El sábado Mariano Rajoy cumplió su primer
mes al frente del gobierno. Se suele dar un plazo de 100
días para juzgar el comienzo de un gobierno, pero este último mes ya hemos
visto una serie de cosas que a mí me han decepcionado bastante y que dejan a la
vista lo que podrían acabar siendo los próximos cuatro años de mandato del PP.
A modo de ejemplo, me limitaré a hacer una breve lista de lo que he señalado
desde las páginas de este blog:
·
En la sesión parlamentaria que acabó con su
investidura como presidente -en su discurso fueron muy sonados los silencios en torno a determinados
temas, por cierto- Rajoy mostró una dureza frente a Amaiur que me pareció digna de
aplauso. Sin embargo, unas semanas después y contradiciendo esa dureza de
su jefe de filas frente a los batasunos, el presidente del PP vasco Antonio Basagoiti se dejaba fotografiar en actitud
condescendiente con uno de los jefes de Bildu.
·
En el segundo Consejo de Ministros de su
mandato (30 de diciembre), Rajoy subió los impuestos traicionando sus compromisos de los
últimos años, compromisos repetidos durante la campaña electoral que le
llevó a ganar las elecciones del 20N. Cuando esa subida la aprobaron los
socialistas el propio Rajoy advertía que eso “va contra el empleo” y que “es un insulto a los españoles, porque los españoles son los
terceros ciudadanos de la Unión Europea que hacen más esfuerzo fiscal”. Más
paro y más dificultades económicas para nuestros ya fiscalmente machacados
ahorros es lo que podemos esperar de ese insólito viraje del PP nada más llegar
al poder.
·
En vez de exigir
responsabilidades penales a los responsables políticos del desastre económico
en que está sumida España, en ese mismo Consejo de
Ministros del 30 de diciembre Rajoy otorgó la máxima condecoración del Estado a Zapatero,
el máximo responsable político de los 5 millones de parados y de la situación
de quiebra que atraviesan las cuentas del Estado.
·
Con el nuevo año empezaron a llegar los nombramientos inexplicables: una abortista militante y portavoz del ‘Clan de la Zeja’ como
Secretaria de Estado de Investigación y una persona de confianza de Zapatero ascendida a Directora
General de Víctimas del Terrorismo. Y no han sido los únicos casos en que la promesa de “cambio” del PP deja paso a un
alarmante continuismo.
·
En política exterior el nuevo gobierno ya nos
ha dado el primer disgusto: el Secretario de Estado de Cooperación Internacional y para
Iberoamérica, Jesús Gracia, se fue con el Príncipe de Asturias a Nicaragua a
arropar a Daniel Ortega, un personaje que ha optado a la reelección
saltándose la Constitución de ese país y mediante unas elecciones plagadas de
irregularidades. La presencia española en ese numerito provocó la indignación
de la oposición democrática nicaragüense. Además, Ortega premió el apoyo del Príncipe con un desplante.
¿El prometido “cambio” que iba a traer el PP
es esto? ¿Van a ser así los próximos cuatro años?
No hay comentarios:
Publicar un comentario