domingo, 23 de marzo de 2014

El consumo moderado de cerveza es bueno tras sufrir un infarto

El consumo moderado de esta bebida proporciona beneficios a las personas que hayan sufrido ese golpe cardíaco, ya que cuenta con propiedades reparativas y otras para su buen funcionamiento.


La cerveza cuenta con propiedades reparativas del tejido cardiaco tras un infarto.
La salud cardiovascular y la cerveza han sido las protagonistas en la apertura de las XVIII Jornadas de Nutrición Práctica-IX Congreso Internacional de Nutrición, Alimentación y Dietética.

Durante la sesión inaugural, el Dr. Juan José Badimon, director del Atherothrombosis Research Unit del Hospital Mount Sinai de Nueva York, ha expuesto que las manifestaciones clínicas de la enfermedad arteriosclerótica (infarto de miocardio, angina de pecho y/o embolias) constituyen la causa número de uno de mortalidad y morbilidad a nivel mundial.

Por su parte, la Dra. Lina Badimon, Directora del Centro de Investigación Cardiovascular (CSIC-ICCC), ha señalado que según su estudio, la ingesta moderada de cerveza puede proteger frente a lesiones miocárdicas agudas asociadas al infarto y favorecer la función cardíaca global.

El estudio "Intake of fermented beverages protect against acute myocardial injury: Target organ cardiac effects and vasculoprotective effects, dirigido por la Dra. Lina Badimon, y publicado en la revista Basic Research in Cardiology, referente internacional en investigación cardiovascular, concluye que la ingesta moderada de cerveza puede mejorar el perfil lipídico, aumentar la calidad de las partículas de HDL (colesterol bueno o cardiosaludable) y reducir el estrés oxidativo sin que exista alteración de la masa corporal, según ha expuesto la Dra. Badimon en su intervención.

Asimismo, el Dr. Juan José Badimon, ha puesto sobre la mesa que la arteriosclerosis es un proceso que se inicia en el momento del nacimiento, por tanto cuanto antes empecemos las medidas preventivas, mayores serán sus beneficios. Entre los factores de riesgo hay varios que se pueden controlar como la obesidad, el tabaco, el sedentarismo o la nutrición. En esta línea, el Dr. Badimon ha comentado que "una ingesta moderada de cerveza puede ser beneficiosa a nivel cardiovascular mientras que su abuso tendría efectos dañinos".

Consumo moderado de cerveza y mejora de la cicatriz del corazón

Para el estudio "Intake of fermented beverages protect against acute myocardial injury: Target organ cardiac effects and vasculoprotective effects" se utilizaron animales de experimentación a los que se les proporcionó durante diez días, además de una dieta rica en colesterol, unas cantidades de ligeras a moderadas de cerveza (un grupo con 12,5 g de alcohol al día, otro con 25 g de alcohol al día y un grupo al que se les suministró cerveza sin alcohol, además del grupo control que no consumió cerveza). Tras la inducción de infartos, los animales continuaron recibiendo la misma dieta durante los siguientes 21 días.

"El consumo moderado de alcohol (10-30 g al día) se ha asociado a un menor riesgo de infarto de miocardio o muerte en estudios en poblaciones con grave riesgo cardiovascular y en pacientes con enfermedades coronarias, por lo que con esta investigación aspirábamos a evaluar la ingesta de cerveza tradicional y sin alcohol seguía la misma línea.

El resultado es que los animales a los que se les suplementó su dieta con cerveza tradicional (un consumo de leve a moderado) manifestaron menor estrés oxidativo y apoptosis (muerte celular), así como una mejor fibrosis reparativa en el corazón y, por tanto, un mejor funcionamiento cardíaco global" ha explicado la Dra. Lina Badimon, Directora del Centro de Investigación Cardiovascular (CSIC-ICC) durante el Congreso.

La cerveza está elaborada con ingredientes naturales (agua, cebada malteada y lúpulo), y contiene diversos nutrientes como vitaminas del grupo B (especialmente ácido fólico), fibra y minerales (silicio, potasio, magnesio y poco sodio). Asimismo, uno de los polifenoles (antioxidantes naturales) más destacados de la cerveza es el xanthohumol, presente en el lúpulo. "Existen evidencias científicas que relacionan, tanto el xanthoumol, como el bajo contenido alcohólico que contiene la cerveza con efectos protectores en la salud cardiovascular", ha comentado la Dra. Badimon.

"Por lo tanto, podemos confirmar que la ingesta moderada de cerveza puede favorecer la formación del tejido cicatrizal reparativo tras sufrir un infarto", ha añadido la Dra. Badimon.

Cerveza y recuperación cardiaca global

Numerosos estudios epidemiológicos han respaldado el papel protector de las dietas bajas en grasas saturadas y ricas en frutas y verduras, además del consumo moderado de bebidas fermentadas (cerveza o vino) frente al desarrollo y la evolución de las enfermedades cardiovasculares.

"De hecho, en esta investigación demostramos que, en un modelo animal dislipidémico, es decir, con altos niveles de colesterol circulante inducido por dieta, el consumo moderado de cerveza puede proteger el corazón de los efectos nocivos derivados de sufrir un infarto de miocardio en comparación con los animales no alimentados con cerveza.

Por primera vez, y según nuestro conocimiento y experiencia, aportamos nuevos datos en cuanto a los mecanismos por los que la ingesta de cerveza (tradicional y sin alcohol) puede proporcionar cardioprotección, lo que se traduce en un menor daño miocárdico y en una mejora del funcionamiento cardíaco posterior al infarto de miocardio", ha puesto de manifiesto la Dra. Lina Badimon durante la jornada inaugural.

Así, los datos han revelado que, tanto la cerveza tradicional como sin alcohol, puede disminuir la incidencia de arritmias, así como complicaciones derivadas de la isquemia (privación de oxígeno debida a la oclusión de la arteria coronaria) durante la inducción del infarto de miocardio, con lo que, según la Dra. Badimon, "se podría confirmar un efecto protector que resulta más pronunciado en los animales que consumieron cerveza tradicional de forma leve a moderada".

Tanto el análisis entre grupos, como entre animales, arrojó una mejora significativa de la función cardiaca global en los animales alimentados con cerveza. "En conclusión, nuestros datos respaldan firmemente que la cerveza, tanto sin alcohol como con contenido alcohólico de leve a moderado, puede procurar una cardioprotección que supera los efectos nocivos asociados a la dislipidemia en el miocardio infartado", ha afirmado la Dra. Badimon.


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