A doña Elena Valenciano
José L. Román
Si usted y su partido quieren apear al PP del machito para subirse ustedes, por favor, no lo hagan utilizando actuaciones de la Guardia Civil que nada tiene que ver con la guerra de partidos ni los intereses políticos. Valore usted las actuaciones de la Guardia Civil teniendo en cuenta todos y cada uno de los detalles y el origen de lo que diariamente acontece, para que ese tipo de actuaciones hayan tenido lugar, pero no arremeta usted contra la actuación de los guardias, con la única finalidad de desgastar a sus oponentes políticos. La Guardia Civil no se fundó para servir a los intereses de la casta; la Benemérita tiene como misión primordial velar por los intereses de España, defender a los españoles frente a los delincuentes –incluidos políticos y jueces corruptos-, y garantizar la convivencia pacífica de los ciudadanos y de la Patria. Punto.
Digo esto, después de leer atentamente sus declaraciones acerca de los sucesos de Ceuta, donde arremete muy campanuda contra la actuación de la Guardia Civil que, por su carácter militar, no se puede defender. Por un momento, he pensado que quizás usted sea “Dios” con los pies en la Tierra y con la suficiente autoridad moral para lanzar estas duras advertencias. Por tal motivo, he sentido también la curiosidad de buscar por la Red, algo relacionado con un posible poder sobrenatural que haya hecho público y yo no me haya enterado, y que le permite señalar las actuaciones policiales de manera tan contundente. Pero no, no he logrado encontrar nada que se salga de su largo historial parasitario amorrada a la ubre nacional. A saber:
María Elena Valenciano Martínez-Orozco.- En 1977 y con tan solo 17 años de edad, se incorporó a las Juventudes Socialistas de España y, un año más tarde, al PSOE.
Ha cursado las licenciaturas de Derecho y de Ciencias Políticas según la web del parlamento europeo, pero el diario El País publicó que no llegó a finalizar ninguna de las dos.
Ha sido “miembra” del Comité Federal del PSOE entre 2000 y 2004 y formó parte de la Comisión gestora del PSOE que dirigió Manuel Chaves tras la dimisión de Joaquín Almunia.
Desde 1999 hasta 2007 ha sido “miembra” del Parlamento Europeo, ostentando diversas responsabilidades. En su última etapa fue portavoz de la Delegación Socialista Española.
En 2007 accedió a la Secretaria de Relaciones Internacionales de la Comisión Ejecutiva Federal socialista, en sustitución de Trinidad Jiménez. Tras las elecciones generales de 2008 resultó elegida diputada en las del Congreso de los Diputados por Madrid, donde fue portavoz en la Comisión de Asuntos Exteriores. En Julio del mismo año ocupó en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE el Área de Política Internacional y Cooperación.
Ha sido coordinadora Nacional del Lobby Europeo de Mujeres durante 1992 y 1994; vocal del Movimiento Europeo desde 2004; fundadora y primera presidenta de la Asociación de Mujeres Jóvenes entre 1984 y 1990. Desde 1999 fue presidenta de la Fundación Mujeres. En la actualidad es vocal de dicha fundación… Y, todo esto, amenizado con un sueldo de ensueño a costa del erario público. La número DOS del PSOE no es precisamente “mileurista” que malvive con trabajos temporales y contratos basura. Es una diputada, antes eurodiputada, que gana sus buenos sesenta mil euros al año, según cálculos –aún incompletos-, de la web Sueldos Públicos, o sea, tres veces más que el sueldo medio en España.
Todo un elenco de servicios a la Patria ¿verdad? Hoja de servicios que le permiten con autoridad censurar a la Guardia Civil con declaraciones como: “Insistiremos en que haya una investigación a fondo y se depuren responsabilidades. Ni esto va a quedar así ni puede volver a suceder”; Y después de considerar que la solución a la presión migratoria “no pueden ser los disparos y las muertes”, usted escribe: “No es difícil imaginar el pánico que se puede llegar a sentir cuando estás en el agua, extenuado y asustado, y te empiezan a disparar, entre otras cosas, no sabes con qué te disparan”.
Usted señora diputada, antes eurodiputada, no sufrirá en su carne la delincuencia que se deriva de los inmigrantes ilegales ni posiblemente de ningún delincuente común, pues para eso tiene a su disposición buenos guardaespaldas que le pagamos entre todos, pertenecientes a esos Cuerpos de Seguridad a los que ahora deliberadamente ataca.
