el President Mas, eran conocedores de la situación de la familia Pujol y de su modo de hacer desde hace años, de sus negocios en el extranjero y de sus cuentas ocultas. Cuentas que solamente han aflorado cuando Pujol sabía a ciencia cierta que si no las sacaba a la luz él mismo, se las sacaban otros con las consecuencias penales inherentes.
El President Mas es cómplice de esta situación al menos por omisión. Derivado de este hecho son la dimisión del hijo de Pujol, Oriol y la de Durán Lleida, éste último, también conocedor del asunto que se venía encima, se marcha para no quemarse, pero su salida es tan evidente que nunca más podrá volver a ser alguien en política.
Hace ya mucho tiempo que afirmé que los partidos políticos se hallan permanentemente en guerra los unos contra los otros con el fin de conseguir el poder. El poder, el gobierno, lo justifica todo y entre la clase política nunca pasa nada ya que se protegen los unos a los otros hasta que se juegan el poder. Entonces salen a la luz los datos, expedientes, testigos, causas, conocidas por unos y aletargadas en los archivos, de aquellas personas que es preciso destruir en aras de una buena y justa causa. Como ésta, que significa la destrucción del movimiento independentista, al menos la destrucción del poder que defiende este movimiento.
Los políticos conservan datos íntimos, delictivos de muchas de las personas que han ostentado poder o que lo ostentan para utilizarlo en su momento, pero estos datos, cualquier ciudadano normal debe ponerlos en conocimiento de la justicia en el momento que los conoce, no cuando le interesa a él por cualquier motivo o para sacar provecho personal de la denuncia.
Deseo aquí advertir que hoy le ha tocado a Convergencia y a la familia Pujol, pero mañana le tocará al PP y a Rajoy por haber mentido en cuanto al pago de nóminas en negro y a la financiación de su partido, como también le tocó al gobierno socialista de Andalucía.
Vivimos en una sociedad totalmente corrupta, viciada y con normas diferentes para los políticos con poder y otras para la ciudadanía. Si esto no cambia, un día cualquiera, la gente se hartará.


Juan Carlos Giménez-Salinas/Abogado

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