La clase política mantendrá sus beneficios, prebendas y privilegios, mientras que arrastran a los españoles hacia una situación completamente desesperada. No se verán afectados por unos recortes que vienen a “solventar” sus errores y sus despilfarros sin depurar responsabilidades ni reducir sus gastos.
España es el país con más políticos por habitante de Europa. Los nuevos recortes presentados por el ejecutivo de Mariano Rajoy, que suponen la asfixia total para las familias y para las clases medias españolas, no supondrá, al menos de momento, un gran problema para los intereses, privilegios y presupuestos de la clase política. Una clase política que mantendrá su gasto de 1.200 millones de euros en coches oficiales, que mantendrá sus sueldos estratosféricos y que no contentos con eso, impondrá unos ratios de pago para que los concejales tengan un sueldo estipulado por Ley. Pretenden con ésta medida evitar que alcaldes y concejales, por ejemplo de la comunidad de Madrid no cobren más que la Presidenta de la Comunidad, pero lo único que van a conseguir es que todos esos concejales que antes no cobraban o cobraban únicamente en concepto de dietas pasen a tener derecho legítimo a cobrar un sueldo estipulado, lo que no supondrá un mayor ahorro si no un mayor gasto.
Además, la implantación de las medidas que afectan a la clase política no se pondrán en marcha hasta el 2015, lo que supone que mientras el Gobierno de Mariano Rajoy impone la subida del IVA, la bajada de sueldo a los funcionarios, los recortes en la prestación a los desempleados, los recortes en educación, sanidad y cultura, la clase política queda exenta de sufrir recortes en privilegios hasta las próximas elecciones autonómicas.
Por supuesto, los cargos electos mantendrán a sus miembros de confianza. Sus manos derechas, todas llenas de dedos, seguirán cobrando de la Administración. Un total de 368.521 cargos “de confianza” no elegidos por el pueblo, se mantendrán en sus puestos cobrando sueldos de la Administración.
La clase política ni se inmuta mientras que los funcionarios y los laborales pagan los despilfarros
En contraposición a este ingente número de cargos de confianza y políticos electos, un total de 445.568 políticos, tenemos a los 2.680.219 funcionarios y laborales a los que el Estado sí que aplicará de forma inmediata los recortes. Policías, médicos, bomberos, administrativos y demás miembros de la función pública que sí que han pasado una oposición para poder estar en el puesto en el que están. Éste “trámite” no es imprescindible para pasar a formar parte de la clase política y por supuesto, tampoco para ser nombrado “cargo de confianza”.
España gasta al año 14.000 millones de euros en pagar los sueldos de nuestros políticos. Mientras que un Gobierno como el francés se baja el sueldo un 30%, o políticos como Mario Monti, presidente de la República de Italia, renuncian completamente a su remuneración, en España, no existen reacciones por parte de la clase política que atañan directamente a sus intereses a corto plazo.
España dispone de una elefantiásica estructura administrativa, repleta de duplicidades, empresas públicas inactivas o que no realizan promoción pública alguna, gabinetes de prensa irrisorios, compuestos por un político y un periodista, y demás barbaridades que en otros países serían impensables. Toda esa macro estructura política está subyugando al contribuyente, al que se asfixia con recortes, mientras ve como la clase política se lava las manos, tanto a la hora de depurar responsabilidades como a la hora de arrimar el hombro junto al resto de los españoles.
Los políticos prefieren que todo el peso de los recortes recaiga sobre la ciudadanía evitando predicar con el ejemplo
Mientras la clase política aplaude los recortes, unos más que otros, nos encontramos con que los españoles, en paro o no, tenemos que seguir adelante con la regalía en favor de los políticos. Mantenemos los gastos del ADSL de los domicilios de los diputados, salvo en el caso de Toni Cantó, que en un alarde de decencia decidió prescindir de este servicio, seguimos pagando asistentes, teléfonos de última generación, los 250 euros mensuales para servicios de taxi en caso de no tener asignado un coche oficial, el pago de 0,25€ el kilómetro en caso de utilizar el coche propio, las dietas relacionadas con alojamiento y manutención, los 1.823,86€ mensuales más para alojamiento y manutención en caso de ser elegido fuera de Madrid y por supuesto, las pensiones de oro por ser elegido diputado.
El recorte previsto en el número de concejales, que asciende hasta un 30%, tan sólo supone la búsqueda más categórica de promulgar el bipartidismo en la política española. Una reducción que sólo afectará a los partidos minoritarios que deberán hacer ímprobos esfuerzos para poder acercarse a los partidos mayoritarios.
Lo que se quiten los partidos por un lado, lo recibirán por otro en forma de remuneraciones a sus fundaciones.
Los posibles recortes en los sueldos de los políticos, se solventarán con las remuneraciones que recibirán los partidos a través de sus asociaciones, que recibirán hasta 500.000 euros por cada proyecto. Además, el anuncio de los recortes sobre las pagas de Navidad de los miembros del Gobierno es una absoluta farsa ya que éstos, como ya informó Diario El Aguijón no tienen dicha remuneración. Tan sólo los senadores la obtienen y a éstos sí que se les retirará la paga.
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