viernes, 15 de marzo de 2013

El periódico argentino que difama al Papa recibe de Kirchner una lluvia de millones

 
 
La Santa Sede ha denunciado hoy la campaña difamatoria contra el Papa Francisco que ha emprendido la izquierda anticatólica en Argentina desde el mismo momento de su elección. Ayer la BBC apuntaba el origen de esa campaña: una acusación lanzada en 2010 contra el entonces arzobispo de Buenos Aires por el diario argentino Página/12.
Según la cadena británica, ese diario acusó al Papa de haber colaborado con la dictadura argentina del general Videla. Hoy el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Padre Federico Lombardi, ha señalado al respecto, aunque sin citar concretamente a Página/12, lo siguiente: “La campaña contra Jorge Mario Bergoglio es bien conocida y se remonta ya a diversos años. La lleva a cabo una publicación que lanza, a veces, noticias calumniosas y difamatorias.”
La Santa sede desmonta las falsas acusaciones contra Francisco
Lombardi ha apuntado que dicha acusación “se refiere a la época en que Bergoglio no era todavía obispo, sino Superior de los Jesuitas en Argentina, y a dos sacerdotes que fueron secuestrados y que él no habría protegido”. También ha enfrentado la rotundidad de los hechos frente al empeño de los difamadores en vincular al Papa con la dictadura con una base tan inconsistente: “No ha habido nunca una acusación ni concreta, ni creíble, contra su persona. La Justicia argentina lo interrogó una vez en calidad de persona informada de los hechos, pero no le imputó nunca de nada. Así mismo ha añadido que “Bergoglio ha negado siempre, de forma documentada, las acusaciones” y que hay “numerosas declaraciones que demuestran todo lo que hizo Bergoglio para proteger a muchas personas en la época de la dictadura militar”.
Defensores de los derechos humanos salen en defensa del Papa
Precisamente en defensa de Papa alzó ayer su voz el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, que recibió ese galardón en 1980 por su oposición a la dictadura de Videla, entre otras. Esquivel es muy claro: “Bergoglio no fue cómplice de la dictadura”.
También ha defendido al Papa Alicia Oliveira, jueza represaliada por Videla: “cuando la dictadura me echó, él estuvo permanentemente conmigo”. La hoy abogada y defensora de los derechos humanos señala que “luego de que me echaran, Jorge me mandó un ramo de rosas mujer maravilloso para acompañarme en ese momento”. Ha declarado, además, que en los duros tiempos de la dictadura “nos veíamos dos veces por semana. Él acompañaba a los curas de la villa; estaba informada permanente por él de lo que sucedía allí”, y recuerda: “Cuando alguien se tenía que ir del país, porque no podía permanecer un minuto más aquí, se lo despedía con una comida. Y él, siempre estaba“.
A favor del Papa Francisco también se ha pronunciado Graciela Fernández Meijide, madre de un joven estudiante desaparecido durante la dictadura, defensora de los derechos humanos y que se declara atea, partidaria del aborto y del matrimonio gay: “No me consta en absoluto que haya sido cómplice de la dictadura”, ha señalado. También apunta al gobierno argentino como origen de la campaña difamatoria contra el Papa:
“Cuando se instrumenta semejante ataque basándose en el pasado no es por una cuestión moral ni ética, es política. Lo que menos hubiera deseado el Gobierno es que una persona como Bergoglio, que se ocupaba en serio de la pobreza, llegue a Papa. Lo último que quería Cristina es que Bergoglio sea Papa.”
Bergoglio ofreció apoyo a los perseguidos por la dictadura
El propio Bergoglio relató en abril de 2010 sus intentos de reunirse con dos gerifaltes de la dictadura, el propio general Videla y el almirante Emilio Massera, para conocer el paradero de los dos jesuitas detenidos y pedir su liberación. Estas gestiones pudieron haberle costado la detención e incluso la vida a Bergoglio en el ambiente de caza de brujas de la dictadura argentina. En aquel testimonio también dio cuenta de sus acciones para refugiar a perseguidos por la dictadura e incluso sacar del país a un joven, vestido de sacerdote, que salvó su vida gracias a la ayuda del actual Papa.
Bergoglio también explicó entonces la verdad sobre el caso de los dos jesuitas detenidos. Ambos estaban “pergeñando una congregación religiosa”, de cuyo primer borrador entregaron una copia a Bergoglio, entonces Provincial de la Compañía de Jesús. El hoy Papa explicó así lo ocurrido: “El superior general de los jesuitas, quien por entonces era el padre Arrupe, dijo que eligieran entre la comunidad en que vivían y la Compañía de Jesús y ordenó que cambiaran de comunidad. Como ellos persistieron en su proyecto, y se disolvió el grupo, pidieron la salida de la Compañía. Fue un largo proceso interno que duró un año y pico. No una decisión expeditiva mía.” Entonces “corría marzo de 1976, más exactamente, era el día 19. O sea, faltaban cinco días para el derrocamiento del gobierno de Isabel Perón”, señaló Monseñor Bergoglio.
