domingo, 6 de abril de 2014

El cordobesismo reverdece en el festival de Córdoba

Manuel Benítez sacado a hombros por los toreros

Manuel Benítez "El Cordobés" entusiasma al coso de Los Califas y es sacado a hombros por los toreros.

 
En sus años de juventud le sirvió para ser el amo y señor del toreo, hoy en Córdoba y con 78 años, que se dice pronto, la mano izquierda del cordobés ha demostrado que como ella torea no torea nadie, qué facilidad, qué manera de Torear al natural, que ejemplo para nuestros mayores de hoy y para todos, porque con suerte algún día también seremos mayores, qué delicia ver torear a don Manuel Benítez Pérez, amo y señor del toreo de los 60-70 y V Califa del Toreo.
Benítez se erigió en protagonista absoluto del popularmente conocido como Festival del Cáncer y dio una lección de época, ahí quedan las imágenes, setenta y ocho años, el que pueda y quiera ahí está el tajo...
El novillo de Domingo Hernández, cómodo de cuerna, pero bastante voluminoso, no fue una perita en dulce, mansón por momentos, arreó con mal estilo cuando embestía contra tablas y a punto estuvo en más de una ocasión de llevarse por delante al torero. Luego también tuvo una virtud y fue la de humillar, Benítez, especialmente con la izquierda, la aprovechó y puso a toda la plaza en pie.
A buen nivel rayó también Finito con un novillo de Fuenteymbro que anduvo muy justo de clase y acometividad, un novillo soso que en otra época a Juan no le habría servido, pero hoy vimos el grandioso momento que atraviesa Finito y como de un pozo casi seco, fue capaz de sacar agua clara y abundante, a base de cuidarlo y dosificarlo. Se reivindicó Finito y dejó claro que se comete una canallada con él dejándole fuera de "su" Feria de Mayo cordobesa.
Volvía a su plaza después de varios años de ausencia José Luis Torres y se encontró con un buen novillo de Fuenteymbro que le permitió mostrar a todos su toreo caro, "amanoletado", vertical, un toreo que hoy se ve poco o nada en las ferias y que no estaría nada mal recuperar de la mano de Torres, demostró que está también en un gran momento y que es un torero recuperable. Incomprensiblemente, como a Finito, se le negó una justísima segunda oreja pedida por mayoría.
Otro que estuvo muy a gusto fue Julio Benítez, muy tranquilo después de ver triunfar a su padre, mostró un toreo templado y de regusto, tuvo enfrente al mejor novillo de la tarde y no lo desaprovechó.
Cerraba cartel y la tarde el novillero cordobés Israel de Córdoba, un torero con unas condiciones excepcionales, que se han diluido en el tiempo, pero con el que se debería contar más, sorteó un novillo áspero de Fuenteymbro y a pesar de llevar mucho tiempo sin torear, se sobrepuso y dibujó muletazos de un corte excepcional.
Antes del terremoto Cordobés había abierto cartel Fermín Bohórquez que toreó un novillo mansón y muy justo de fuerzas de su propia ganadería, su mayor mérito fue tenerlo en pié en los medios y conseguir hacerle faena, con las banderillas a dos manos alcanzó en momento de más relieve en su faena.
La tarde se cerró con un Benítez loco de contento, a hombros de sus compañeros y por la Puerta de los Califas, abandonó entre vítores y aclamaciones la plaza de sus sueños.
Plaza de Toros de Córdoba. Tres cuartos de plaza. Festival Benéfico a favor de la Asociación Española contra el cáncer. Novillos de Fermín Bohórquez, Domingo Hernández y Fuente Ymbro para:
Fermín Bohórquez: oreja
Manuel Beníntez "El Cordobés": dos orejas
Finito de Córdoba: oreja
José Luis Torres: oreja
Julio Benítez "El Cordobés hijo": dos orejas
Israel de Córdoba: dos orejas

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