miércoles, 8 de agosto de 2012

Mientras Sánchez Gordillo se dedica al saqueo, Mercadona crea riqueza y empleo

Foto:El parlamentario de Izquierda Unida, Sanchez Gordillo y el Presidente de Mercadona.

Desde IU se exalta el expolio contra un símbolo de la cultura del esfuerzo.
Ayer fue noticia el robo en un supermercado de Mercadona en Écija (Sevilla) y la agresión contra dos de sus empleadas por parte de un grupo encabezado por el diputado autonómico de Izquierda Unida Juan Manuel Sánchez Gordillo. Además de un delito en toda regla, la acción de robo y agresión liderada por Sánchez Gordillo es todo un reflejo de la distinta forma de entender la economía que tienen él y Mercadona: la cultura comunista del saqueo contra la cultura de la competitividad, de la excelencia y del esfuerzo.
Para entenderlo basta con remitirse a la web del Ayuntamiento de Marinaleda -localidad de la que Sánchez Gordillo es alcalde desde 1979, 33 años nada menos- y a la web de Mercadona.
Marinaleda: una ‘utopía’ comunista basada en el saqueo y la coacción
Empecemos por el ayuntamiento andaluz. Además de jactarse de la ocupación ilegal de tierras (ante la que cedió el gobierno socialista de Felipe González por miedo a que los alborotadores de Sánchez Gordillo echasen a perder la Expo 92 de Sevilla, tal como habían amenazado), también explica su peculiar técnica para construir viviendas: primero expropiamos y luego municipalizamos miles de metros en los alrededores de nuestro municipio. Una vez que tuvimos suelo nos pusimos a reivindicar ante el Gobierno Central y el Autonómico dinero para hacer viviendas.” La forma de “reivindicar” ese dinero la explica este charlatán de la política en el siguiente vídeo:
Transcribo por si alguien tiene dificultades auditivas:
“En caso de que todos los vecinos decidan una cosa y no haya dinero para hacerla, nosotros tenemos claro lo que tenemos que hacer: inmediatamente nosotros nos tenemos que movilizar para conseguirla. Por ejemplo: si nosotros decimos que necesitamos viviendas y vamos al Consejero de la Vivienda y no nos da viviendas, decimos: consejero, queremos viviendas. Si el Consejero dice: no hay dinero, nosotros decimos: Consejero, si no hay dinero, mañana te ocupamos la Consejería. Entonces el Consejero encuentra dinero y así conseguimos los objetivos que nos proponíamos.”
Así pues, la “utopía” roja de Sánchez Gordillo en Marinaleda consiste en pisotear el derecho a la propiedad y en coaccionar a las demás administraciones para que sostengan ese experimento comunista. Obvia decir que esas administraciones sostienen tal experimento con el dinero que pagamos los contribuyentes. Así funciona la ‘utopía’ de Marinaleda.
En 15 años la población de Marinaleda aumentó un 5,94% y el presupuesto municipal un 337,06%
Según la Wikipedia, en 1996 esa localidad tenía 2.622 habitantes. En 2011 su población había crecido poco: 2.778. Paralelamente, los presupuestos anuales de su ayuntamiento han pasado de 1.057.180 euros en 1995 a 4.260.517 euros en 2011. Es decir, desde mediados de los 90 la población de Marinaleda ha crecido un 5,94% y su presupuesto municipal un 337,06%. En Marinaleda, un pequeño pueblo sin grandes empresas, el gasto municipal por habitante es de 555,09 euros. En Vigo, la ciudad más grande de Galicia, con un enorme suelo industrial y numerosas empresas, es de 139,60 euros por habitante.
Entre 1995 y 2011 el dinero de otras administraciones para Marinaleda aumentó un 560%
Los detalles de los presupuestos anuales también revelan hasta qué punto Sánchez Gordillo se ha tomado en serio eso de que su experimento comunista se mantenga a costa del dinero de los demás: en 1995 las transferencias del resto de administraciones al Ayuntamiento de Marinaleda fueron de 270.642,78 euros; en 2011 ya alcanzaban los 1.786.704,28 euros: han crecido un 560%. De pagar una media de 103 euros por cada habitante de Marinaleda a mediados de los 90, las demás administraciones públicas han pasado a pagar 643 euros por habitante en 2011. En 1995 esas transferencias eran el 25,6% del presupuesto municipal de Marinaleda: en 2011 ya ascendían al 36,29.%. En Madrid, en el mismo año y teniendo en cuenta todas las infraestructuras del Estado que tiene la capital, esas transferencias no llegaron en 2011 al 30% del presupuesto municipal (un 29,14%, para ser más exacto).