Usted no hace ni una sola referencia a las piedras lanzadas por los ilegales contra los antidisturbios; ni una sola referencia a los ciudadanos que sufren esas avalanchas en Ceuta o Melilla; ni una sola referencia al índice de delincuencia que se deriva de inmigración incontrolada, ni de la situación en las cárceles hacinadas por el ingreso masivo de delincuentes extranjeros; ni una sola referencia, -dada su “generosidad” y “solidaridad”-, a su intención de acoger a esos pobres inmigrantes en su propio domicilio, o en las miles de sedes de su partido repartidas por todo el territorio nacional y que se sostienen con dinero público; y, por supuesto, ni una sola referencia en su larguísima vida política, a los huérfanos y viudas de guardias civiles asesinados por el terrorismo vasco, así como ninguna muestra personal de reconocimiento a la institución mejor valorada por el conjunto de la ciudadanía.
Cuando saltó el escándalo de la Fundación Ideas, con la falsa articulista Amy Martin, se conoció de refilón una noticia que le afectaba a usted. La Fundación Ideas pagó, supuestamente, hasta 150.000 euros a la empresa de traducción de su hermana Paloma, por trabajos de traducción que no se llegaron a especificar. Usted nunca quiso pronunciarse sobre este caso. Que discreción.
A usted la Guardia Civil siempre le ha importado una higa señora Valenciano, porque mientras una ministra de su partido en 2004 utilizaba un helicóptero militar para trasladarse de Madrid a Estepona al objeto de impartir una conferencia en esa ciudad malagueña, un guardia civil era comisionado por razón de servicio para viajar a Madrid desde Sevilla en ferrocarril de ida y vuelta el mismo día, y la mísera media dieta de 13,82 euros. Esos guardias civiles que usted dice que disparan contra los pobres ilegales, han estado y están dando la cara y jugándose la vida en una de las zonas más calientes de nuestro territorio, mientras usted viajaba en Business a Estrasburgo con dietas anuales por valor de cuarenta millones de las antiguas pesetas. ¿Sabe usted los años que lleva este Cuerpo reivindicando una regularización y equiparación salarial, respecto a policías autonómicas? ¿Sabe usted los años que lleva esta Institución escuchando del PSOEPP en sus mítines, campañas electorales, ruedas de prensa, programas de radio y televisión, promesas y promesas, que luego nadie cumple? Siempre se han lamentado de la precariedad de este Cuerpo tras un atentado y en cuerpo presente, con un catálogo de buenas intenciones, pero a las primeras de cambio -como acaba de suceder en Ceuta-, no pierden la ocasión para ciscarse en las Fuerzas de Seguridad españolas, y ponerse del lado de los ilegales.
Me indigna que en virtud de la ley del embudo, se arreglen ustedes sus chiringuitos, sus viajes, sus dietas y sus nóminas cuando lo consideran oportuno, mientras a esos guardias civiles a los que se humilla tras los sucesos de Ceuta, sólo se les dedique aplausos en los desfiles y funerales. Usted ni eso.
Digo esto, después de leer atentamente sus declaraciones acerca de los sucesos de Ceuta, donde arremete muy campanuda contra la actuación de la Guardia Civil que, por su carácter militar, no se puede defender. Por un momento, he pensado que quizás usted sea “Dios” con los pies en la Tierra y con la suficiente autoridad moral para lanzar estas duras advertencias. Por tal motivo, he sentido también la curiosidad de buscar por la Red, algo relacionado con un posible poder sobrenatural que haya hecho público y yo no me haya enterado, y que le permite señalar las actuaciones policiales de manera tan contundente. Pero no, no he logrado encontrar nada que se salga de su largo historial parasitario amorrada a la ubre nacional. A saber:
María Elena Valenciano Martínez-Orozco.- En 1977 y con tan solo 17 años de edad, se incorporó a las Juventudes Socialistas de España y, un año más tarde, al PSOE.
Ha cursado las licenciaturas de Derecho y de Ciencias Políticas según la web del parlamento europeo, pero el diario El País publicó que no llegó a finalizar ninguna de las dos.
Ha sido “miembra” del Comité Federal del PSOE entre 2000 y 2004 y formó parte de la Comisión gestora del PSOE que dirigió Manuel Chaves tras la dimisión de Joaquín Almunia.
Desde 1999 hasta 2007 ha sido “miembra” del Parlamento Europeo, ostentando diversas responsabilidades. En su última etapa fue portavoz de la Delegación Socialista Española.
En 2007 accedió a la Secretaria de Relaciones Internacionales de la Comisión Ejecutiva Federal socialista, en sustitución de Trinidad Jiménez. Tras las elecciones generales de 2008 resultó elegida diputada en las del Congreso de los Diputados por Madrid, donde fue portavoz en la Comisión de Asuntos Exteriores. En Julio del mismo año ocupó en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE el Área de Política Internacional y Cooperación.
