La idea de presidente andaluz era llevarlas al 29 de abril
El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, en mitad de las informaciones sobre el escándalo de los EREs falsos y de la cocaína, anuncia la convocatoria de elecciones andaluzas para el 25 de marzo de 2012. Inicialmente, según las intenciones del político socialista, la cita con las urnas sería a finales de abril o de mayo, pero sorprendentemente ha cambiado su decisión.
Griñán ha calificado esta octava legislatura como "intensa y muy complicada", debido sobre todo a la crisis económica y al desempleo, pero también como "apasionante". Ha destacado el haber hecho ajustes sin recortar los derechos sociales ni sanitarios, así como la puesta en marcha de "la inmensa mayoría" de las propuestas hechas en su discurso de investidura.
Según los plazos que fija la Ley Electoral de Andalucía, el 30 de enero firmará el decreto de disolución del Parlamento y antes de esa fecha dará cuenta detallada de la acción del Gobierno regional durante los últimos cuatro años, "difíciles y de intenso trabajo", siendo los más complicados en materia económica. Para ello, ha pedido su comparecencia en la Cámara andaluza.
CALENDARIO COMPLICADO
Lo cierto es que el socialista José Antonio Griñán, cinco días después del revés del PSOE en las elecciones generales, estaba decidido a retrasar la fecha de las próximas elecciones andaluzas -Griñán quiere retrasar ahora las elecciones andaluzas al mes de abril-
La hecatombe de los socialistas el 20 de noviembre de 2011, con el obligado proceso de catarsis que se abrirá en el PSOE en el Congreso Federal del 10, 11 y 12 de febrero, obligó al presidente de la Junta de Andalucía a reconsiderar su decisión inicial.
Eso sí, Griñán tenía pocas fechas una vez descartó la inicial del 4 de marzo de 2011. Atendiendo a los plazos que marca el propio Estatuto de Andalucía, que fija un máximo de cuatros años y 60 días tras la elección del actual Parlamento que tuvo lugar un 9 de marzo de 2008, Griñán podría haber llevado las elecciones incluso hasta el primer domingo de mayo. Sin embargo, el presidente andaluz estaba acotado por algo inamovible: la celebración de la Semana Santa, que este año va del 1 al 8 de abril, y del puente del Primero de Mayo.
Las única fecha posible, en ese retardo electoral, era la del 29 de abril de 2012, pero al final las informaciones sobre los EREs falsos, las copas y la cocaína han precipitado los acontecimientos.
Griñán ha calificado esta octava legislatura como "intensa y muy complicada", debido sobre todo a la crisis económica y al desempleo, pero también como "apasionante". Ha destacado el haber hecho ajustes sin recortar los derechos sociales ni sanitarios, así como la puesta en marcha de "la inmensa mayoría" de las propuestas hechas en su discurso de investidura.
Según los plazos que fija la Ley Electoral de Andalucía, el 30 de enero firmará el decreto de disolución del Parlamento y antes de esa fecha dará cuenta detallada de la acción del Gobierno regional durante los últimos cuatro años, "difíciles y de intenso trabajo", siendo los más complicados en materia económica. Para ello, ha pedido su comparecencia en la Cámara andaluza.
CALENDARIO COMPLICADO
Lo cierto es que el socialista José Antonio Griñán, cinco días después del revés del PSOE en las elecciones generales, estaba decidido a retrasar la fecha de las próximas elecciones andaluzas -Griñán quiere retrasar ahora las elecciones andaluzas al mes de abril-
La hecatombe de los socialistas el 20 de noviembre de 2011, con el obligado proceso de catarsis que se abrirá en el PSOE en el Congreso Federal del 10, 11 y 12 de febrero, obligó al presidente de la Junta de Andalucía a reconsiderar su decisión inicial.
Eso sí, Griñán tenía pocas fechas una vez descartó la inicial del 4 de marzo de 2011. Atendiendo a los plazos que marca el propio Estatuto de Andalucía, que fija un máximo de cuatros años y 60 días tras la elección del actual Parlamento que tuvo lugar un 9 de marzo de 2008, Griñán podría haber llevado las elecciones incluso hasta el primer domingo de mayo. Sin embargo, el presidente andaluz estaba acotado por algo inamovible: la celebración de la Semana Santa, que este año va del 1 al 8 de abril, y del puente del Primero de Mayo.
Las única fecha posible, en ese retardo electoral, era la del 29 de abril de 2012, pero al final las informaciones sobre los EREs falsos, las copas y la cocaína han precipitado los acontecimientos.
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