Su población apenas crece, pero Marinaleda cobra ya un 192% más en impuestos y tasas
En cuanto a la presión fiscal, la suma de ingresos municipales vía impuestos directos, impuestos indirectos y tasas municipales en Marinaleda en 1995 fue de 216.820,39 euros: una media de 82,69 euros por habitante. En 2011 el Ayuntamiento de Marinaleda ingresó por esas vías 633.557,45 euros, una media de 228,06 euros por habitante. En resumen: desde 1995 a 2011 la recaudación vía impuestos y tasas en Marinaleda aumentó un 192% pese a que el número de habitantes creció sólo un 5,94%.
Una ‘utopía’ dirigida a que los ciudadanos dependan por completo del ayuntamiento
El cuadro que dibujan las cuentas de Marinaleda es muy revelador, porque demuestra que el experimento de Sánchez Gordillo se basa en exprimir cada vez más a los habitantes de su pueblo y, sobre todo, a las demás administraciones, es decir, a los contribuyentes del resto de España. Así pues, no es extraño que el diputado comunista se jacte de entrar a robar en un supermercado de Mercadona, como si esto fuese algo normal e incluso legítimo: de hecho su experimento “utópico” se basa en eso mismo, en saquear a los contribuyentes, con el único fin de hacer que los habitantes de Marinaleda sean totalmente dependientes de su ayuntamiento: clientelismo político en estado puro.
Mercadona da trabajo a 70.000 personas, todas con contratos fijos
Veamos ahora el caso de Mercadona. La empresa se fundó en 1977, dos años antes de que Sánchez Gordillo se convirtiese en alcalde de Marinaleda. Según la Wikipedia, en 1981 Mercadona sólo tenía 8 tiendas de ultramarinos en Valencia. A pesar de la dura competencia de cadenas francesas como Alcampo y Carrefour, la empresa española comenzó su expansión y hoy en día, según su web, tiene una red de 1.383 supermercados que da trabajo a más de 70.000 personas, todas ellas con contratos fijos.
A pesar de la crisis, en 2011 creó 6.500 nuevos puestos de trabajo
A pesar de la situación de crisis y del constante aumento del paro en España, en 2011 Mercadona creó 6.500 nuevos puestos de trabajo, con una facturación de 17.831 millones de euros (un 8% más que en 2010) y un beneficio neto que creció un 19%. De los 922 millones de euros de beneficio bruto obtenidos en 2011, 223 millones de euros fueron a sus trabajadores (más de 3.000 euros por cabeza aparte del sueldo) en concepto de prima por objetivos, la empresa pagó 225 millones de euros en concepto de impuestos, y los 474 millones de euros restantes se dedicaron, en su mayor parte y tras descontar la retribución de dividendos a los accionistas, a incrementar los recursos propios de la compañía. Todo eso es posible, además, con unas medidas muy admirables de conciliación de la vida laboral y familiar. Es por ello que el presidente de Mercadona Juan Roig recibió en 2010 el Premio Príncipe Felipe a la Excelencia Empresarial por “su carácter emprendedor e innovador, que ha convertido a la empresa Mercadona en una empresa pionera por sus buenas prácticas de recursos humanos y responsabilidad social corporativa, además de su apuesta por una política de sostenibilidad medioambiental”.
El presidente de Mercadona explica su receta: “la cultura del esfuerzo y del trabajo”
El secreto del éxito de Mercadona lo explicó Juan Roig el año pasado, cuando animó a “pasar de la cultura del maná a la cultura del esfuerzo y del trabajo”. Roig señaló que se ha generado “una sociedad sobre la base de la reducción del esfuerzo, sobre la base de que el maná nos dará lo que necesitamos”. Precisamente esa cultura del maná, o mejor sería llamarla cultura del saqueo, es la que inspira al comunista Sánchez Gordillo. Es lógico que un modelo de éxito fruto de la economía de mercado -ese capitalismo que odian tanto los nostálgicos del Muro de Berlín- sea objeto de las iras de un tipo que sostiene una ideología trasnochada que ya ha dejado en la ruina a países enteros. El caso es que si no hubiese emprendedores como el presidente de Mercadona y contribuyentes que pagan con su esfuerzo los impuestos de los que vive Marinaleda, comunistas como Sánchez Gordillo no tendrían a quien saquear y su experimento “utópico” se iría a garete. Ésa es la cruda realidad.



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