Los futuros socios de José Antonio Griñán en la Junta de Andalucía, en caso de que se consolide un pacto de Gobierno con IU, quieren el control de las contrataciones en las consejerías que consigan. El programa de la coalición que lidera Diego Valderas ya establece que el planeamiento general de la política laboral de la Junta corresponde al Consejo de Gobierno, pero la convocatoria de plazas debe de estar bajo el control de cada consejería. Es decir, se establece la base para que IU cuente con su cuota parte de personal.
De entrada, como adelantó El Confidencial, IU aspira a conseguir tres consejerías, además de la Presidencia del Parlamento andaluz y una parte de la pantalla de los medios públicos, es decir, Canal Sur. Y en esa parte de poder, IU quiere tener las manos libres para la contratación de personal. De hecho, IU ya propone en su programa “la centralización de la planificación de las Ofertas de Empleo Público en el Gobierno andaluz, pero la convocatoria en las Consejerías”.
Nada de recortes laborales
Por otra parte, IU se apoya en el Estatuto de Autonomía para rechazar cualquier recorte laboral en la Junta, aludiendo a que una comunidad que ha llegado a la autonomía por el mismo camino que las históricas necesita de un volumen de masa laboral como el que la Junta tiene. Los futuros socios de Griñán advierten incluso de que las acusaciones que se hacen con frecuencia desde el Gobierno central sobre el elevado volumen de empleados de las comunidades autónomas es una excusa para aplicar recortes.
Otros de los aspectos en los que las propuestas de IU chocan con el obligado control del déficit es el mantenimiento de las agencias, una estructura administrativa paralela a la oficial y que actúa al margen del presupuesto de la Junta. IU quiere que las diversas modalidades de agencias se engloben en una sola y que haya más control sobre su presupuesto, pero en ningún caso cuestiona el volumen laboral de esta maraña administrativa que ha crecido a la sombra de las consejerías.
Los empleados públicos de estas agencias y la intención del Gobierno de Griñán de convertirlos en funcionarios con el denominado ‘decretazo’, provocó la reacción de los funcionarios de carrera con concentraciones, manifestaciones y abucheos permanentes a los miembros del Gobierno en los actos públicos.
La ‘espantá’ de Gordillo
Los contactos para negociar un pacto entre PSOE e IU ya han sufrido su primera deserción. El alcalde de Marinaleda y diputado por Sevilla, Sánchez Gordillo, ha exigido estar en la comisión política para seguir participando en las negociaciones, que se han establecido en tres mesas. Gordillo en ningún caso ha aceptado ni antes ni después de las elecciones del 25M un posible pacto con el PSOE y su actitud ha sido de permanente crítica a la dirección de la coalición.
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