Pedro Almodovar-Angeles Gonzalez Sinde-Pilar Bardem
Balance de una década de despilfarro
Balance de una década de despilfarro
Las subvenciones al lobby del cine se han triplicado en la última década, hasta los 92 millones en 2010, pero su audicencia se desploma a la mitad.
Las ayudas públicas al cine nacional constituyen otro desagüe abierto por el que se dilapidan decenas de millones de euros del contribuyente año tras año. Y es que, pese a recibir cuantiosas subvenciones, la rentabilidad de la industria cinematográfica no deja de descender, tal y como reflejan los datos del Ministerio de Cultura. ¿Casualidad?
El último ejercicio con cifras completas (2010) muestra que el cine español recibió un total de 92,36 millones de euros en subvenciones (un 6,5% interanual más), la cifra más elevada de la década. Sin embargo, mientras que los políticos reiteran su apoyo a esta actividad empleando dinero público, el mercado (espectadores) intensifica su rechazo a las producciones nacionales: las 367 películas exhibidas (dos más que en 2009) apenas fueron visualizadas por 12,9 millones de espectadores (un 26% menos), recaudando un total de 80,3 millones de euros (una caída del 23% interanual).
El último ejercicio con cifras completas (2010) muestra que el cine español recibió un total de 92,36 millones de euros en subvenciones (un 6,5% interanual más), la cifra más elevada de la década. Sin embargo, mientras que los políticos reiteran su apoyo a esta actividad empleando dinero público, el mercado (espectadores) intensifica su rechazo a las producciones nacionales: las 367 películas exhibidas (dos más que en 2009) apenas fueron visualizadas por 12,9 millones de espectadores (un 26% menos), recaudando un total de 80,3 millones de euros (una caída del 23% interanual).
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Como resultado, el cine español cosechó en 2010 la menor cuota de mercado de la década, pese a ingresar un volumen de subvenciones récord durante este mismo período.
Fuente: Valentín Bote en Economy Weblog
Este negro balance, tanto para el cine nacional como para el contribuyente, es aún mayor si se compara la evolución de las citadas variables desde 2001. Y es que, a lo largo de la última década, las subvenciones públicas se han disparado por tres, al tiempo que se ha desplomado tanto el número de espectadores como la recaudación obtenida.
Así, en 2001, los cines exhibieron un total de 339 películas españolas, a las que acudieron 26,2 millones de espectadores, recaudando 110,2 millones de euros. Es decir, la producción de películas entre 2001 y 2010 apenas ha bajado un 8,3%; pero las subvenciones se han disparado un 198% durante este mismo período; mientras que el número de espectadores se ha desplomado un 50,7%; y la recaudación ha caído un 27%.
Así, en 2001, los cines exhibieron un total de 339 películas españolas, a las que acudieron 26,2 millones de espectadores, recaudando 110,2 millones de euros. Es decir, la producción de películas entre 2001 y 2010 apenas ha bajado un 8,3%; pero las subvenciones se han disparado un 198% durante este mismo período; mientras que el número de espectadores se ha desplomado un 50,7%; y la recaudación ha caído un 27%.
Otra forma de medir este particular fiasco consiste en comparar el volumen de subvenciones con la recaudación obtenida en taquilla:
- 2001: el 22% de los ingresos totales del cine español procedió del bolsillo del contribuyente (casi 1 de cada 5 euros son impuestos), representando apenas un tercio de la recaudación en taquilla.
- 2010: el 53% de los ingresos totales procedió directamente del bolsillo del contribuyente (1 de cada 2 euros son impuestos), superando en un 15% la facturación por la venta de entradas.
Por último, nada indica que la situación haya mejorado en 2011, ya que el anterior Gobierno socialista anunció que elevaría el volumen de subvenciones hasta los 110 millones de euros (un 19% más que en 2010). Aún está por ver si el nuevo Ejecutivo popular se atreverá a frenar esta particular sangría de dinero público.
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