Ha sido coordinadora Nacional del Lobby Europeo de Mujeres durante 1992 y 1994; vocal del Movimiento Europeo desde 2004; fundadora y primera presidenta de la Asociación de Mujeres Jóvenes entre 1984 y 1990. Desde 1999 fue presidenta de la Fundación Mujeres. En la actualidad es vocal de dicha fundación… Y, todo esto, amenizado con un sueldo de ensueño a costa del erario público. La número DOS del PSOE no es precisamente “mileurista” que malvive con trabajos temporales y contratos basura. Es una diputada, antes eurodiputada, que gana sus buenos sesenta mil euros al año, según cálculos –aún incompletos-, de la web Sueldos Públicos, o sea, tres veces más que el sueldo medio en España.
Todo un elenco de servicios a la Patria ¿verdad? Hoja de servicios que le permiten con autoridad censurar a la Guardia Civil con declaraciones como: “Insistiremos en que haya una investigación a fondo y se depuren responsabilidades. Ni esto va a quedar así ni puede volver a suceder”; Y después de considerar que la solución a la presión migratoria “no pueden ser los disparos y las muertes”, usted escribe: “No es difícil imaginar el pánico que se puede llegar a sentir cuando estás en el agua, extenuado y asustado, y te empiezan a disparar, entre otras cosas, no sabes con qué te disparan”.
Usted señora diputada, antes eurodiputada, no sufrirá en su carne la delincuencia que se deriva de los inmigrantes ilegales ni posiblemente de ningún delincuente común, pues para eso tiene a su disposición buenos guardaespaldas que le pagamos entre todos, pertenecientes a esos Cuerpos de Seguridad a los que ahora deliberadamente ataca.
Usted no hace ni una sola referencia a las piedras lanzadas por los ilegales contra los antidisturbios; ni una sola referencia a los ciudadanos que sufren esas avalanchas en Ceuta o Melilla; ni una sola referencia al índice de delincuencia que se deriva de inmigración incontrolada, ni de la situación en las cárceles hacinadas por el ingreso masivo de delincuentes extranjeros; ni una sola referencia, -dada su “generosidad” y “solidaridad”-, a su intención de acoger a esos pobres inmigrantes en su propio domicilio, o en las miles de sedes de su partido repartidas por todo el territorio nacional y que se sostienen con dinero público; y, por supuesto, ni una sola referencia en su larguísima vida política, a los huérfanos y viudas de guardias civiles asesinados por el terrorismo vasco, así como ninguna muestra personal de reconocimiento a la institución mejor valorada por el conjunto de la ciudadanía.
Cuando saltó el escándalo de la Fundación Ideas, con la falsa articulista Amy Martin, se conoció de refilón una noticia que le afectaba a usted. La Fundación Ideas pagó, supuestamente, hasta 150.000 euros a la empresa de traducción de su hermana Paloma, por trabajos de traducción que no se llegaron a especificar. Usted nunca quiso pronunciarse sobre este caso. Que discreción.
A usted la Guardia Civil siempre le ha importado una higa señora Valenciano, porque mientras una ministra de su partido en 2004 utilizaba un helicóptero militar para trasladarse de Madrid a Estepona al objeto de impartir una conferencia en esa ciudad malagueña, un guardia civil era comisionado por razón de servicio para viajar a Madrid desde Sevilla en ferrocarril de ida y vuelta el mismo día, y la mísera media dieta de 13,82 euros. Esos guardias civiles que usted dice que disparan contra los pobres ilegales, han estado y están dando la cara y jugándose la vida en una de las zonas más calientes de nuestro territorio, mientras usted viajaba en Business a Estrasburgo con dietas anuales por valor de cuarenta millones de las antiguas pesetas. ¿Sabe usted los años que lleva este Cuerpo reivindicando una regularización y equiparación salarial, respecto a policías autonómicas? ¿Sabe usted los años que lleva esta Institución escuchando del PSOEPP en sus mítines, campañas electorales, ruedas de prensa, programas de radio y televisión, promesas y promesas, que luego nadie cumple? Siempre se han lamentado de la precariedad de este Cuerpo tras un atentado y en cuerpo presente, con un catálogo de buenas intenciones, pero a las primeras de cambio -como acaba de suceder en Ceuta-, no pierden la ocasión para ciscarse en las Fuerzas de Seguridad españolas, y ponerse del lado de los ilegales.
Me indigna que en virtud de la ley del embudo, se arreglen ustedes sus chiringuitos, sus viajes, sus dietas y sus nóminas cuando lo consideran oportuno, mientras a esos guardias civiles a los que se humilla tras los sucesos de Ceuta, sólo se les dedique aplausos en los desfiles y funerales. Usted ni eso.
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