viernes, 5 de julio de 2013

Valderas esperó al embargo para hacerse con el piso de su vecino más barato

 
El vicepresidente del gobierno andaluz, Diego Valderas
 
 
El actual vicepresidente de la Junta de Andalucía y líder de IU en el gobierno, Diego Valderas, impulsor de la polémica Ley Antidesahucios contra los bancos que ha aprobado el Parlamento Andaluz y uno de los grandes defensores de los movimientos en favor del derecho a la vivienda, adquirió su segunda residencia a precio de saldo precisamente gracias al desahucio de su vecino. Según la documentación notarial y del Registro de la Propiedad que obra en poder de este periódico, Valderas compró en 1995 el piso de enfrente del que ya tenía en su pueblo, Bollullos del Condado (Huelva), directamente a la Caja de Ahorros El Monte justo después de que esta entidad desahuciara a su propietario, M.J.A., que tras quedar en el paro no pudo seguir pagando un préstamo que debía a la citada caja.
El propio afectado ha confirmado a ABC que antes de que el procedimiento judicial de desahucio llegara a su fin ofreció el piso a Valderas por la cantidad que a él le quedaba por pagar, ocho millones de pesetas, con el fin de no tener que seguir pagando nada tras entregar el piso a la caja, ya que éste se había tasado para una primera subasta en tres millones y medio.
Sin embargo, el vicepresidente de la Junta, que entonces era presidente del Parlamento tras 15 años como alcalde de Bollullos, no adquirió directamente la vivienda a su propietario, sino que lo hizo tras la correspondiente subasta judicial en un procedimiento seguido en el juzgado de primera instancia número uno de Huelva. Diego Valderas y su esposa se hicieron con aquel inmueble anexo al que ya poseían desde 1991 el 25 de mayo de 1995. Y en la transacción pagaron 31.102,38 euros, cinco millones de pesetas, lo mismo que había abonado la caja en la citada subasta. Tres millones menos de los que le pedía su propio vecino, que tuvo que irse con su mujer y sus hijos a vivir a casa de sus suegros, donde sigue residiendo actualmente, y continuar pagando la deuda.
Tras dos explicaciones escuetas, el gabinete de Valderas ofreció ayer una tercera versión a ABC en la que explicaron que la casa de marras «llevaba cinco años cerrada» porque el propietario «había tenido un problema con su cuñado, que era constructor» y exactamente la persona que tenía la deuda con El Monte. Según este último relato, Diego Valderas «a los cinco años fue a preguntar de quién era la casa y le dijeron que era de la caja de ahorros». «No fue un desahucio», insisten, «sino que esa familia se fue a vivir a otra casa, que además es bastante grande».
 
VALDERAS,EL REPARTIDOR DE BUTANO EN I.U.
 
El vicepresidente de la Junta de Andalucía fue albañil, camarero, administrativo, repartidor de butano... Y en todos sus trabajos destacó como activo sindicalista de CC.OO.
Valderas, el repartidor del butano en IU
iván mata
Se quedó huérfano con 16 años y tuvo que salir de su pueblo, Bollullos del Condado, un paraíso del vino de Huelva, para ganarse la vida en Barcelona haciendo casi de todo. Fue albañil, camarero, administrativo, repartidor de butano... Y en todos sus trabajos destacó como activo sindicalista de CC.OO. hasta que en 1979, con las primeras elecciones democráticas, regresó a su tierra y se presentó a los comicios encabezando la lista del Partido Comunista.
Desde entonces, 34 años han pasado ya, Valderas no ha vuelto a trabajar más que en los despachos que le ha ido proporcionando la política, un oficio en el que se ha aburguesado acumulando cargos de todo tipo. En Bollullos fue alcalde durante 15 años siempre con mayoría absoluta. Pero su salto a la presidencia del Parlamento lo terminaría retratando. En su pueblo sus propios camaradas se escindieron del partido montando unas siglas independientes e IU no ha vuelto a levantar cabeza desde entonces. En la actualidad sólo tiene un concejal, que además es su jefe de prensa en la Junta de Andalucía. Y en el Parlamento alcanzó la presidencia en 1994 gracias a un pacto entre IU y PP contra el PSOE de un Manuel Chaves, que entonces gobernaba en minoría.
Aquella operación fue conocida como «la pinza», un acuerdo entre Luis Carlos Rejón y Javier Arenas del que Valderas salió beneficiado y proyectado como nuevo rostro de IU en Andalucía. Pero la «traición» a los principios de su partido nunca se la terminaron de perdonar en los ambientes comunistas más puristas, que jamás entendieron que el joven trabajador de orígenes humildes pusiera rostro al primer acuerdo sonoro con la derecha.
No obstante, su trabajo en las bases le ha permitido dirigir el partido en Andalucía hasta hace un mes, durante 13 años, y alcanzar el gobierno de Andalucía gracias a un pacto con Griñán que ha permitido a IU liderar políticas populistas como el decreto para repartir tres comidas al día entre los niños andaluces o la ley Antidesahucios, una lucha que ahora inflama su credibilidad después de tantos años tratando de dar la imagen de currante que le reportaba haber sido el repartidor del butano que llegó a la cima de la política.

No hay comentarios: