Ayer Julio Ariza, presidente del Grupo Intereconomía, ofreció en su Twitter -citando como fuente la OJD- las cifras de suscripciones institucionales de los principales diarios de tirada nacional. He resumido las cifras ofrecidas por Ariza en este cuadro.
Los medios más partidistas son los más beneficiados
Estos datos me parecen muy interesantes a la vista de algunos hechos que se han vivido en España estos últimos días. En primer lugar, una drástica subida del IRPF por parte del gobierno, que no ha venido acompañada de un recorte del gasto público de suficiente calado como para justificar que el Estado eche mano aún más de los ya maltratados salarios de los españoles. Espero que el gobierno, las comunidades autónomas y los ayuntamientos hayan previsto ya un serio recorte de estas suscripciones institucionales que, como vemos, tienen como principales beneficiarios a los diarios más afines a los dos partidos que han tenido más cuotas de poder a lo largo del año pasado. En el caso del periódico de Planeta, hablamos de un medio cuya línea editorial es claramente afín a Rajoy (hasta extremos propios de un órgano de propaganda). Y en el caso de Público, ha sido el diario más próximo al gobierno socialista de Zapatero. La peor parte se la lleva La Gaceta, aunque hay que decir que estas cifras le honran: semejante discriminación por parte de las instituciones es señal de que dicho medio no cuenta con muchas simpatías em el poder. Como lector diario de La Gaceta me alegro de ese dato, aunque me indigne el maltrato al que se ha visto sometido esa cabecera.
¿Cómo se explica lo ocurrido con Mediapubli ante esas cifras?
En segundo lugar, otro hecho que guarda una enorme relación con los datos expuestos es el reciente concurso de acreedores de Mediapubli, propietaria del diario Público, que indica la pésima situación de dicha cabecera. Al comentar esa situación, por cierto, el director de ese diario de izquierdas, Jesús Maraña, afirmaba lo siguiente:
“Este periódico nunca ha estado al servicio de grupos políticos ni gobiernos. Como muestran sus cuentas auditadas, sólo el 7,5% de los ingresos publicitarios han procedido de las administraciones públicas; un 2,7% de los ingresos totales de este diario, es decir, apenas lo que le corresponde por sus cuotas de difusión y audiencia.”
Al margen del insulto a la inteligencia de sus lectores que supone la frase que abre ese párrafo, y también al margen de que adverbie con un “sólo” el dato de que el 7,5% de los ingresos publicitarios de ese periódico proceden de las arcas públicas (a mí la cifra me parece una barbaridad), significativamente Maraña olvidó citar las ayudas públicas a ese diario: a modo de ejemplo, en 2009 y 2010 el gobierno catalán otorgó sendas ayudas de 350.000 euros (58 millones de pesetas; ver resolución) y 410.000 euros (68 millones de pesetas; ver resolución) respectivamente para la edición del diario Público en catalán.
Público habría ingresado 3,6 millones de euros por esas suscripciones
Por supuesto, Maraña tampoco mencionaba las suscripciones institucionales. Desconozco el importe que pueden suponer para Público esas casi 22.000 suscripciones, pero podemos hacernos una idea a la vista de lo que pagó la Junta de Andalucía por lo que denominó como “suscripciones gratuitas” (sic) al diario Público en 333 centros educativos de esa comunidad (ver resolución): 55.000 euros (más de 9 millones de pesetas).
La resolución de la Junta no concretaba el número de suscripciones, así que he de suponer que sería una suscripción por centro, lo que supone un coste de ejemplar por día de 2,2 euros y un coste por suscripción anual de 165,16 euros. Multiplicando esa cifra por las 21.956 suscripciones institucionales a Público que señala Ariza citando datos de la OJD, tendríamos que Público podría haber ingresado 3.626.252,96 euros por esas suscripciones, es decir, 603 millones de pesetas. Lo que no me explico, a la vista de esas cifras, es cómo es posible que incluso así dicho periódico se vaya al garete
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