Alrededor de 15.000 euros por hogar y año, o lo que es lo mismo, unos 5.000 euros por ciudadano vasco. Esa es la factura que tendrían que pagar la población ante la independencia del País Vasco.
A principios de mes, el PNV anunció su voluntad de pedir estudios económicos de lo que supondría la independencia y la "dependencia de España" y un grupo de economistas consultados por ABC ya ha hecho sus primeros cálculos.
Además de la citada factura, estiman que fuera del euro, y con una caída de sus exportaciones, el Producto Interior Bruto (PIB) del País Vasco caería en torno a un 20%, aunque hay otras previsiones que apuntan a un descenso algo menor, si bien superior al 10%.
Entre los economistas que cita ABC figuran Ángel de la Fuente (CSIC) y Mikel Buesa, que son de los que consideran que la caída del PIB del País Vasco en caso de secesión podría llegar al 20%. Entre aquellos que piensan que la pérdida de riqueza no sería menor al 10%, está un informe del profesor Rodríguez Mora, coordinado por Arregi, López Basaguren y Ruiz Soroa. En él cifran entre un 10 y un 13% de caída.
Consecuencia de esta pérdida resulta el precio que cada hogar vasco tendría que pagar por esa declaración de independencia: 15.000 euros. Pagar, o mejor dicho, lo que dejarían de ingresar.
Euskadi es la autonomía menos castigada por la crisis, lo que ha permitido limitar su tasa de paro en torno al 15% tras seis años de recesión y que ocupe la primera posición en indicadores de salud, educación y bienestar, según un estudio de la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas). Es también, la comunidad autónoma que cuenta con la mayor renta per cápita de toda España -un 34% superior a la media. Actualmente se sitúa en torno a los 30.000 euros.
Ahora bien, según el grupo de economistas consultados por ABC, con la independencia pasaría a estar por detrás de la renta per cápita de Madrid, Navarra o Cataluña. En el mejor de los casos. Porque también podría quedar por detrás de La Rioja y Aragón, y prácticamente al nivel de la actual renta media de España.
Puesto en cifras, lo que perdería en su conjunto el PIB del País Vasco rondaría los 13.000 millones de euros. Ahora bien, los economistas alertan de que el impacto económico será prolongado en el tiempo, no cuestión de un solo año.
¿Y cuáles son en concreto los efectos sobre el PIB? Fuga de empresas y reducción de los flujos comerciales en un territorio con nueva moneda devaluada en un primer momento y menos actividad económica, menos renta, más paro, más deuda, en un segundo tiempo.
Respecto a la deuda, señalan los expertos, ésta se tendría que pagar con un precio más elevado, fruto del devaluado precio de la nueva moneda con la que contaría el País Vasco.
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