Lejos de desentenderse de los dos sacerdotes, y ante los rumores de golpe de Estado, Bergoglio les ofreció ayuda y protección: “Ante los rumores de la inminencia de un golpe, les dije que tuvieran mucho cuidado. Recuerdo que les ofrecí, por si llegaba a ser conveniente para su seguridad, que vinieran a vivir a la casa provincial de la Compañía”, pues “por su relación con algunos curas de las villas de emergencia, quedaban demasiado expuestos a la paranoia de caza de brujas”.
Es decir, que Bergoglio no sólo no desprotegió a esos dos sacerdotes detenidos, sino que les había ofrecido ayuda y además arriesgó su libertad y su vida para pedir su liberación, igual que las arriesgó para proteger y salvar a otros perseguidos por la dictadura. Teniendo en cuenta esto, presentarle como partidario de la dictadura es el colmo de la calumnia.
Una represalia política financiada por el gobierno de Kirchner
Obvia decir que esta mentira responde a causas políticas. De echo, esta campaña para vincular a Bergoglio con la dictadura empezó como represalia por su rechazo al matrimonio gay, instaurado en Argentina por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en julio de 2010 y contra el que se pronunció el entonces Primado de Argentina. Esa campaña la lideró un medio oficialista, Página/12, vinculado al gobierno de Kirchner mediante una lluvia de millones.
Precisamente coincidiendo con sus ataques a Monseñor Bergoglio en el primer semestre de 2010, Página/12 recibió 18,4 millones de pesos. Otro diario argentino, Clarín, denunció entonces lo caro que le sale el diario oficialista a los contribuyentes argentinos: “Con un promedio de 14.200 ejemplares diarios vendidos, equivalen a 1.297 pesos por lector.”
Página/12, privilegiado por el gobierno en la publicidad institucional
La lluvia de millones no cesó ese año, ya que al siguiente hubo elecciones presidenciales y el gobierno de Kirchner usó los medios públicos para favorecer sus posibilidades. Así en 2011 Página/12 recibió 38 millones de pesos del gobierno, siendo el segundo diario argentino con más “pauta oficial”, como se conoce allí a la publicidad institucional. El trato privilegiado a Página/12 por parte de gobierno argentino ha continuado, como denunciaba Clarín en junio de 2012 en una crónica sobre el descarado aumento de la publicidad institucional medios afines al gobierno a pesar de su descenso de ventas. Uno de esos medios era el que nos ocupa: entre enero y mayo del año pasado Kirchner favoreció a Página/12 con 21,7 millones de pesos -unos 3,2 millones de euros- en publicidad oficial, “un 38 % más que el año anterior”. Y esto en plena crisis. El diario Clarín denunciaba que teniendo en cuenta la reducida tirada de Página/12, 16.200 ejemplares, “el dinero que le dio el Gobierno fue de $ 8,8 por cada ejemplar vendido. A Editorial La Página le hubiera alcanzado para comprar toda su tirada si no hubiera vendido ningún ejemplar.”
Kirchner encuadra a ‘Página/12′ en su ‘batalla cultural’
Este favoritismo de Kirchner hacia Página/12 es correspondido por el diario, por ejemplo, censurando artículos que denuncian la corrupción en el gobierno argentino, como ocurrió en octubre de 2004. Más recientemente el diario oficialista ha apoyado con energía la llamada Ley de Medios con la que Kirchner ha intentado silenciar a los medios críticos con su gobierno. El servilismo del diario hacia Kirchner fue denunciado en agosto de 2012 por uno de sus fundadores y primer director de Página/12, Jorge Lanata, señalando que fue un periódico de vanguardia en los años 90 y hoy forma parte del “aparato de propaganda del Gobierno”, lo que en Argentina se conoce como “periodismo militante”, que a juicio de Lanata “es el anti periodismo”.
En mayo de 2012 Cristina Fernández de Kirchner celebró el 25 aniversario del diario oficialista con unas declaraciones que retratan bien su relación con el mismo: “Hay una verdadera batalla cultural. Nosotros la vamos a seguir dando en todos los campos. Página 12 también.”
‘Página/12′ ya difundió un bulo sobre un candidato opositor
Por supuesto, el actual Papa no es la única víctima de la falta de ética periodística de ese diario oficialista. El servilismo de Página/12 a las órdenes de Kirchner le ha llevado a publicar otras informaciones falsas sin haberlas contrastado. Un ejemplo sonado ocurrió a comienzos de octubre de 2011, pocas semanas antes de las elecciones presidenciales. Página/12 publicó una información falsa sobre el candidato opositor Pablo Walter, del partido de centro-derecha Propuesta Republicana, señalándole como el hijo de un militar involucrado en la desaparición de 23 personas durante la dictadura. Al final resultó que Página/12 confundió al padre del candidato con otra persona que se llamaba igual. El diario oficialista ni siquiera se había molestado en llamar al interesado para preguntarle si su padre era el militar en cuestión. Además, en el momento de los hechos señalados por Página/12 el futuro candidato tenía sólo 9 años… El diario se limitó a publicar una escueta nota de desmentido, pero a día de hoy la información falsa sigue publicada igual que se lanzó, sin que la hayan rectificado.

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